Los grandes fondos de inversión evaluaron la propuesta de canje del ministro de Economía, Martín Guzmán, y consideran que hay margen para ofrecer “endulzantes” para que los bonistas acepten y evitar así el default.
Economía hoy dejó de pagar el vencimiento de los bonos globales y tiene hasta el 22 de mayo para cumplir, sin caer en cesación de pagos. La oferta a los bonistas, según la información presentada en la SEC de EE.UU., vence el 8 de mayo, aunque se puede prorrogar o suspender.
De acuerdo con un informe del banco de inversión J.P. Morgan, si bien el Gobierno señaló que no hay margen fiscal para mejorar los términos, la ventana de negociación funciona como incentivo para buscar esa mejora.
El informe reservado a los clientes del banco de inversión retoma la idea de un ‘standstill’ acordado, que permita suspender el pago de intereses, como en el caso de Ecuador. “Este modelo podría ser usado por Argentina, en un ambiente donde los acreedores reconocen los problemas que enfrenta el Gobierno al balancear la salud y la crisis económica contra el pago de la deuda”, indican. Una pausa de cuatro meses podría representar un alivio de US$ 1.700 millones para la Argentina.
La oferta a los bonistas no es ni buena ni mala, es la posible
Otra de las opciones que detalla el J.P. Morgan es un pago en efectivo por adelantado, como “la zanahoria potencial para mejorar los términos de la oferta”, aunque podría no ser suficiente por el corto plazo de maniobra. Según los cálculos del banco, Guzmán dijo que no hay más fondos para pagar, pero sólo utilizó US$1.200 millones de los US$ 4,6 millones que el Tesoro puede tomar por la ley de emergencia aprobada en diciembre. “No podemos descartar que el Gobierno le pida al Congreso una modificación de la ley”, agregan.
Ofrecer un cupón atado al PBI como en el canje de 2005 no sería fácil de estructurar, indica el informe sobre otra de las alternativas que baraja el mercado. “Hay serias dudas sobre el perfil de crecimiento por delante”, agrega. La actividad cayó más del 7% desde fines de 2017, recuerda el JP Morgan, que marca que “el Gobierno todavía no detalló a qué áreas asignará los recursos que se generen con un alivio en los pagos de deuda”.
El banco de inversión toma como referencia la presentación que hizo el ministerio de Economía en la reunión con los Gobernadores el jueves pasado. Allí, detallaba que el pago de deuda de este año equivalía a tres veces el presupuesto de Salud, en medio de la pandemia del coronavirus. “Los ahorros se volcaban básicamente a gasto social, que está asociado a un multiplicador fiscal muy bajo”, remarcó la firma con base en Wall Street.
Guzmán instala el default "real" y endurece la negociación con bonistas
Otro de los impedimentos para el cupón de PBI es “el pasado de la Argentina con la calidad de las estadísticas”.
Los analistas advierten que un default soberano exacerbaría la depresión económica del Covid-19, lo que podría limitar las capacidades de financiamiento privado y las inversiones, además de agregar presión a la inflación. Con default, el PBI podría caer hasta 10% este año.
También un informe del SBS group marca que “el espacio para mejorar las condiciones no debe ser menospreciado”. Argentina tiene margen para elevar los cupones promedio a la zona de 3,5% y reducir el periodo de gracia en unos 2 años (o al menos capitalizar intereses en ese periodo). A su vez, una estructura de cupones más homogénea podría elevar los pagos en los primeros años incluso cuando requeriría bajar los cupones correspondientes a los plazos más largos.
PV / DS