Harrison Ford es realeza pop. Suena a cargo gestual, pero pocos nombres del Hollywood enorme invocan, a su pesar y ya no tanto, la forma en que determinados personajes y films no salen de la memoria popular. Ford volvió a ser el intrépido Indiana Jones (y lo será una vez más), volvió a ser el atorrante simpático de Han Solo en la saga Star Wars y ahora, en la recién estrenada Blade Runner 2049, es nuevamente Rick Deckard. Pero el mismo Ford deja en claro que a la hora de volver a sus santos griales de la cultura pop moderna “no tengo recelos; es decir, ciertamente me siento inquieto con cada película que hago. Cada filmación es distinta y cada una tiene su grado de dificultad. Siempre esperás lo mejor, que las relaciones funcionen, que las personas con las que trabajás consideren valioso lo que hacés y que puedas ayudarlos a lograr sus ambiciones. Pero no creo en la nostalgia. Creo que la insistencia con estos personajes tiene que ver con la forma en que la cultura pop vive ahora, y es algo que recién estamos descubriendo. No me molesta volver a personajes ya conocidos. Pocos ocupan un lugar tan vital en los relatos modernos”.
—¿Qué sentís acerca del impacto original de “Blade Runner”?
—Fue muy una película muy innovadora, muy atrevida. Pensé que era una película importante. No estaba demasiado seguro de cómo reaccionaría el público cuando la filmábamos. Creo que propuso un nivel de tecnología y de relato desconocidos hasta ese momento. Sin duda era una visión distópica. Pero ahora hemos visto lo que ocurrió, el futuro llegó, así que en muchos aspectos no se puede dudar de que fue profética. Creo que, a medida que la tecnología se desarrolla, la gente comienza a percibir en la vida real algunos problemas que abordó la película: cada vez hay más razones para aceptar y enfrentar los temas que muestra la original.
—¿Qué te pareció regresar al mundo de la película?
—Es divertido interpretar a un personaje treinta años después, así que no creí que eso fuera un problema realmente. Hace poco, antes de esto, volví a encarnar a Han Solo después de casi treinta años. En cierto modo estoy acostumbrado a probarme viejas ropas y felizmente ver que todavía me quedan, así que no fue difícil. Fue agradable.
—Ahora que has vuelto a estos papeles, ¿tu opinión ha cambiado con los años, así como la película?
—Creo que es una realización cinematográfica importante. Creo que Ridley Scott tiene un talento distinto. Siempre lo pensé. Sin embargo lidié con varios aspectos de la historia que no me cerraban, pero ahora, hoy, estoy contento: llegué a la conclusión de que no responder a la pregunta acerca del origen o la manufactura de Deckard, o su historia previa, es quizás hasta más interesante. Considero que Ridley se inclinaba mucho hacia el concepto de que Deckard fuera un replicante con las imágenes de origami. Eso fue lo menos interesante para mí del papel. El público debía tener un personaje humano para lograr la conexión emocional. Argumenté a favor de esto todo aquel proceso. Pero admito y entiendo que ése era mi prejuicio.
—¿Cuál es el desafío de volver a un papel tan famoso y con tanta expectativa?
—No hubo reto alguno. Estuve muy contento trabajando en esta filmación. Estuvo muy bien planeada, bien ejecutada y fue un placer trabajar con todas las personas con las que colaboré. No pienso más que en eso. Es un papel que me ayudó mucho, pero no deja de ser una actuación.
—¿Tenés recuerdos especiales de la película?
—Regresar a casa cuando salía el sol. Fueron cincuenta noches de lluvia en los estudios exteriores de Warner Bros. Fue un trabajo muy duro, una filmación complicada.
—¿Qué pensaste cuando leíste por primera vez el guión de la nueva película?
—Pensé que Ryan Gosling tenía un papel verdaderamente bueno. Me sentí entusiasmado de proponer a los productores y al supuesto director de ese entonces que el personaje fuera interpretado por Ryan Gosling. Y ellos dijeron: “Nosotros pensábamos lo mismo”. Así que me sentí contento. Creo que Ryan es un actor magnífico, reflexivo, y aporta crédito real a nuestra misión combinada.
—¿Cómo es el mundo de “Blade Runner 2049”?
—Bueno, es… ligeramente peor que cincuenta noches filmando en los estudios exteriores de Warner. Las cosas no mejoraron mucho en cuanto a la ecología del planeta Tierra. Y la vida continúa ahí y sigue siendo difícil por los problemas ambientales que afronta el planeta. Y también por los problemas sociales. Así que es un mundo desalentador que no deja de ser un futuro posible para nosotros. No soy entusiasta de poner nombre a las cosas. Me gusta que la gente venga a ver una película sin tener demasiada información. Sin una expectativa particular sobre lo que van a ver, sin toda la información ya vertida en el tráiler.
—¿Qué hizo tu personaje en los últimos treinta años desde que terminó aquella película hasta esta nueva historia?
—Tengo varias ideas acerca de dónde ha estado y de lo que ha hecho. Pero no creo que sean muy útiles. En otras palabras, no quería proponer conceptos sobre lo que hizo, pero tampoco deseaba que la película mostrara una contradicción de lo que hubiera sido posible para él. Deckard vivió oculto y experimentó ciertos eventos trágicos desde la primera película. Es un personaje valioso en su desilusión.
—En “Blade Runner 2049” hay muchos aparatos de biotecnología que mejoran la vida, ¿qué dicen sobre la idea de ponerse viejo en este mundo y cómo lo vivís?
—Supongo que me preguntás acerca de autos voladores o algo así y... verdaderamente no tengo una respuesta para eso. En cuanto a mí, todavía tengo gran parte de mi “equipo” físico original, por decirlo de alguna manera.
—En la película hay un mundo que tiene demasiada información visual. ¿Es casi un reflejo de nuestra propia contaminación visual?
—Creo que sí, que representa una contaminación visual nociva y cercana. Y una imposición a la privacidad y al pensamiento individual. En la primera reunión entre K, el personaje de Gosling, y Deckard, éste cita bizarramente un texto de un libro que el personaje de K identifica. Pero es suficiente para que Deckard diga, “Oh, él lee. Eso es bueno. Yo también”. Leer es un hábito raro en esa época en la que nos encontramos. Espero que no lo sea en la nuestra.
El admirado Ridley Scott
—¿Cómo fue volver a estar con Ridley Scott, el director de la original?
—Fue genial. Tiene una mente brillante. Es muy agudo. Intelectualmente fue divertido hablar con él acerca del proyecto. Fue muy generoso en términos de entregar su creación a otros. Me pareció fabuloso verlo de nuevo. Es muy ameno salir a cenar con él. Y disfruto mucho de su compañía. Siempre admiré las películas de Ridley, y he visto todo lo que ha producido desde que trabajamos juntos. Estoy convencido de que Ridley es uno de nuestros realizadores cinematográficos más creativos, y sin duda, uno de los que más trabajan.
—¿Cuáles son tus expectativas para Blade Runner 2049?
—Espero desesperadamente que Ryan Gosling continúe atrayendo al público y eso nos beneficie.
—Hablanos de cuando K conoce a Deckard. ¿Cómo reacciona él? ¿Qué piensa acerca de tu personaje?
—Pienso que evidentemente hay complicaciones. Ninguno de ellos conoce la historia completa del otro y creo que los dos desconfían de su relación. Al principio hay un mal entendimiento, y después, cierta acción que interrumpe el vínculo.
—¿Qué tan demandante físicamente fue este papel?
—Pienso que el entorno físico es realmente útil. Las personas se comportan de forma más realista en un ambiente auténtico, ya que en verdad las afecta el sonido de sus propios pasos en ese mundo y pueden sentir todo de manera real. Creo que ayuda. Pero, dicho esto, muchos de los sets son perfeccionados con imágenes computarizadas en la posproducción y eso no está mal. Pero me gusta ver que se preserva la escala humana. Esto quiere decir que reconocemos, como público, algo de la realidad del lugar en el que se encuentran. Soy entusiasta de tener una realidad física para trabajar en ella. Considero que el plan funcionó muy bien en este caso.
*Gentileza Sony.