La Provincia de Buenos Aires anunció este viernes 31 de enero a los tenedores de bonos USD 750M 10.875%, con vencimiento en 2021, que extendió hasta las 17 del 3 de febrero de 2020, horario de Bruselas, el plazo para otorgar su consentimiento a diferir el vencimiento del pago de capital desde el 26 de enero hasta el 1 de mayo de 2020.
El pasado 27 de enero, el territorio que comanda Axel Kicillof mejoró la oferta realizada a los tenedores del bono, ofreciendo cancelar de manera anticipada y en su totalidad los intereses relacionados con el capital diferido (por el período desde el 27 de enero al 1 de mayo). Según informaron en un comunicado, los bonistas recibirían aproximadamente US$28,698 cada US$1000 de capital diferido de ser aprobada la modificación.
Al no conseguir el 75% de adhesión a su oferta, el mandatario había estirado la vigencia de su propuesta hasta hoy a las 13. Es por eso que la provincia se enfrentaba este viernes a un día clave ya que se debía saber si la provincia caía en default o sus acreedores aceptaban postergar hasta mayo el pago de un vencimiento de bonos por US$ 250 millones.
Qué significa para la provincia de Buenos Aires entrar en default
El gobierno bonaerense esperaba con pocas posibilidades que el 75% de los acreedores acepte la postergación del pago, improbable teniendo en cuenta que hasta hace tres días trascendió que el nivel de aceptación era del 26%. Si la provincia llegara a entrar en cesación de pagos podría generar un ruido extra a la negociación iniciada por el gobierno con el FMI, pero sobre todo a la que se pretende acordar con bonistas que tienen unos US$ 100 mil millones en su poder.
En este marco, el gobierno del exministro de Economía dijo mantener un diálogo permanente con los acreedores, a quienes buscó seducir adelantando el pago de intereses de ese título. La gran dispersión de los tenedores del título BP21 juega en contra de las pretensiones del gobierno bonaerense, ya que a muchos tenedores del título ni siquiera se los tiene identificados.
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Por eso, en el mercado sostienen que será muy difícil que la administración de Kicillof arribe a un acuerdo. En este marco, el gobernador culpó al gobierno de María Eugenia Vidal por la probable cesación de pagos. Explicó que si bien el BP21 fue emitido durante el gobierno de Daniel Scioli en 2011, Vidal endeudó de tal forma a la provincia que complicó el pago de este vencimiento.
En tanto, Hernán Lacunza, ex ministro de Economía de Vidal, asegura que la provincia tiene fondos para afrontar el pago. La duda en el mercado es hasta qué punto un default bonaerense complicará la renegociación de la deuda nacional. El problema para Kicillof es que si se confirma el default los tenedores de otros títulos de la provincia podrían pedir la aceleración de los pagos, siempre y cuando reúnan un alto porcentaje de adhesiones.
AB CP
