ECONOMIA
Crisis

El FMI pronostica que la economía argentina caerá un 9,9 por ciento en 2020

El organismo afirmó que la nueva proyección para la Argentina implica una contracción del PBI del 9,9%, frente al 5,7% de caída estimado hace dos meses.

Alejandro Werner (FMI) 20200520
Alejandro Werner, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI). | CEDOC

El Fondo Monetario Internacional afirmó que la nueva proyección para la Argentina implica una contracción del PBI del 9,9% para 2020, frente al 5,7% de caída estimado hace dos meses.

Los nuevos y desalentadores datos surgen de una revisión de las predicciones del organismo multilateral de crédito en medio de la pandemia del coronavirus. En esta nueva proyección el FMI anticipó que la economía argentina caerá fuertemente este año y mucho más de lo previsto, llegando al 9,9%, mientras que en abril pasado, en sus mismas proyecciones el organismo había dicho que bajaría un 5,7% en el transcurso de 2020.

Estos datos que corresponden al informe de Perspectivas Económicas Mundiales de Junio 2020, en el caso de la Argentina y del resto de los países de la región, serán explicados el próximo viernes por el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner.

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En el trabajo, titulado "Una crisis como ninguna otra, una recuperación incierta", el organismo multilateral indicó que dos destinos principales de las exportaciones argentinas (Brasil y México) también caerán fuerte este año: 9,1% y 10,5% respectivamente.

Sin embargo, otro de los socios comerciales de la Argentina, como lo es China, crecerá 1% este año, de acuerdo a las proyecciones actualizadas.

El FMI ahora estima una caída del 4,9% de la economía mundial para este año: 1,9 puntos porcentuales menos que el pronóstico de abril último.

Esta pandemia sin precedentes parece golpear fuerte en todo el mundo, de hecho las perspectivas del Fondo Monetario Internacional empeoraron en todos sus pronósticos respecto de sus cálculos de abril, cuando la pandemia apenas había comenzado a "lastimar" las economías occidentales.  

La economista Jefe del FMI, Gita Gopinath, dijo que ahora prevén "una recesión más profunda para 2020, y una recuperación más lenta para 2021". Para América Latina, ese panorama puede llevar a una recesión más parecida a una "L" que una "V".

En su exposición proyectó una recesión global más profunda en 2020, con una recuperación más lenta en 2021. EL organismo espera que el crecimiento mundial disminuya un -4,9 por ciento en 2020 -una caída de 1,9 puntos porcentuales mayor que el pronóstico de abril-, seguido de una recuperación parcial, con un crecimiento del 5,4 por ciento en 2021. Estas proyecciones implican una pérdida acumulada para la economía mundial durante dos años (2020-21) de más de 12 mil millones de dólares por esta crisis", señaló Gospinah.

Para el Fondo, "la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto más negativo en la actividad en el primer semestre de 2020 de lo previsto, y se estima que la recuperación sea más gradual de lo previsto anteriormente".

En 2021, el crecimiento mundial será del 5,4%, pronosticó el organismo que, al mismo tiempo, advirtió por el "impacto adverso en los hogares con bajos ingresos, que es particularmente agudo, poniendo en peligro el progreso significativo logrado en la reducción de la pobreza extrema en el mundo desde la década de 1990".

Por otra parte, remarcaron que la brusca baja de la actividad global llega con "un golpe catastrófico para el mercado laboral mundial".

Por otra parte, advirtió que "el alcance del reciente repunte en el sentimiento del mercado financiero parece desconectado de los cambios en perspectivas económicas subyacentes, planteando la posibilidad de que las condiciones financieras se endurezcan".

En este marco, recomendó que "dada la enorme incertidumbre, las autoridades de cada país deben permanecer alertas y las políticas tendrán que adaptarse a medida que la situación evolucione".

"Por ahora, el apoyo sustancial de la política fiscal y monetaria debe continuar, especialmente en los países donde se prevé que la inflación siga siendo moderada. Al mismo tiempo, los países deben garantizar una contabilidad fiscal y transparencia adecuadas, y que la independencia de la política monetaria no se vea comprometida", subrayó.

LR