En plena campaña y a pocos días de jugarse la suerte electoral del candidato oficialista, Sergio Massa, quedó al descubierto una interna que subyace en el Gobierno con un sector residual en el equipo económico y la comandancia política del mandamás del quinto piso del Palacio de Hacienda. El revés a la medida que el Banco Central había ensayado contra las billeteras electrónicas, con especial foco en Mercado Pago, fue anunciada de manera pública y sin acuerdos internos; similar al nacimiento de la norma, que no había pasado por la mesa chica del Ministerio de Economía.
Más allá de la controversia que involucró al empresario Marcos Galperin, la guerra entre Massa y el presidente del BCRA, Miguel Pesce, estaba declarada internamente. Desde el entorno del candidato de Unión por la Patria habían dejado trascender que el jefe del Central quedará fuera de funciones el 10 de diciembre próximo, de manera inevitable. Sucede que está al frente de la entidad monetaria por decreto presidencial, pero sin aval del Senado de la Nación, hasta 2028, hecho que le permite al próximo presidente tomar una decisión similar para reemplazarlo.
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Si bien está claro que la llegada de la oposición a la Casa Rosada dejará a Pesce fuera de carrera, la continuidad del oficialismo también le impondrá un fin de ciclo al dirigente de origen radical, porque Massa eligió a su actual jefe de Asesores en el Ministerio de Economía, Leonardo Madcur, como el próximo jefe del BCRA. “Se necesita a un funcionario con conducción política, para poder coordinar el funcionamiento del Banco Central con la estrategia económica del Gobierno”, señalaron desde el entorno del candidato de UxP.
“Sin poder político, pero con poder de daño”
Madcur es un abogado y asesor de Massa, clave durante el desempeño del tigrense como presidente de la Cámara de Diputados. El anuncio oficial de su nombre podría llegar en las próximas horas, cuando el candidato presidencial ponga sobre la mesa de debate a los nombres de la conducción del equipo económico que tendrá cuando asuma la Presidencia, de ser elegido el próximo 22 de octubre o, en su defecto, en el balotaje del 19 de noviembre. Pero su nombre comenzó a trascender hace 15 días.
Massa había pedido la cabeza de Pesce apenas asumió en el Mecon. Fue el presidente Alberto Fernández el que impidió esa jugada, pretendida por el exdiputado para quedarse con toda la botonera económica. La convivencia fue pacífica, pero tensa. El superministro lo consideraba “inepto” para la función, según confiaron a PERFIL fuentes de su entorno. Esa definición lo equiparaba con las críticas a los exministros Martín Guzmán y Matías Kulfas, a quienes que se los acusó desde el kirchnerismo y desde el massismo como responsables del “festival de importaciones” que había denunciado la vicepresidenta Cristina Kirchner ante la imposibilidad de acrecentar las reservas del BCRA, a pesar del récord de exportaciones.
“Pesce se quedó sin poder político para discutir herramientas económicas y ser parte de la estrategia preelectoral, pero es cierto que aún tiene poder de daño”, reconoció una fuente ministerial, consultada por este medio. En el entorno de Massa descartaron que el presidente del Central haya intentado un autoboicot para perjudicar a la campaña. Sólo asociaron la jugada con su vínculo con los bancos tradicionales, que “hicieron lobby” por ponerle coto al avance de las billeteras electrónicas.
El blanco de la campaña también está adentro
La estrategia de campaña de Massa puso a la gestión del Gobierno vinculada a Alberto Fernández como uno de los blancos de las críticas. Para el massismo, Pesce es un exponente de los funcionarios vinculados directamente al Presidente, quien se convirtió “más en un lastre, que en una ayuda”, señalaron desde otro sector del oficialismo. Una encuesta de la prestigiosa consultora internacional Atlas Intel, a la que accedió PERFIL, realzada en la última semana de septiembre, mostró que la gestión presidencial tiene casi un 75% de desaprobación y que la imagen negativa del jefe de Estado está en esa misma línea.
De cara al debate de candidatos presidenciales que se realizará el domingo próximo, se acrecentaron las probabilidades de que Massa anuncie la decisión de integrar a parte de la oposición en un gobierno de coalición desde el 10 de diciembre, si logra acceder al sillón de Rivadavia. Si bien quiere a Madcur como jefe del BCRA, los integrantes del Directorio podrían ser parte de una oferta para la incorporación de peronistas disidentes y de radicales en pleno proceso de descomposición de la relación con el ala dura del PRO, que conduce el expresidente Mauricio Macri.
Incluso, algunas fuentes admitieron que al frente del Ministerio de Economía podría estar una persona vinculada con la oposición. Una de las alternativas es la directora ejecutiva de la consultora Eco Go, Marina Dal Poggetto, quien fue asesora del radical Facundo Manes, quien buscó disputar la interna de Juntos por el Cambio y luego sumó su respaldo al derrotado jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. La magister en Economía viene de mantener un fuerte contrapunto con el Dr. en Economía Martín Rapetti, por las velocidades del plan de estabilización del próximo gobierno.
El escenario fue en el evento Somos Industria que organizaron los industriales de UIPBA (la UIA bonaerense) y Adiba. Allí, ambos economistas, quienes compartieron asesorías en la UCR; plantearon dos caminos posibles para salir de la crisis macroeconómica e inflacionaria. Para Dal Poggeto, la dinámica deberá ser de shock; mientras que Rapetti plantea un gradualismo que evite una crisis política, social y económica que ponga en duda el sostenimiento del plan de estabilización. Martín Rappallini, presidente de la UIPBA, moderó ese panel.
AM / ED