Las conversaciones para llegar a un acuerdo para la reestructuración de la deuda externa siguen adelante. Uno de los objetivos de los bonistas era consensuar una contraoferta a la propuesta presentada por el ministro de Economía, Martín Guzmán pero no llegan a buen puerto. "Por ahora no hay contraoferta de los grupos", indicaron fuentes del sector de los acreedores a PERFIL. "Hablan entre ellos para alinear estrategias pero no hay consenso sobre una oferta común".
Por estos días, se está realizando "un road show virtual con varios grupos", explicaron fuentes de uno de los grupos de acreedores. Se trata de una 'gira' por teleconferencia para intentar acercar posiciones. Pero "por ahora el Gobierno está hablando de la misma oferta que hizo, sin mejorarla", señalan. En ese contexto, los tenedores de deuda siguen sin aceptar esa propuesta.
Los tres grandes grupos en los que se dividen los bonistas rechazaron desde el primer momento la oferta de Guzmán, que incluye una quita del 62% en intereses y el 5,4% en capital y tres años de gracia, con nuevos bonos que vencen hasta en 2047. Para el mercado, hay margen para incluir 'endulzantes' que puedan hacer más atractiva la propuesta para los acreedores.
Las alternativas para endulzar la oferta y evitar el default
En una entrevista con la TV Pública ayer el titular del Palacio de Hacienda reconoció que "hay mucha tensión con los bonistas porque cada uno defiende sus intereses", pero consideró que "es normal la tensión con los bonistas porque los acreedores habían apostado por obtener grandes retornos en la Argentina, pero luego todo colapsó".
El Gobierno tiene plazo para acercar posiciones hasta 8 de mayo, según el prospecto que presentó en la SEC, la comisión de valores de los Estados Unidos. Pero esa fecha puede modificarse y el plazo que mira el mercado es el 22 de mayo, cuando se cumplan los 30 días de plazo por los intereses de los bonos globales que vencieron el 22 de abril y que la Argentina no pagó. En ese momento, si no los paga, el país volvería a estar en default.
Según indicó Guzmán, los acreedores "plantean que el país debiera tener un mayor ajuste, pero eso no es sostenible. En los últimos cuatro años, el gasto público primario se contrajo en 5,6% del PBI y eso no funcionó, terminó en una caída de la demanda. Y a esto se le suma la situación del coronavirus". De acuerdo con datos oficiales, esa cifra, 5,6% del PBI es lo que invertirá por el coronavirus el Estado entre marzo y junio de este año.
MC