"Se han revisado a la baja las proyecciones de crecimiento de Argentina", indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe Perspectivas de la Economía Mundial de julio de 2018, basándose en datos recopilados hasta abril pasado.
"En la mayoría de los mercados emergentes, los índices de renta variable sufrieron ligeras caídas, en algunos casos debido a la preocupación en torno a los desequilibrios (por ejemplo, Argentina y Turquía), y en un plano más general, debido a los crecientes riesgos a la baja que rodean las perspectivas", analizó el FMI.
Según el organismo internacional que lidera Christine Lagarde, quien el próximo viernes aterrizará en nuestro país para supervisar el plan de ajuste que pactó con el presidente Mauricio Macri, esta reducción en el crecimiento de Argentina responde a "la constricción de las condiciones financieras y el ajuste necesario de las políticas".
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El organismo también consignó que el crecimiento en toda la región será más modesto del que estimó meses atrás. "Se proyecta que el crecimiento de América Latina experimentará un ligero aumento, de 1,3% en 2017 a 1,6% en 2018 y 2,6% en 2019 (0,4 y 0,2 puntos porcentuales menos de lo proyectado en el informe de abril)", precisó.
"Aunque el alza de los precios de las materias primas continúa brindando respaldo a los exportadores de la región, el empañamiento de las perspectivas respecto de la edición de abril refleja la complicación del panorama para grandes economías, debido a la constricción de las condiciones financieras y el ajuste necesario de las políticas (Argentina); los persistentes efectos de las huelgas y la incertidumbre política (Brasil); y las tensiones comerciales y la prolongada incertidumbre que rodea la renegociación del TLCAN y el programa de políticas del nuevo gobierno (México)", sostuvo la entidad.
Tras unas variables económicas favorables y un crecimiento sostenido, en la mitad del primer semestre de este año la corrida cambiara y el aumento de tasas en los Estados Unidos, entre otros factores, obligaron al gobierno de Macri a pedir un préstamo de 50.000 millones de dólares al FMI. Pese a la inyección de capital, la inflación se mantiene en un 30% y la tasa de interés de referencia es de 40% anual, siendo una de las más elevadas del mundo.