“El tren, ese coloso de hierro que achicó la inmensa Pampa. Ese que creó pueblos a su paso. Ese que fue sueño de pioneros. Ese que fue orgullo. Ese que fue símbolo nacional. Ese tren es un recuerdo del pasado, pero también un anhelo del futuro”.
Así lee un mural ubicado en la estación de ferrocarriles de Once dedicado a “La Porteña”, que fue, el 30 de agosto de 1857, la primera locomotora con pasajeros en circular por suelo argentino. Ese viaje, que comenzó en la Estación del Parque y terminó en la entonces localidad de Floresta, tuvo tan solo diez kilómetros de distancia, pero fue el puntapié para una relación de amor fundamental en la historia de nuestro país: la del progreso y los ferrocarriles.
A pesar de la importancia vital que tendría este medio de transporte para el desarrollo de Argentina, pasarían más de 60 años hasta que se establezca un gremio que nuclee a los trabajadores ferroviarios. Esto se dio el 6 de octubre de 1922 cuando, con el apoyo de más de 100 mil trabajadores organizados a lo largo de todo el país, nace la Unión Ferroviaria, con el objetivo principal de darle voz y dignidad a los trabajadores del rubro.
Este 6 de octubre se conmemoran 100 años desde la creación de la Unión Ferroviaria, que continúa siendo el más importante gremio ferroviario del país, teniendo el mismo peso y la misma vigencia que cuando se fundó. Su secretario general, Sergio Sasia, comenta acerca de la creación del sindicato: “Esos trabajadores luchaban en un contexto de desigualdad y en contra de la indignidad de sus condiciones de trabajo. Fue así que, en unidad, junto a sus familias, mayormente extranjeros en búsqueda de una mejor calidad de vida comenzaron a movilizarse, buscando entre otras cosas terminar con la explotación y yendo detrás de la jornada de ocho horas”.
Serían esos mismos trabajadores que años después, en 1933, bajo la necesidad de unificarse y organizarse, llevaron adelante la fundación de una “Casa Madre”, donde hasta el día de hoy funciona la sede central, mismo lugar en donde originalmente funcionó la Confederación General del Trabajo (CGT).
Ya por los años 40, las aspiraciones británicas eran las de conservar parte de la propiedad creando una empresa mixta de ferrocarriles, por lo cual un hito de importancia cúlmine en la historia de los trenes argentinos y, por consecuencia, del sindicato, fue la nacionalización de los ferrocarriles el 1 de marzo de 1948 bajo la presidencia de Juan Domingo Perón. A partir de este evento, cada 1 de marzo se conmemora el Día de la Trabajadora y el Trabajador Ferroviario, suplantando a la fecha anterior, el 30 de agosto, día del recorrido inaugural de “La Porteña”.
“No fueron todos avances y victorias en nuestra historia. La ‘Casa Madre’ fue intervenida en varias oportunidades y los ferroviarios fuimos golpeados por proyectos de leyes desfavorables en cada gobierno militar. Eso sin contar lo que pasó en la década de los 90, ante el intento de privatizar por completo el sistema ferroviario que finalmente fue concesionado: pueblos aislados, sin luz, sin agua. Compañeros con 30 años de trayectoria despedidos”, se lamenta Sasia.
El resultado de la Ley de Reforma del Estado dejó ramales de trenes de pasajeros y cargas cerrados, despidos y reducción de más de 90 mil trabajadores. Para mediados de los 90 los ramales se redujeron de 47 mil kilómetros a 15 mil.
La actual conducción del sindicato, liderada por Sergio Sasia, fue elegida para su primer mandato el 27 de noviembre del 2012, fecha en la que la histórica Lista Verde se impuso con más del 87% de los votos de afiliados y afiliadas, asumiendo el 16/4/2013, y su gestión fue refrendada nuevamente en las urnas en el año 2017 y el año pasado, siempre bajo el lema “Trabajo, Gestión y Pasión Ferroviaria”. “Gestionamos día a día en la defensa del poder adquisitivo de los salarios, la mejora de los CCT y la calidad de vida de las y los trabajadores, la formación y capacitación continua, la mejora en la prevención y prestaciones médicas, los beneficios sociales, la estructura edilicia, de Seccionales y construcción de predios y centros recreativos para promover la cultura, el deporte y la recreación. Creamos la Juventud Nacional Ferroviaria por primera vez en la historia del Sindicato, que es presente y futuro, que se forma y capacita, al mismo tiempo que extiende su militancia y solidaridad a lo largo y ancho del país”, enfatiza Sasia.
El paso de los años trajo consigo una serie de cambios. Entre ellos, el rol de la mujer ferroviaria, que hasta principios de la década pasada estaba restricto a cinco tareas: limpieza, tareas administrativas, boletería y, en contados casos, cuestiones operativas y de control de evasión. El secretario general, quien también fue elegido como secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), reflexiona acerca del rol de la mujer en el gremio: “Hoy tenemos 17 especialidades en las que se desenvuelven las compañeras: soldadura, herrería, reparación de vías, solo por nombrar algunas. A partir de nuestra gestión, que comenzó en 2013, ingresaron miles de trabajadoras. También desarrollamos diferentes actividades por la igualdad, contra el acoso y la violencia, concientizando y capacitando. La participación de la mujer es una cuestión central de nuestra gestión”.
Preguntado acerca de qué planes tiene a futuro como Secretario General de la Unión Ferroviaria, Sasia reflexiona: “Un anhelo mío es crear la Universidad Ferroviaria Argentina. Hoy existen especialidades en algunas universidades (UNLA, UNSAM, Untref), algunas de posgrado y otras intermedias, pero no hay una carrera específica para formar a los ferroviarios del futuro. Lo que necesita Argentina hoy es materia gris con conocimiento, y eso no se está dando desde el sector privado. Nosotros lo hacemos principalmente desde nuestro centro de formación, el Instituto 6 de Octubre. Estamos convencidos que el desarrollo ferroviario tiene que ser una política de Estado. Cuando uno mira a los países desarrollados del mundo, se encuentra con que el ferrocarril es la columna vertebral del transporte. Por eso es que queremos llevar adelante en el Congreso un proyecto para que se establezca como política de Estado el desarrollo constante del sistema ferroviario, de manera que esto perdure a través del tiempo”.
“Lo otro muy importante que hemos presentado a los Ministros de Producción Transporte y otros Organismos, es la sustitución progresiva de importaciones, que generaría empleo nacional a través de la creación de empresas de material ferroviario. Hoy importamos cientos de elementos que podrían fabricarse en el Pais hasta los tirafondos, que son unos clavos que se usan para fijar los rieles. Tenemos que pensar a futuro qué sistema ferroviario queremos y, para eso, darles la posibilidad a los que tengan ganas de invertir en eso. El ferrocarril es una fuente de generación de empleo y un potenciador de la industria nacional increíble. Solo hay que tomar la decisión”, expresa Sasia. “También desde la CATT estamos impulsando una Ley Federal de Transporte para presentar ante el Congreso de la Nación, que conduzca al fortalecimiento y articulación de los distintos modos, para poner de pie a la Argentina con mayor producción, más desarrollo, más empleo y para aportar al equilibrio ambiental”, agrega.
En referencia a cómo se vive la grieta política desde el gremio, el secretario general contesta: “Solo hay que tratar de evitar la grieta y encontrar dos o tres puntos en común. ¿Quién no va a estar de acuerdo, sea del signo político que sea, en debatir los ejes que planteamos, que van a ser en beneficio de todo el país? Bueno, ese debate hay que darlo. Ojalá podamos juntar voluntades”.