El economista Guillermo Nielsen aseguró que las Letras de Liquidez (Leliq) son "infinitamente más peligrosas" que las Letras del Banco Central (LEBAC) dado que tienen vencimientos diarios. Nielsen, quiera fuera secretario de Finanzas de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner afirmó que "hay que matar a las Leliq".
En declaraciones radiales vertidas en el programa de Nelson Castro, La Mañana Despierta, Nielsen añadió: "Lo que tenemos ahora es la manifestación de la explosión de las Lebac, como consecuencia de no haberlas desactivado. Sobre todo, por las reverberancias que tiene sobre los precios. Y ahora pusieron en marcha bonos que son hijos de las Lebac, como los Leliq".
En ese sentido, el economista alertó que es necesario evitar que se vuelva a generar una situación similar: "Hay que matar a las Leliq como había que haberlo hecho tempranamente con las Lebac y no se hizo. No vaya a ser cosa de dejarlas crecer y en unos meses tener otro cimbronazo".
Además de las Leliq, el ex funcionario señaló que Argentina tiene que desactivar los otros "bonitos" y que el país no puede ser un "laboratorio de pruebas de políticas monetarias".
Por otra parte, Nielsen apreció que el Gobierno no tomó "con seriedad" los temas económicos. Además, habló de un falta de confianza en el Gobierno y apuntó que “por eso hay tantas divisiones en los ministerios. Son cuestiones de buen gerenciamiento que no tenemos".
Nielsen señaló que Argentina tiene que desactivar los otros "bonitos" y que el país no puede ser un "laboratorio de pruebas de políticas monetarias".
Para explicar este punto Nielsen ilustró la situación con lo que le tocó vivir a él como funcionario: “Duhalde no conocía tanto a Lavagna y, sin embargo, nos dejó trabajar a él y a mí y no llamaba a otros economistas a ver qué pensaban de esto y de aquello. Acá le piden a un ministro que pinche al otro, a Sica le piden que exija a Dujovne, a Dujovne lo iban a echar y al otro día se tomó un avión para ir a negociar con el Fondo".
Al igual que muchos analistas, Guillermo Nielsen volvió a poner el foco en la conferencia del 28 de diciembre pasada: “Aquel día, que fue también el Día de los Inocentes, Marcos Peña le dijo al presidente del Banco Central (era Federico Sturzenegger) lo que tenía que hacer y el presidente del Banco Central, en vez de renunciar, que es lo que hubiese correspondido, entró en una confusión, creyendo que era concejal en un pueblito de Buenos Aires y se quedó a hacer algo que profesionalmente no debió haber hecho nunca".