ECONOMIA
tras el dato de pobreza de 33,6% de la población

El atraso en el pago de deudas sube 30% en el año

La mayoría de los deudores ganan unos $ 20 mil mensuales y en promedio deben $ 118 mil. Hay más morosidad en créditos de consumo pero no en hipotecarios. Estiman que la pérdida de los salarios promediará 6% en el año.

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Con un 33,6% de la población por debajo de la línea de pobreza a raíz de la suba de la inflación y la caída de los ingresos –en blanco y en negro–, las familias, además de estar más endeudadas, también se atrasan cada vez más con los pagos.
En los sectores de más bajos ingresos, la morosidad creció un 30% en lo que va del año, explican, por ejemplo, los directivos de Tarjeta Naranja, una de las entidades financieras que más atiende a los  segmentos medios y bajos.
“El nivel general de morosidad todavía es bajo en el sistema pero los clientes incurren en retrasos”, explicó Alejandro Asrin, presidente de la empresa.
Según un relevamiento a cargo de Resolvé tu deuda, el 87% de quienes incurren en la morosidad lo atribuyen al sobreendeudamiento. La variación negativa de los salarios fue del 15% en los últimos doce meses mientras que el consumo tuvo una variación negativa del 9%, según los datos que mostró el jueves la Universidad Católica Argentina en el marco de la presentación de sus indicadores de pobreza.
“Por la situación que vive el país está cayendo la cartera de los bancos y las personas caen en un problema de sobreendeudamiento. Eso genera morosidad en los créditos al consumo. En los hipotecarios no hay cambio porque como se trata de la vivienda, los pagos se mantienen. Pero la cartera de consumo se deterioró”, explicó Rodrigo Nadal, director de la reparadora de crédito.
La deuda promedio de los argentinos ronda los $ 118.000, mientras que el 52% de los encuestados expresaron que su sueldo no supera los $ 20.000. “Al analizar estos datos notamos que para poder cancelar una deuda se necesitan casi cinco sueldos íntegros, sin tener en cuenta los intereses que genera”, explicó Nadal.
El jueves, un informe del Banco Central reconoció la suba de la mora de los hogares, que llegó a 3,8% de la cartera total a dicho sector en octubre. Es una suba interanual de 0,8 puntos porcentuales, “explicada por el desempeño de las líneas al consumo (personales y tarjetas de crédito), y en menor medida, de los prendarios” mientras que los hipotecarios mantuvieron sin cambios sus niveles de irregularidad en 0,2% en el período.

Salvavidas. Los paliativos para salir del endeudamiento son el aguinaldo y, en el caso de quienes lo cobren, el bono de fin de año. Esos pesos extra, de esa forma, no se vuelcan a consumo, con lo que se disuelve la esperanza de quienes esperan recuperar algo de la caída de ventas del año –si bien eran pocos los optimistas–.
Las perspectivas para lo que queda del año no son buenas. Según el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres), en el tercer trimestre el poder adquisitivo del salario medio del empleado registrado (privado) perdió -11,3%. Para las fiestas estiman que estará “más deteriorado”, con una caída del -14% interanual. “El año en conjunto cerrará con una baja del -6%”.
En la morosidad de los consumidores también influye el cambio de modalidades de cobro en algunos sectores. Algunos empresarios del sector industrial marcan que pasaron a pagar a sus empleados por quincenas o semanalmente, según la disponibilidad de caja.
Así, pese a los anuncios de bono de fin de año –que no contempla a jubilados–, las expectativas económicas siguen a la baja de la mano del deterioro del cuadro laboral.
El Indice General de Expectativas Económicas (IGEE), que mide la percepción de la población sobre la situación económica y laboral en el país, cayó dos puntos por segundo mes consecutivo y tocó un nuevo piso en la serie histórica, según Kantar TNS. “Por segundo mes consecutivo caen las expectativas económicas, y nuevamente la variable empleo es uno de los indicadores clave para explicar este deterioro”, comentó Julieta Dejean, directora comercial de Kantar TNS.
“Es de esperar que el salario real cerrará el año con una baja significativa, tanto más para el sector informal que para el formal”, señala otro de los informes de la UCA que se presentó ayer, en línea con las previsiones de la mayoría de los economistas.
En ese marco, los análisis a cargo de Agustín Salvia destacaron que el poder de compra de las jubilaciones y ayudas sociales fue en el tercer trimestre de 2018 entre 12 y 13% menor con respecto al mismo trimestre de 2017. En el mismo período la canasta básica alimentaria (que mide la indigencia) y la canasta total (el límite de la pobreza) subieron un 33%. “A nivel interanual, el aumento de ambas canastas es superior al 43%”, agregó el informe. En ese contexto, la UCA señala que hubo un fuerte incremento de la inseguridad alimentaria total que pasa de 12,3% a 16,4% de los hogares urbanos.n