ECONOMIA
Semana complicada

Malestar empresario: entre el “triple cepo” y la reglamentación del teletrabajo

La prórroga de 90 días a la prohibición de despido, junto a la extensión hasta fin de año de la doble indemnización y la reglamentación de la Ley de Teletrabajo suscitaron posturas críticas entre empresarios de la CAME y la UIA.

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Pymes | Cedoc

Esta semana no fue muy prodigiosa para los empresarios locales. Algunas decisiones oficiales no fueron bien recibidas, en especial con lo que han dado en llamar el “triple cepo” integrado por la nueva prórroga por 90 días a las prohibiciones de despidos y suspensiones, además de la prolongación hasta fin de año de la doble indemnización; a lo que se sumó la reglamentación parcial de la Ley de Teletrabajo que definen como “innecesaria” e “inoportuna” y que alienta a la “litigiosidad”.

Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la UIA graficó lo que ellos definen como el triple cepo. “Es la prohibición de las suspensiones, despidos y la doble indemnización. Acá parece que quieren que no pase nada con las empresas, pero muchas se destruyeron por la recesión y el impacto de la pandemia. Con ello, se perdió fundamentalmente empleo privado", dijo el industrial.

Además, advirtió que se produjo un aumento de la informalidad, por lo cual consideró necesario contar con un "sistema laboral que tienda a la productividad, porque tenemos un costo laboral elevado", dijo.

Funes de Rioja sobre la prohibición de despidos y la doble indemnización: "Hay que concluirlas"

 

Por su parte, Pedro Cascales, vocero de la CAME destacó: “Una pyme en general no despide, incluso ahora no tiene ni como pagar un despido. Tal vez muchas tienen que achicar 1 o 2 personas, pero con esta situación de la doble indeminización se ven obligadas a cerrar o informalizarse”, detalló a Perfil. Y para contextualizar la importancia del tema recordó que el 90% de las empresas en la Argentina tienen menos de 10 empleados.

Cascales fue directo. “Se pueden prohibir los despidos, pero lo que no se puede prohibir es que una empresa cierre. Y de hecho, según las mismas cifras de INDEC el empleo formal registrado bajó este año creo que 2 millones de personas”, dijo.

En la misma línea Funes de Rioja explicó que prohibir despidos y doble indemnización por despido sin causa "no son medidas coyunturales. Ya tienen carácter permanente. Y su consecuencia es que no evitan lo inevitable, porque hay caída de empleo", manifestó.

Cascales manifestó que ante esta prórroga “el gobierno debiera volver a los ATP. El Programa Repro II, es limitado. Es un trámite engorroso que las grandes empresas lo realizan, pero no lo vemos aplicable para el sector pyme, mientras que el ATP fue más operativo y práctico”, manifestó.

 

El malestar por la Ley de Teletrabajo

 

Esta semana se conoció la reglamentación parcial, por decreto, de la Ley de Teletrabajo, otro de los puntos de fricción con los empresarios. Y si algo marcan en su disconformidad es que los aportes y pedidos que formularon -oportunamente- cuando se estaba debatiendo la Ley, no fueron tenidos en cuenta. Además la tildan de “inoportuna e inncecesaria”.

“El teletrabajo se desenvuelve en el marco del contrato de trabajo. Es una modalidad de contraprestación y estaba regulada por convenios expresos o tácitos”, detalló Funes de Rioja de la UIA y agregó: “La gran objeción es cuando hay esta clase de sobre regulación en lugar de dejar que los contratos colectivos vayan regulando según la realidad”, manifestó.

En cuanto a la reglamentación, Cascales dijo: “Esta reglamentación mejora un poco la situación de una ley que había nacido vieja, es decir que no se adecuaba a la realidad, sobre todo de las pymes”, analizó.

Los empresarios apuntan a la reversibilidad y al derecho a la desconexión como los puntos de mayor fricción. Y si bien la reglamentación trajo un poco de luz sobre el tema, sigue dejando puntos oscuros o de posible “litigiosidad”, lo que en el mediano y largo plazo va a desalentar la contratación de personal y el empleo formal.

Respecto de la reversibilidad, no rige para los nuevos empleados que se contraten bajo la modalidad de teletrabajo sino que quedó ahora acotada a los trabajadores antiguos; que pueden pedirla. Pedro Cascales destacó que “en una pymes es bastante impracticable y más en la situación actual porque muchas empresas debieron achicarse. No disponen del espacio de antes”, dijo.

Y recalcó que en todo caso, de aplicarse la reversibilidad debiera estar a cargo del empleador y no del empleado. "Es habitual que en la pequeña empresa deba implementar cambios de personal o de negocios”, dijo.

De todos modos, según su análisis “la reglamentación de este artículo quedó mejor porque el teletrabajador que es contratado como tal no puede pedir en ningún momento ir a presencial”, aunque recordó  que “todavía queda la gran masa que hoy está teletrabajando”, dijo.

Cascales también apuntó al derecho de desconexión porque, según la nueva reglamentación uno no puede contactarse por ninguna vía con su empleado. “Es habitual en una pyme contactar al personal fuera del horario laboral, si eso es considerado la violación de una ley, esto le agrega un condimiento mas a la judicialización que hay hoy en el sistema laboral argentino”, detalló.

Funes de Rioja también se quejó: “Se eliminó la posibilidad de remitir comunicaciones fuera del horario de trabajo. Sólo debe contestar en caso de excepcionalidad. Volvemos a valoraciones que pueden dar lugar a controversias”, concordó.

Los empresarios destacaron como positivo de la reglamentación que "la ley aclaró un poco el tema de las herramientas de trabajo porque cualquier herramienta que se le da ahora es considerada como un beneficio extra”, dijo, sin embargo Cascales no descartó que pueda traer inconvenientes. “Con la conflictividad laboral que hay en el país no descarto también que sea sujeto de litigiosidad”, dijo.

En líneas generales para la CAME, la reglamentación parcial mejoró pero no ven un incentivo especial. “Así como está prevista la ley es rígida y cuánto más rígido es algo, menos empleadores van a querer contratar”, dijo.

Finalmente, Funes de Rioja indicó que también va a traer conflictividad la representación sindical, en especial “saber dónde estará la titularidad cuando se trate de trabajadores que no están representados sindicalmente”, dijo.