Desde hace algunos unos días circula información en las redes y en los medios que indican que la firma bonaerense Molinos Cañuelas estaría atravesando un proceso similar al de la agroexportadora Vicentin, es decir que carga sobre sus espaldas con un importante pasivo y que, dada su real implicancia en este caso en el tema de la soberanía alimentaria nacional (puesto que muele aproximadamente 1/3 de la harina que se consume en la Argentina), podría ser un nuevo punto en la agenda del gobierno Nacional para ser expropiada.
Perfil tuvo acceso a fuentes de la empresa que manifestaron que "no son ciertas las versiones que han dando algunos periodistas". De acuerdo a Molinos Cañuelas, las diferencias son sustanciales puesto que el pasivo que acumula la compañía es sólo con los bancos. "La deuda de Molinos Cañuelas es solamente con el sistema fianciero. No tiene deudas comerciales", remarcaron.
Por otra parte dejaron en claro que las 22 plantas de la compañía se encuentran operativas en este momento, y si bien no detallaron el nivel de actividad respecto a su capacidad instalada, sí hicieron foco en que "están trabajando muy bien. Son líderes de mercado en casi todas las categorías", detallaron.
Quiénes son los acreedores más notables de Vicentin
Entre las marcas más conocidas de la empresa alimenticia se encuentran las reconocidas Pureza, 9 de Oro; Trigalia, la línea "Mamá Cocina", y una importante línea de panificados congelados que se venden en grandes cadenas de supermercados.
Molinos Cañuelas cuenta con 22 plantas productivas, ubicadas en la Argentina, Brasil y Uruguay, que procesan materias primas y abastecen sus fábricas de consumo masivo, como así también, a clientes externos.
En la Argentina la firma tiene plantas en la provincia de Buenos Aires en las localidades de Pilar, Chacabuco, San Justo, Tres Arroyos, Cañuelas, Pigüe; en Santa Fe en la capital provincial y en Rosario; en Resistencia (Chaco); en Realicó (La Pampa) en Salta Capital y en Adelia María (Córdoba).
Por su parte, Molino Florencia, que también es del grupo tiene dos plantas en Córdoba, una en Laboulaye y otra en la capital provincial.
La empresa tiene oficinas comerciales en Argentina, Chile y Bolivia; además de Terminal Las Palmas, un puerto de exportación, y su propia unidad de Packaging.
El macrismo hizo circular un escrito que defiende los préstamos a Vicentin
Allá por febrero de este año circularon informaciones de que la empresa estaba cerca de ingresar en una convocatoria de acreedores, sin embargo no existió tan desenlace.
Al referirse puntualmente a la deuda que hoy está en unos 1.400 millones de dólares, desde la compañía indicaron que desde hace 2 años están en nrgociaciones con las entidades de crédito para avanzar en su reestructuración. "Hace 24 meses que mantienen conversaciones con los bancos acreedores y se formó un Comité de Bancos", alegaron.
Sin embargo, hasta el momento las conversaciones no han encontrado una salida positiva al problema, en parte por los fuertes vaivenes de la economía local y las devaluaciones sufridas que agigantaron el pasivo, tal como manifestaron personas allegadas a la estrategia de la compañía. "Por cuestiones de confidencialidad no podemos dar detalles de las negociaciones con los bancos, pero al momento siguen negociando", explicaron.
Según pudo saber Perfil, los problemas de deuda de Molca (como se conoce en el mercado a Molinos Cañuelas) se remontan a 2016, cuando una caída en el peso y una fuerte contracción económica dificultaron el pago de préstamos denominados en dólares.
Por lo pronto, si bien no planifican comunicados oficiales, desde la compañía dejan en claro que la empresa está 100% operativa e intentando salir del embrollo financiero en que se encuentra, pero sin buscar ingresar en una convocatoria de acreedores.
