ELOBSERVADOR
Hector Fautario

“Capellini era un loco, un idiota útil, que fue utilizado por Videla y Massera”

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—¿Por qué dio el golpe Capellini?
—Porque lo pasé a retiro por indisciplina. Estaba todo planificado y usaron esa excusa para sacarme y poder para dar el golpe del 24 de marzo y poner gente para apoyar el combate contra la subversión.
—¿Cuándo se enteró del golpe del 24 de marzo?
—En octubre de 1975, almorzamos con Videla y Massera en su barco mientras navegábamos por el Río de la Plata. “Vamos a ir pensando en el cambio de gobierno”, me dijo Massera. “Sabés que estoy en contra”. “Las fuerzas trabajamos juntas”. “Recién me entero. ¿Vos lo sabías?”, le pregunto a Videla. “Sí, vamos a tomar todo el país al mismo tiempo, ya tenemos todo pensado”. “No estoy de acuerdo. Las elecciones son en octubre y en junio empieza la campaña. ¿Por qué no esperar y ver qué pasa? Si gana el radicalismo, se termina el mito del peronismo invencible y si no van a estar ellos, tendremos que aceptarlo”. “Vas a tener el 33% del poder”. “Le voy a informar a mi Fuerza, pero mientras sea comandante no vamos a hacer el golpe”. Ahí cometí un error porque le di a Massera la solución: sacarme. Entonces, armaron el golpe usando idiotas útiles: Capellini, que era un loco que podía llegar a hacerlo, y Agosti para que los acompañara.
—¿Cuándo se entera de que lo quieren sacar?
—En una reunión que se hizo en Campo de Mayo en la que participaron Videla, Viola y el almirante Armando Lambruschini, Massera planteó que me tenían que echar para poder dar el golpe. Me enteré de que después, en un encuentro de la promoción de Agosti, se habló de que me iban a echar.
—¿Cómo empezó el golpe?
—Tenía que ir a Córdoba a poner en funciones al nuevo jefe de brigada. Ya sabía quiénes eran los que lo iban a hacer y se lo dije al comandante de Operaciones. Veía mucho movimiento entre las unidades, tipos que iban de una brigada a otra, algo que no era común. Llegamos a Aeroparque, subimos al avión y empiezo a ir hacia la pista para despegar y me cruzaron un auto adelante. Bajé y estaban los comodoros Estrella, De la Vega, Cáceres y Gandolfi. Estrella me apuntó con un FAL y me dijo: “Córrase del avión porque si no, lo voy a matar”. Dispare, a usted no le da el cuero para matarme. Me subieron de nuevo y me llevaron a Quilmes, donde estaban los talleres, y me metieron en una habitación.
—¿Cómo logró escaparse?
—Al rato, sentí un silencio total, salí y vi que no había nadie. Se habían ido todos. Me encontré con un mayor que no estaba de acuerdo con lo que estaban haciendo. Subimos a su auto y nos fuimos para el Cóndor. Llamé y les dije que iba para allá. Todos los confabulados empezaron a temblar.
—¿Qué ocurrió allí?
—Subí a mi despacho y reasumí el mando. El brigadier José María Klix, mi segundo, me dijo que las cosas estaban agotadas. Le ordené que preparara una reunión de brigadieres para poner todo en claro. Entonces, llegó a mi despacho el ministro de Defensa Fernando Botero con el decreto de la presidente con el nombramiento de Agosti como jefe. ¿Por qué hace esto si sigo en funciones? “Klix dijo que había un vacío de poder”.
—¿Qué hizo después?
—Tuvimos la reunión de brigadieres donde Rubens Graffigna me pidió que me fuera. No tienen idea de lo que van a hacer. Todos ustedes son responsables y la historia y la Justicia los va a juzgar. Después, pedí hablar con la presidenta, pero se hizo negar. Entonces me fui a Olivos y ella se recluyó en su cuarto. Le transmití que en poco tiempo le iban a hacer lo mismo a ella. Volví al Cóndor y lo encuentro a Botero con Agosti. Me reuní con él y le dije: “Me voy, pero luego los van a echar a ustedes porque el golpe ya está en marcha”.
—¿Qué hubiera hecho de estar en funciones el 24 de marzo?
—Hubiera presentado la renuncia unos días antes. Nunca sentí el golpe como opción, siempre seguí el mando.
—¿Por qué dio el golpe Capellini?
—Porque lo pasé a retiro por indisciplina. Estaba todo planificado y usaron esa excusa para sacarme y hacer el golpe.