Si bien no fue el único argentino que recorrió la Biennale de Venecia, sí quien al cierre de esta edición confirmó que regresa con la “valija llena” Eduardo Costantini compró el conjunto escultórico –formado por cinco piezas– que el artista tucumano Gabriel Chaile llevó para exponer en la edición 59 de la famosa bienal. Si bien esta compra pasará a la colección personal del empresario –como el último Frida Kahlo por el que pagó 35 millones de dólares–, la primera presentación en público sí se preveé será en el Malba. Estas esculturas de Chaile están realizadas en arcilla sin cocer, miden entre tres y seis metros y pesan más de 300 kilos.
Las mismas fueron comisionadas a este artista de 37 años por Cecilia Alemani –curadora de la presente edición de la Bienal de Venecia–, y él las “bautizó” con los nombres y apellidos de sus familiares. Esto es, su abuela materna, Rosario Liendro –la escultura más grande–; le siguen su madre, Irene Rosario Durán; su padre José Pascual Chaile; su abuela paterna, afrodescendiente, Sebastiana Martínez; y su abuelo paterno Pedro Chaile. “Cuando Cecilia (Alemania) me invitó a participar me concentré en hacer algo que tuviera sentido con mis investigaciones, talleres y participación en las ollas populares de la Argentina, proyecto que yo llamo ‘genealogía de la forma’. El conjunto tiene que ver con el vacío, con una “laguna arqueológica”, la ausencia de relatos sobre nuestros antepasados. Me siento un arqueólogo intuitivo: explorar mi pasado y el de muchas otras personas que habitan las periferias, silenciadas y cargadas de situaciones asociadas a la violencia, doméstica e institucional”, dijo Chaile. Por su parte la italiana Alemani explicó que “basándose en el conocimiento indígena y subvirtiendo los estereotipos colonialistas, Gabriel Chaile presenta una nueva serie de esculturas monumentales, que se elevan como los ídolos de una fantasiosa cultura mesoamericana”. Según Costantini, este artista argentino tiene “ gran proyección internacional, reivindica la cultura y la tradición indígena de nuestro país y de América Latina.” Y para el empresario, esta compra es “la oportunidad de preservar unido el conjunto de las cinco obras que Chaile concibió especialmente para Venecia 2022 como Un homenaje a su propia historia personal y a una reivindicación de la cultura popular en la que se formó en su Tucumán natal”.
Todos a la mesa
Se activaron las comidas y hasta el barbijo pasó a un segundo plano, aunque el gel sanitizante es el ítem infaltable. En un hotel de Recoleta, Martin Cabrales, Francisco De Narváez, Sebastian Bagó, Marcelo Mindlin, , José Urtubey, Gustavo Salinas –flamante presidente de Toyota–, y Ezequiel Barrenechea, entre otros, tuvieron una cena con el banquero y presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, quien sumó a su canciller y ministro de economía, para abrir su país como terreno de inversión de capitales argentinos. En Zona Norte, una comida que por el coronavirus se demoró casi dos años, tuvo de anfitrión a Miguel Acevedo quien como ex titular de la Unión Industrial Argentina, recibió a amigos e integrantes de esa orga. Y en el restaurante del Jockey Club -en Recoleta– otro grupo de empresarios, agasajó a Lacalle Pou (padre).
Un argentino suma tres condecoraciones de Francia
Con esta condecoración, Aníbal Jozami sumó la última de las tres que entrega Francia. Y así lo explicó Claudia Scherer Effose, embajadora de Francia en Argentina, en la ceremonia que se hizo en la sede diplomática porteña. “Podríamos decir que esta es la insignia que le faltaba, porque usted (Jozami) ya es ‘chevalier”(caballero) de las dos órdenes nacionales: du Mérite (del mérito), recibida en el año 1999: y la Légion d’Honneur (legión de honor) en 2011”, dijo Scherer Effose. “Ambas distinciones dan cuenta de la vasta, profunda, variada e histórica relación que lo une a mi país, de su quehacer en favor de la cooperación con Francia y, por supuesto, de su francofilia y francofonía.” Esta tercera medalla que recibió Jozami es la de “oficial de la Orden de las Artes y las Letras” y la extiende el ministerio de Cultura y Comunicación de Francia. Además de tener en su piso de Recoleta en una colección más que importante, con obras que decoran literalmente todos los ambientes, es rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y presidente de la Fundación Foro del Sur. “Me inicié en la actividad política y cultural a fines de los sesenta, momento de grandes discusiones sobre el compromiso político de universitarios e intelectuales”, relató Jozami en el acto propiamente dicho. “En esos años, la escena europea estaba protagonizada –desde mi perspectiva– por dos sujetos dominantes: Charles De Gaulle, en lo político; y André Malraux, en lo cultural. De Gaulle, con su postura independiente que imaginaba un nuevo rol para los ‘terceros países’, eludiendo la polaridad planteada durante la guerra fría entre el capitalismo norteamericano y el socialismo soviético, además de su prédica por una Europa del Atlántico a los Urales.(…) Pensemos qué distinto sería el mundo de hoy si ese planteo hubiese progresado. Malraux fue y sigue siendo, a nuestros ojos, la imagen misma del intelectual comprometido con su tiempo y su país y, sobre todo, con los ideales democráticos por los que había peleado en varias guerras y, fuera de los campos de batalla, desde sus escritos.” En sus palabras mencionó a intelectuales y artistas franceses como Christian Boltanski –de quien Jozami tiene obras en su colección–, el cineasta Marin Karmitz, Audrey Azoulay –actual directora general de Unesco–, los economistas Jean Paul Fitoussi y Bertrand Badie, entre otros. (…) Francia y París no son sólo bellos paisajes en los que habitar, o sitios donde ver buen cine y teatro o escuchar jazz, sino que forman parte, de distintas maneras y a diferentes niveles, de mi modo de estar en el mundo” .
Cruz versus Ketanji: ganó Ketanji
En una reñida votación de 53 a 47, legisladores de Estados Unidos eligieron a Ketanji Jackson Brown como jueza de la Corte Suprema. En sus 233 años de historia, hubieron 120 jueces de los que 117 fueron blancos; 115, hombres; Brown es la tercera integrante negra. Fueron interesantes las preguntas que precedieron a la votación. Entre ellas las de Ted Cruz, senador republicano de Texas, un estado que como dice Louise en “Thelma&Louise”, "no querrías cruzar si te violaron". “¿Los bebés son racistas?”, inquirió Cruz a Brown. También quiso saber porque ella no llama “inmigrantes indocumentados” a quienes ingresan ilegalmente al país; y su opinión sobre tres libros que critican el racismo y que se recomiendan en una escuela donde ella integra el consejo: Teoría critica de la raza, Bebé antirracista y El fin de la policía.