En medio de la corrida cambiaria, el Banco Central jugó fuerte en la mañana del viernes en el mercado financiero al subir unos 300 puntos básicos la tasa de política monetaria para ubicarla en 30,25%.
De imprevisto, la autoridad monetaria instrumentó otra herramienta con la que cuenta para bajar el apetito de los inversores por los dólares, al margen de la venta de divisas con la que también actuaba, según consignó la agencia Noticias Argentinas.
La sorpresa estuvo marcada porque la decisión fue tomada en una jornada de fuerte tensión en el mercado cambiario, pero en la que no estaba prevista una reunión del Comité de Política Monetaria para mover las tasas.
Pocos minutos después de la fuerte jugada de la entidad que conduce Federico Sturzenegger el mercado cambiario comenzó a descomprimirse, lo que hacía prever que el dólar podría terminar la rueda unos centavos por debajo de los 21,20 pesos en la city porteña.