María cierra los ojos y canta junto al piano de cola en el Teatro Colón. Su exquisita voz de soprano resuena en la misma sala donde vibraba su registro de tenor hasta que hizo el cambio de género y rompió el molde del principal coliseo argentino.
Argentina por opción, María Castillo de Lima nació en San Pablo como Felipe hace 34 años. Es la primera artista transgénero en pisar el escenario del Colón, una de las salas líricas más importantes del mundo.
Ingresó por concurso de tenores en 2010 y, tras una transición que inició en 2011, debutó en 2014 en el rol de Mamma de Madame Butterfly con aclamación del público en una carrera que no ha parado de ascender.
Como pianista, compuso tres óperas, centenares de canciones, obras de cámara y sinfonías.
Su irrupción sacudió las rígidas convenciones de la ópera en el más conservador de los espacios. Al comienzo el Colón fue reacio a concederle el lugar de soprano en el Coro Estable, pero terminó rindiéndose a los pies de su talento este año.
Su vida es fuente de inspiración para la comunidad transgénero, que la considera un icono de sus luchas por la igualdad de derechos.
Polifonía. “Soy un cuerpo con dos voces”, se ufana risueña, consciente de lo peculiar de su caso.
Otro tenor del Colón ha hecho la transición después de María, “pero no logró cambiar de registro y sigue siendo tenor”, señala.
“Hice los dos cambios. Uno más profundo y absoluto que fue reeducar y reelaborar todo mi trabajo vocal para que tenga que ver con el género con el cual me autopercibí”, explica orgullosa.
“Plácido Domingo ha grabado dúos haciendo de barítono y de tenor, Grace Bumbri de soprano y mezzo, pero una persona que haga de tenor y soprano hasta ahora no se ha visto”, afirma.
Un personaje de creación propia, Maria Vkallasova, fue un puente hacia su nueva identidad.
“Cantaba como mujer y en un momento me arrancaba las ropas en escena, quedaba como varón y seguía como tenor”, recuerda sobre esas presentaciones que montaba en un teatro alternativo de Buenos Aires.
Tras dar el paso definitivo, dejó de cantar en público como tenor para evitar ser tomada por travesti.
“Pequeño Mozart”. Hija de un albañil argentino y de una cocinera brasileña que cantaba en una iglesia evangelista, María tuvo una infancia humilde pero rebosante de música. Llegó con su familia a Argentina a los 7 años y se instalaron en un terreno fiscal en La Plata, en las antípodas del mundo dorado de la ópera.
“Mi papá armó un rancho, no me da vergüenza contarlo, me da orgullo porque habiendo tenido esa infancia tan limitada siempre fui muy feliz. Trato de honrar el esfuerzo”, afirma emocionada.
Autodidacta, aprendió música con un libro que tomó prestado de una biblioteca popular. “Iba a una escuela que tenía un piano viejo y cuando un profesor faltaba, la portera me abría el salón y yo tocaba”, recuerda.
Cuando años después ingresó al conservatorio municipal, recibió el mote de “pequeño Mozart” por su precocidad musical, que la llevó a componer una ópera a los 16 años.
María descubrió su voz femenina casi por casualidad, cuando una soprano no daba la nota aguda y un tímido Felipe la cantó para asombro de todos.
Desde entonces supo que podía llegar a ese registro, que luego iría a tono con el género con el cual decidió “ser feliz”.
Diversidad. Aunque no fue un camino fácil, agradece al Colón “por abrirse a la diversidad”.
“Los brazos se fueron abriendo de a poco porque este es un proceso social no solo dentro del teatro sino en Argentina, que por más que es pionera con la Ley de Identidad de Género, la sociedad tiene que repensar el tema de las personas trans y ver que pueden desarrollarse en cualquier disciplina”, afirma.
En ese sentido, considera que ha marcado camino más allá de lo artístico a favor de la inclusión.
“Aquellos que no le dan trabajo a una chica trans por prejuicio, que vean que el Teatro Colón aceptó a una persona trans”, señala María, segura de que “en pocos años será algo común”.
Mozart en la fiesta de ‘Noticias’
María Castillo de Lima fue una de las expresiones artísticas que dieron brillo a la fiesta por sus 30 años que la revista Noticias organizó el lunes 2 de diciembre en el Teatro Colón. Junto a otra soprano, Verónica Cangemi, interpretaron el célebre dueto de la opera Cosí fan tutte, de Wolfgang Amadeus Mozart. Fue Cangemi quien organizó, el año pasado, el Primer Concurso Internacional de Canto Lírico Opera Mendoza, en el que Castillo obtuvo el segundo puesto y una visibilidad internacional que le permitió, entre otras cosas, dar un recital como soprano solista en Tenerife, España.