ELOBSERVADOR
El parteaguas del caso Maldonado

¿En qué espejo podremos mirarnos?

El coautor de la novela gráfica Murales. Una historia sobre Santiago Maldonado, protagonista del documento fotográfico de esta edición de El Observador (páginas 6 y 7), reflexiona sobre el momento en el que, ocho años atrás, la imagen de Santiago estaba por todas partes, y lo compara con el presente.

17_08_2025_maldonado_cedoc_g
| cedoc

Se cumplen ocho años de la desaparición de Santiago Maldonado; un parteaguas en la sociedad argentina, aunque nunca hayamos terminado de tomar conciencia de ello. ¿Por qué un parteaguas? No por la desaparición en sí. Lamentablemente, hemos tenido numerosas desapariciones en Argentina desde diciembre de 1983. Pero sí por lo que ocurrió con la respuesta de la sociedad argentina.

En un primer momento, paradójicamente, la solidaridad fue tan o más grande que en otros casos previos: docentes que incluían el nombre de Santiago al pasar lista en sus clases como disparador de una reflexión colectiva, médicos y enfermeros que lo llamaban en las esperas de las guardias de hospitales, su foto recorriendo el conjunto del país y gran parte de los medios de comunicación. La pregunta colectiva acerca de su destino. Pero algo se quebró en aquella ocasión.

El gobierno de aquel momento enfrentó por primera vez una desaparición poniendo en duda el hecho, esparciendo rumores falsos, defendiendo el accionar de las fuerzas de seguridad. Es cierto que hubo un breve antecedente con las declaraciones de algún funcionario de gobierno ante la desaparición de Jorge Julio López una década antes. Pero, en este caso, no fue apenas un funcionario, sino una respuesta orgánica del gobierno y de muchos medios de comunicación afines.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Todo esto desató un conjunto de ataques contra los propios familiares de Santiago, contra los docentes que buscaban instalar el problema en las aulas (llamando a las familias a denunciarlos a las autoridades, abriéndoles sumarios administrativos). Se buscó contrarrestar cada respuesta solidaria de las que habían caracterizado a la sociedad argentina ante las desapariciones desde el fin de la última dictadura, desde el acuerdo colectivo por el “Nunca más”.

Hasta surgieron libros con títulos como La invención de una desaparición, desacreditando todo el proceso de denuncia y búsqueda. A los pocos meses fue asesinado, en la misma zona, Rafael Nahuel. Algo había cambiado profundamente en la sociedad argentina.

Murales es una novela gráfica, con mi autoría y la del ilustrador Juan Soto, que busca dar cuenta de ese proceso, del que tenemos poco registro y menos análisis. De cómo el parteaguas del “caso Maldonado” fue el inicio de un proceso que nos trajo a esta Argentina, donde el insulto o la agresión son parte de la vida cotidiana, donde se van quebrando las lógicas de construcción de lazos de convivencia, donde se puede llamar desde el poder político al exterminio de grupos opositores o instalar metáforas como cucarachas o ratas para referirse a ellos: el tipo clásico de deshumanización que precedió a la mayor parte de los procesos genocidas en el planeta.

Todo eso nos parece normal. Volver al momento del parteaguas nos permite observar qué vertiginoso y profundo ha sido el cambio.

En Murales hemos intentado dar cuenta de ello desde la ficción. Algo cambia, indudablemente, cuando nos dejamos arrastrar por la irradiación de lo peor que anida en nosotros, esas emociones que siglos de civilización (o décadas de convivencia democrática) habían logrado inhibir pero que vuelven peligrosamente a la superficie.

El caso Maldonado no ha sido esclarecido. Pero, al igual que con el sufrimiento de la pandemia del covid-19, elegimos mirar para otro lado. Y, de ese modo, nos zambullimos en formas cada vez más nauseabundas de las que nos cuesta imaginar cómo salir.

Las conmemoraciones son momentos para mirar atrás. Y, con el reflejo del pasado, tiempos para volver a mirarnos en el espejo. Para apelar a encontrar lo mejor de nosotros en esas siluetas que cada vez se nos parecen menos.

*Doctor en Ciencias Sociales, investigador del Conicet y profesor titular regular en UBA y Untref. Es coautor (junto al ilustrador Juan Soto) de la novela gráfica Murales. Una historia sobre Santiago Maldonado, que acaba de ser editada por Marea y Hotel de las Ideas.