Carlos Achetoni, Presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), y quien vio sus cultivos de uva y frutales totalmente destruidos por las heladas aseguró en diálogo con PERFIL que, desde el agro "se está contemplando tomar medidas de fuerza" si el Gobierno no atiende el problema del desastre climático.
La actual emergencia climática que sufre la campaña agropecuaria 2022/23 suscita un panorama oscuro para la economía general del país, pues provocará una sustancial merma en el ingreso de divisas, lacerando a las comunidades productivas.
Además, “si no aparecen lluvias abundantes en los próximos tres meses, será difícil evitar un mayor cepo en 2023, lo que pondría presión en una brecha que de por sí enfrenta el desafío de la deuda en pesos en año electoral”, advierte también un informe de 1816.
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PERFIL consultó con productores para conocer la situación de primera mano y encontró que en distintas partes del país los ánimos están caldeados y distintos sectores preparan medidas de fuerza para pedir por mecanismos que ayuden a paliar las condiciones climáticas adversas.
La advertencia de los productores
“Esta es una sequía muy prolongada y con una afectación comprobada que va a dejar el rinde a la mitad en los mejores resultados. La situación es bastante difícil y la producción en las economías regionales se ha visto diezmada por las heladas y por la sequía con lo cual es panorama es bastante oscuro”, comentó Achetoni.
“Desde la FAA estamos haciendo las gestiones y los relevamientos para ver si logramos conectar con soluciones. En caso contrario vamos a tener que pasar a la parte de acción de fuerza. Pueden ser manifestaciones, protestas, reclamos en lugares puntuales, tanto en las provincias como en la nación o en las rutas u accesos a los pueblos”, advirtió.
“Parece que hay poca conciencia de la gente misma y del Gobierno de la situación en la que se está entrando y lo difícil que se pueden poner los próximos meses para el productor y para el Gobierno, porque al no tener producción no va a tener ingresos de divisas. Creo que es un panorama complejo, ojalá que la merma de producción no sea tan drástica, pero hasta donde vamos no podemos ser tan optimistas”, lamentó.
En esa misma línea se expresó Omar Barcheta, productor de trigo de la provincia de Santa Fe y exvicepresidente de la FAA. “La cosa viene muy mal. Parte de la Pampa Húmeda ha perdido toda la cosecha de trigo, se ha logrado sembrar en algunas partes soja, pero no hay reservas en el suelo para continuar. Hoy el panorama es bastante complicado y esperemos que vengan las lluvias porque si no esto se va a agravar todos los días”.
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“Hoy del Estado necesitamos créditos a baja tasa de interés; que paren con los impuestos porque nos los siguen cobrando. No hay recursos, no hay forma de subsistir. Entonces, sí es muy probable y está todo dado para que realmente haya una gran medida de fuerza que tenga que ver con paros o asambleas. Se van a venir algunas movilizaciones”, sentenció Barcheta.
“La Ley de Emergencias y Desastres es obsoleta”
“Productivamente, se prevé un 2023 muy complicado y a nivel económico también porque hay productores que han perdido toda la cosecha de trigo y si el maíz no tiene un buen rinde, financieramente se nos va a complicar a todos”, comentó a PERFIL Carlos Castagnani, productor de Venado Tuerto, Santa Fe.
“Hoy hay un buen diálogo con el Gobierno provincial, pero hay leyes que son obsoletas como la de Emergencia y Desastres que al Productor no le sirve porque únicamente da prórroga de impuestas y el productor cuando está mal lo único que piensa es en sobrevivir”, agregó.
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“En el sector de los productores ya está asumido que la emergencia agropecuaria no termina siendo una solución. Esto más allá de que el Gobierno provincia no la ha decretado. El único beneficio que ofrece es extender el pago de impuestos que luego se acumulan todos y eso no es una solución”, señaló a este medio José Luis Careggio Productor de trigo en Córdoba.
“Acá la parte más afectada es sin duda la ganadería y los tambos. En este caso los productores sí están analizando desde las bases alguna medida de fuerza, en el caso del productor de granos es otra la realidad. Todavía quedan 15 días de siembra y no pueden perder ni un minuto en pensar en hacer una medida de fuerza”, aseveró Careggio.
La sequía abrió las viejas heridas
“Indudablemente el descontento está. Creo que lo que ha hecho la sequía es desnudar un sin fin de problemas que se vienen arrastrando desde hace muchos años. Un tipo de cambio desdoblado, la retención que nos aplican a los productores de Córdoba que, es injusta por la distancia que tienen los puertos. A Nosotros nos cobran la misma retención si estamos a 400 kilómetros del puerto que a un productor que está a 50”, sostuvo Careggio.
“Todos estos problemas que menciono de años anteriores eran, por decir, tapados con cosechas récord, con buenos rindes, con precios de los productos altos. Este año sin cosecha fina y con problemas en la cosecha gruesa están empezando a brotar todas esas consecuencias de las malas medidas que están vigentes. Todos esos fondos que el campo aporta nunca están disponibles para un seguro multiriesgo, por ejemplo, que podría tenderle una mano al agro. Esos recursos se van del campo y cuando el productor lo necesita no vuelven”, concluyó.
LR