Luego de que el país haya cerrado su peor año en cuanto a indicadores económicos desde 2002, el Gobierno intentará tener un 2019 con algo de estabilidad. La mayoría de los economistas prácticamente descartan que el año que viene haya posibilidades de crecimiento significativo, pero elaboran escenarios base donde la actividad empieza mostrar leves signos de recuperación lenta, pero en un contexto de serios riesgos financieros.
PERFIL consultó a equipos económicos para conocer cómo son esos escenarios que vislumbran para el próximo año. Uno de ellos es el que se podría calificar como neutro u optimista, dado que el PBI se contraería, pero mejoraría la actividad en la comparación con 2018. El otro es lisa y llanamente negativo y contempla una incertidumbre que no cae y un desplome que continúa.
No obstante, los consultados le asignaron mayores probabilidades a un escenario levemente positivo. Aunque, para ello, muchos aseguran que debe haber estabilidad política, un clima que juegue a favor, un contexto internacional menos convulsionado y un Brasil que sea pujante y traccione. En cuanto a la política, no descartan que la mala visión que tienen los mercados respecto de Cristina Kirchner, que asoma como candidata de la oposición, alimente tensiones financieras.
“Nuestro escenario es moderadamente optimista: prevemos que la actividad crecerá todos los trimestres, la inflación descenderá casi 20 puntos respecto de 2018, el tipo de cambio se depreciará a un ritmo levemente menor a la inflación, se alcanzará el superávit fiscal primario y se reducirá notablemente el déficit de cuenta corriente”, explicó el economista principal de BBVA Research Argentina, Marcos Dal Bianco. No obstante, según las previsiones de la entidad financiera, “el ritmo trimestral promedio de crecimiento del PBI será de 0,6% y no alcanzará para compensar el fuerte arrastre negativo (-2,4%) que dejará 2018, lo que implica un PBI anual que caerá en 2019 en torno a 1%. La inflación descenderá en 2019 y cerrará el año en 29%. Además, la demanda interna se mantendrá débil”.Además, pronostican que el escenario más benévolo tendría un 70% de chances de suceder, contra un 30% del opuesto.
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Juan Ignacio Paolicchi, de EcoGo, advierte que un escenario negativo, “con toma de ganancias”, las variables macroeconómicas pueden “irse a cualquier lado, porque se aceleraría la inflación, subiría abruptamente el tipo de cambio, y la tasa de interés debería crecer como sobrerreacción a la salida de capitales”. De todas formas, EcoGo también elaboró como escenario base uno optimista/neutro, en el que la economía detiene su caída pero el PBI cae por el arrastre de este año. “Con un dólar que se mueve entre bandas”. Por su parte, en el escenario base de Guido Lorenzo, de LCG, la actividad puede quedarse en un 0% o incluso “crecer marginalmente”.
En una sintonía similar a lo mencionado por Del Bianco, el director de C&T Asesores, Camilo Tiscornia, considera que Argentina se dirige hacia un escenario “de recuperación, nada grandioso”. Ante la pregunta de PERFIL respecto de cuántas probabilidades asigna a cada una de las alternativas, consideró: “50% escenario de leve recuperación, 30% negativo y 20% de recuperación un poco más profunda”. No obstante, afirmó que si las encuestas consideran que puede ganar Cristina, existen chances de que se genere un clima completamente disruptivo para la economía.
Vínculo. “Las alternativas optimista o pesimista dependen de la relación que se genere entre economía y política”, señaló Matías Carugati, de la consultora Management & Fit. “Si la reactivación es temprano o es más fuerte, mejora la valoración social del Gobierno, aumentan las chances de Cambiemos y por el lado financiero eso ayudaría a estabilizar, lo que retroalimentaría la situación” añadió.
Sin embargo, Management & Fit no descarta un contexto negativo tanto para el Gobierno como para el país: “Si la reactivación se demora mucho o no tiene impacto sobre el mercado laboral, va a haber menores probabilidades de reelección de Cambiemos y eso repercute por el lado financiero en depreciación”.
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No obstante, más allá de esas alternativas optimista y pesimista, el pronóstico de Carugati es escenario neutro: “La actividad empezaría a rebotar en el 2° trimestre y el mercado laboral reaccionaría con algo más de fuerza a partir de mediados de año”.
“En el mejor de los casos va a ser un año en el que los salarios recuperen lo que perdieron”, señaló Gabriel Caamaño Gómez, de Ledesma, quien consideró que “veo más chances de que las cosas salgan bien que de que no salgan”, aunque advirtió: “Este año fue un desastre, por crisis de balanza de pagos. Puede ser que lo bueno tenga gusto a poco”. Lorenzo añade que los salarios pueden recuperar un 4% en términos reales, pero sin llegar a recomponer lo perdido.
El fantasma del dólar a $60
La mayoría de los economistas consultados creen que si gana Cristina o si empieza a crecer en las encuestas eso puede generar un clima disruptivo, debido al rechazo que genera en los mercados. Por su parte, los economistas cercanos a la expresidenta, encabezados por la diputada Fernanda Vallejos, realizaron al semana pasada un informe en el cual consideran que en 2019 la inflación será del 35%, el dólar se irá a $60, el PBI caerá un 2%, la tasa de interés será del 50, el desempleo del 13,5% y la pobreza del hasta el 37%. De los economistas consulktados por PERFIL, Guido Lorenzo fue quien se refirió al a posibilidad de un dólar a $60, aunque solo si se plasma un contexto negativo, "en el que la política empieza a incomodar a la economía y la dolarización se profundiza".