Animado por números macroeconómicos que mostraron un signo positivo en el primer semestre y acompañando la aceleración en el programa de vacunas, el Gobierno decidió “intensificar” el “Plan Elecciones”, en el cual se busca “forzar” una baja de la inflación con controles de precios y ancla cambiaria, expandir más el gasto público y promover mayor recuperación del consumo vía paritarias más flexibles.
Claro que esta decisión del Ejecutivo de “pisar el acelerador” ha llevado también a una importante expansión del gasto público a partir del mes pasado, de la emisión monetaria, lo que se ve con luces de alerta para diversos especialistas, que hablan del día después de las elecciones y advierten sobre un potencial ajuste.
Sin embargo, la mirada oficial lo descarta y se concentra en más anuncios. En el transcurso de la última semana el Poder Ejecutivo concretó nuevos anuncios de planes, en este caso, el programa Ahora, llevando el esquema a un máximo de 30 cuotas para generar mayor consumo y llegar con números más sólidos a las elecciones.
En los próximos días el Gobierno seguirá analizando más medidas de reactivación del consumo, orientándose especialmente por el lado fiscal, trabajando en correcciones adicionales en cuanto al mínimo no imponible del impuesto a las ganancias para los asalariados (ver recuadro) y también en el esquema de bonificaciones en los gastos con tarjeta de crédito y débito.
Dentro del Plan Elecciones también se incluyó una asignación especial de 5 mil pesos para los jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo, el cual lo percibirán en septiembre, precisamente, unos días antes de los comicios.
Pero, a la vez, se busca asegurar la estabilidad cambiaria, después que el mes de julio finalizara con un dólar considerablemente más “nervioso y alto” de lo que se venía observando a lo largo del año.
Por eso, se estima que habrá mayores restricciones para las importaciones, con el claro objetivo de seguir cuidando los dólares de las reservas que llegan a 42.063 millones.
El Plan Elecciones continúa con los controles de precios y de las tarifas de los servicios públicos y de combustibles. “Se está trabajando profundamente para mejorar el panorama productivo del país a medida que se empiece a superar la pandemia”, recalcó una fuente de Gobierno.
En las últimas horas, el propio ministro de Economía, Martín Guzmán, hizo una referencia concreta a este último punto, asegurando que la mejora de la economía no es un rebote sino una recuperación y que “es el resultado de políticas públicas definidas antes y durante la pandemia”. Sin dudas que esas políticas públicas necesitan combustible, y por eso, el Ejecutivo anunció hace dos días una ampliación del gasto en nada menos que 700 mil millones de pesos.
Para diversos analistas todo esto, sin embargo, no será gratis. Ven que se está generando de nuevo “una bomba de tiempo” y que esta puede estallar antes de fin de año, incluso. En ese sentido, el economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, resaltó que “todo lo que están haciendo es cortoplacista”.
Economistas advierten sobre un potencial ajuste después de los comicios
“Es lo que hace Argentina desde que volvió la democracia en 1983. Es una receta repetida, fracasada, que siempre termina mal. El combo es control cambiario con atraso, congelar tarifas y precios, más controles, más regulaciones. Y es lo mismo que hizo el actual oficialismo en las etapas anteriores”, recalcó.
Castiñeira recordó que durante 2011 “se hizo lo mismo y después de las elecciones se implementó el cepo. Y en 2019 volvió el cepo y hace un año se lo endureció”. “Esto termina mal”, sentenció.
En una misma sintonía, Diana Mondino, de la Universidad CEMA, aseguró que la situación actual “es una crisis con característica distintas a las anteriores”. “En los casos anteriores había stocks. Ahora nos agarra sin stocks y sin empresas, o en todo caso, con empresas muy debilitadas”, aseguró.
Sobre la estrategia que está llevando a cabo el Gobierno, Mondino consideró que “más allá de lo que pase con el resultado de las elecciones, inexorablemente vamos hacia un ajuste”. “Lo que se busca siempre es otorgar subsidios y aumentar los impuestos, lo que implica expandir el gasto, la emisión y de esa manera, el círculo siempre termina con más inflación”, concluyó Mondino.
Desde el oficialismo, en cambio, apuestan a lograr una ratificación en las urnas por parte del electorado de las medidas que se han adoptado y confían en que después de las elecciones la situación pueda ser manejada, especialmente porque se espera cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), algo que se interpreta como un punto de inflexión para que se pueda, en teoría, afirmar el rumbo del crecimiento.
Claves del plan
◆ El nuevo Ahora fue lanzado el lunes pasado y ofrece 12, 24 y 30 cuotas para la compra de neumáticos, muebles, computadoras y electrodomésticos. Busca incentivar el consumo en la recta electoral.
◆ En septiembre, los jubilados y pensionados cobrarán un bono extraordinario de $ 5 mil.
◆ Se elevó el techo de las paritarias. Los últimos en firmar fueron los aceiteros, que cerraron subas del 48,5%.
◆ Los controles de precios, el ancla cambiaria, y las tarifas reguladas de servicios públicos buscan desacelerar la inflación. Este jueves se conocerá el IPC de julio, que sería menor al 3%.
Evalúan subir el piso de Ganancias
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, sostuvo ayer que el Gobierno evalúa elevar el piso de Ganancias, pero debe esperar información de la AFIP para ver “cómo quedó el mapa” salarial tras las paritarias. El Senado aprobó en abril la ley que reforma el tributo, por lo que el mínimo no imponible pasó a 150 mil pesos mensuales bruto.
Tras esa modificación, casi 1.300.000 trabajadores y jubilados dejaron de pagar el impuesto, pero tras las paritarias, parte de ese universo puede ser alcanzado nuevamente.
“El objetivo de la modificación anterior es volver a los niveles históricos de Ganancias, que lo pagaba el diez u once por ciento de la población”, subrayó el titular de la cartera laboral. “Antes de la modificación de la ley, estábamos llegando casi al 20 por ciento”.
“Tenemos que ver cómo quedó el mapa. Es una posibilidad y una facultad que tiene el Poder Ejecutivo. La idea es no volver a la situación anterior”, indicó Moroni en declaraciones radiales.
En ese sentido, el ministro de Trabajo destacó que “la ley que se sancionó el año pasado preveía que el Poder Ejecutivo pudiera modificar los pisos”.
