Daniel Gerold es uno de los consultores más contratados por las empresas del sector energético que operan en el país. En medio de una caída de los precios internacionales nunca vista por el shock que produce el coronavirus, habló con PERFIL sobre el impacto en posibles inversiones en Vaca Muerta.
—¿Tiene algún parangón histórico este momento del mercado petrolero?
—Es un momento que no tiene precedentes, porque no es un shock de sobre oferta, sino es un shock de caída abrupta de la demanda internacional y de la demanda de combustible. Esto no se vio nunca. Y es lo que se replica en la Argentina. Es una caída impresionante de la demanda. El acuerdo de la OPEP es histórico, pero se estima que es un recorte de la producción de la mitad de la cantidad de barriles de lo que está cayendo la demanda.
—¿Se puede pensar en un piso para el precio del barril, o es tan incierto como el futuro de la pandemia?
—A través del combustible, los aviones consumen el 20% de la demanda mundial de petróleo. En los países donde hay una cuarentena estricta, la demanda de combustibles cae violentamente por menor uso de los automóviles. Ahora cuando se abre como en China, la demanda aumenta pero mucho más. Porque para evitar el transporte público se usa el automóvil, y aumenta mucho más. La demanda internacional se va a reactivar rápido en los próximos dos meses, cuando pase el pico de la epidemia, que está pasando, y la demanda se va a recupere más rápido de lo que se está imaginando. Eso no se va a ver en los precios porque tenés un stock importante. Pero en junio de 2021 el precio para comprar o vender es 41 dólares y el spot hoy es 28 dólares. Si usted tuviera un baldecito donde guardarlo, puede ganar 30%.
—¿Cómo impacta esta situación en la Argentina?
—La cuarentena tan feroz redujo la demanda de combustible entre 70 y 75%, sin antecedente en la historia argentina, y eso hace que haya que cerrar el 60% de la producción del país o exportarla a precios ínfimos, lo que hace que las empresas no tengan ingresos y no vayan a tener para invertir cuando la demanda reactive. Mis proyecciones me indican que en escenario de cero inversión en la Argentina, si el año que viene se recupera la demanda vamos a tener que gastar US$ 4000 millones de dólares más en petróleo y gas importados. Los que tienen que decidir en esto creen que el petróleo va a durar bajo para siempre, y se van a equivocar.
—¿Cómo ve un barril criollo, que sostenga un precio interior más elevado, distinto del internacional?
—Hoy en el corto plazo no sirve para nada porque no hay demanda. Las refinerías están cerrando porque no tienen a quien venderle el combustible.
—¿Este contexto deja fuera de juego Vaca Muerta?
—Lo que es una sentencia de muerte para Vaca Muerta son las decisiones anticapital del Gobierno. Se está poniendo impuestos discriminatorios como el impuesto a la riqueza que quieren crear, una barbaridad constitucional, entonces ¿quién va a invertir acá? Es un país que va a a quedar como Venezuela, los capitales se van.
—Pero, ¿el mundo petrolero no invierte en los lugares más exóticos y hostiles del mundo?
—Sí, pero son lugares que no cambian las reglas de juego. Nosotros creemos que somos Arabia y que van a venir igual, y no va venir nadie. Van a crear un impuesto a las grandes fortunas que es discriminatorio. Es tan fácil crear un impuesto que lo van a hacer por Zoom. Aca no va a venir un solo centavo de capital a la Argentina. Y no es que vamos a tener grandes precios y grandes rentabilidades. Va a caer la producción porque va a caer la inversión porque no es negocio producir.
—Hasta ahora la inversión se movió con Cristina y con Macri de la mano de los subsidios. ¿Ahí hay un límite?
—Por supuesto, entonces vamos a importar… va a ser más negocio producir en un país donde haya gente que no cobra más impuestos. Van a recaudar US$ 3000 millones con el impuesto a la riqueza pero vamos a gastar US$ 4000 millones en importar gas y petróleo. No es una postura ideológica, es algo concreto: ¿quién va a traer la plata a un país en default y con más impuestos?
—Este gobierno y el anterior hablaron de Vaca Muerta como la salvación, la generación de divisas para terminar con la restricción externa. ¿Cómo lo ve en este marco?
—Siempre pensé que esas proyecciones eran disparatadas. Pero ahora de lo que hablamos es que la Argentina no tendría problemas evitar a ser un importador de la magnitud de la que le dije con los precios que le dije. La Argentina no necesariamente tiene que ir a eso. Evitar eso es factible con el capital que puede lograrse, pero si toma medidas que van en contra de todo eso, se va a encontrar con esa pared el año que viene, que nadie la está viendo. Yo creo que con un gobierno razonable se podría evitar esto que va a suceder y que no tenemos que afrontarlo. En petróleo, vamosa tener 25% menos de barriles ahora respecto de febrero, jamás se vio eso en la Argentina. La Argentina jamás logró con una caída de ese nivel recuperarlo al año siguiente, porque no tiene de dónde, salvo el shale, pero que necesita un capital gigantesco. Imagínese que con 20 mil millones de dólares en los últimos años subió la producción de 490 mil barriles a 530 mil barriles.
—Cuando uno habla con los técnicos de empresas en Vaca Muerta, uno los ve convencido de las mejoras que han logrado y de que el salto de producción es posible.
—Muchas veces la gente técnica ve su trabajo directo. Nadie va a quitarle las mejoras de productividad que lograron implementar y las van a poder implementar, pero en este negocio lo más importante es el capital, no la parte técnica. ¿De dónde va a sacar YPF la plata si vale US$ 1300 millones? ¿Por qué Exxon que va a cerrar el Permian va a invertir en la Argentina? Quedarán los locales que con la plata que tengan harán lo que puedan.