La balanza comercial registró en abril un déficit de 938 millones de dólares. La cifra resulta varias veces superior al desequilibrio de U$S 112 millones observado en el mismo período del año pasado y es más de 50% mayor a los U$S 599 millones marcados marzo de este año, cuando ya se observaba ya el fuerte impacto negativo de la sequía.
Los números fueron difundidos este miércoles en un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El documento consigna además que la balanza comercial registra un déficit de 3.420 millones de dólares en el primer cuatrimestre del año, contra los U$S 1.290 millones observados en el mismo período del año pasado.
Tal como se puede observar, en abril aún no se percibían los mayores efectos de la devaluación, ya que el ajuste fuerte del tipo de cambio ocurrió a partir de la primera semana de mayo.
En función de ese panorama, las exportaciones crecieron menos en abril que en marzo. El mes pasado las ventas externas subieron 6,2 por ciento, contra el 17,4% registrado en marzo. En las ventas externas de abril, los precios subieron un 10,3 por ciento y las cantidades cayeron en un 3,7 por ciento.
Las exportaciones que mostraron mayor dinamismo fueron las de combustibles y energía, con un crecimiento del 91 por ciento; las manufacturas de origen industrial, con un 17,4 por ciento; y las agropecuarias un 4,6 por ciento.
En abril se vieron además los efectos de la sequía. El informe del Indec detalla que en esos 30 días las exportaciones de productos primarios cayeron un 13,3 por ciento en forma interanual.
Las importaciones, sin freno. Tras un ritmo mucho más acotado en marzo, cuando vieron una suba del 8,8 por ciento, las compras al exterior en abril registraron una expansión interanual del 22,7 por ciento. A nivel general, los precios de las importaciones subieron tan sólo un 0,2 por ciento pero las cantidades lo hicieron en un 22,4 por ciento.
Los otros grandes rubros de productos importados mostraron la siguiente evolución: bienes de capital, 8% de suba; bienes intermedios, 27,9%; combustibles y lubricantes, 19,3%; piezas y accesorios, 27,3%; y vehículos y automotores, 34,6%.
Tras la difusión de estas cifras, la gran incógnita pasa ahora para ver cómo se empezó a desenvolver el comercio exterior del país a partir de fines de mayo, ya con un dólar de 25 pesos por unidad y los efectos que tuvo en esa variable macroeconómica la reciente corrida cambiaria.