El Senado de la Nación aprobó esta madrugada a el proyecto de la oposición para morigerar la suba de las tarifas de servicios públicos y se preveía que resultara aprobada la ley, pese a la resistencia del oficialismo y la advertencia de un veto del presidente Macri. La votación resultó en 37 votos a favor y 30 en contra. La norma había sido aprobada en Diputados por 133 votos a favor, 94 en contra y tres abstenciones.
El debate de la iniciativa, que empezó alrededor de las 15 horas, se hizo extenso debido a que se anotaron 51 senadores para tomar la palabra, pero al final de la jornada se sancionó la ley con los votos del Bloque Justicialista, el Frente para la Victoria-PJ y otras bancadas opositoras.
Los senadores de Cambiemos rechazaron el proyecto con el argumento de que tendría un impacto fiscal negativo y que beneficia principalmente a la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, al tiempo que criticaron el esquema de subsidios que mantuvo las tarifas baratas durante la gestión del kirchnerismo.
En tanto, el Bloque Justicialista, el kirchnerismo y otros bloques opositores argumentaron que los aumentos en gas, electricidad y agua corriente deben tener un límite y que el Gobierno tiene que rever su política energética.
La iniciativa aprobada propone retrotraer las tarifas a noviembre de 2017 y que los aumentos no superen el índice de variación salarial para usuarios residenciales y el de precios mayoristas para las pymes, al tiempo que señala que las empresas deberán devolver lo que se cobró de más al momento de sanción de la ley.
En el transcurso de la sesión, el puntano Adolfo Rodríguez Saá, que aportaba su voto a favor del proyecto, se retiró, mientras que el neuquino Guillermo Pereyra, del Interbloque Federal, anticipó que votaría a favor a pesar de que, al término de una reunión con el presidente Macri, se rumoreara que lo haría en contra.
El senador Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque Argentina Federal, que siempre tuvo buen diálogo y acuerdos con el oficialismo, acusó al gobierno de no haber buscado una salida consensuada con el Congreso. "Podríamos haber buscado caminos alternativos pero el gobierno nunca tuvo voluntad", declaró Pichetto en las puertas del Senado y consideró que el freno al "tarifazo" es "un mensaje político del Congreso dirigido al gobierno de que hay poca tolerancia social de cara a los aumentos".
QUIÉNES VOTARON A FAVOR
El catamarqueño Dalmacio Mera, del Bloque Justicialista, aceptó que "el sinceramiento (de las tarifas) correspondía" porque "había una política de subsidios que estaba agotada y generaba inequidades" con el interior del país.
No obstante, aclaró: "Tienen que tener un límite atado a la variación del salario, por lo menos hasta que mejoren las condiciones económicas. No puede ser que las empresas estén ganando lo que están ganando y los usuarios estén viendo si pagar la salud o las tarifas, o las expensas o las tarifas".
El cordobés Carlos Caserio, del mismo bloque, afirmó que es "injusto" que las provincias del interior estén "subsidiando la tarifa de Capital Federal y provincia de Buenos Aires" y se despegó de la postura del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, al afirmar: "El día que yo tenga que pedir permiso para hacer algo, me retiro de la política".
La mendocina Anabel Fernández Sagasti, del FPV, pidió que el presidente Mauricio Macri "abandone las visiones paranoicas de que la oposición se junta para llevarle un problema" y agregó: "Todo lo contrario, le estamos dando un mandato republicano para que revea la política tarifaria y energética".
La senadora del FPV-PJ sostuvo que "la política energética que lleva adelante un ministerio cartelizado como nunca antes, constituye una gran estafa nacional, que transfiere millones y millones de pesos del bolsillo de los ciudadanos a un grupo de empresarios amigos del poder".
El justicialista chubutense Alfredo Luenzo, en tanto, dejó en claro el enojo que se extendió en esa bancada luego de que el Presidente les pidiera públicamente que "no se dejen conducir por las locuras de Cristina Kirchner", y afirmó: "Fueron muy desafortunadas las declaraciones: a mi no me corren ni Mauricio ni Cristina".
Y QUIÉNES EN CONTRA
El bonaerense Esteban Bullrich, de Cambiemos, afirmó que el proyecto "es irresponsable" y "sostiene una desigualdad que se heredó, que hacía que en el interior se pagaran tarifas hasta en un 70% más caras". "No vamos a poner 10 pesos en el bolsillo de un argentino para sacarle 50 del otro", sostuvo Bullrich y, en referencia a la administración anterior, remarcó: "Les pusieron 10 pesos en el bolsillo pero le sacaron 50 del otro".
La senadora cordobesa Laura Rodríguez Machado, de la misma bancada, se refirió al kirchnerismo y señaló: "Como niegan el problema, niegan que mintieron sobre la inflación, ahora parece que los que generamos el problema de las tarifas somos nosotros, que en realidad queremos transparentar las tarifas gradualmente".
La legisladora jujeña Silvia Giacoppo, también de Cambiemos, sostuvo en tanto que con el proyecto de la oposición "se le sigue mintiendo a la gente", mientras que el correntino Pedro Braillard Poccard indicó: "Llegó el momento de tener un produndo debate no solamente sobre la política energética sino sobre cómo se repartieron los subsidios".
Por su parte, el sanjuanino Roberto Basualdo, del Interbloque Federal, defendió el proyecto presentado por el oficialismo, el cual en lugar de retrotraer tarifas propone una rebaja del IVA que se cobra en las facturas. "Es un proyecto federal y es accesible. No vamos a tocar ninguna tarifa, solo vamos a tocar el IVA y lo vamos a pagar entre todos los argentinos", expresó Basualdo.