Para estas vacaciones de invierno, hay instituciones con oferta escénica especial para las infancias. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires concentra información en el portal Vivamos Cultura. En particular, en el Teatro San Martín (Corrientes 1530) regresa Recuerdos a la hora de la siesta, exquisito musical de Emiliano Dionisi, que retoma la obra y estilo de María Elena Walsh. De Dionisi también es Sueño, una de las obras en el 25 de Mayo (Triunvirato 4444). En el Cervantes (Libertad 815), el 20 de julio Mariana Chaud y Gustavo Tarrío estrenan Familia No Tipo y la nube maligna, donde una niña transita sus miedos, creando cuentos de terror. En el Centro de Experimentación del Teatro Colón (Tucumán 1171), habrá versiones de piezas de Camille Saint-Saëns y de Gaetano Donizetti, en dos propuestas: El circo de Adina y El sueño del mago Cha-Chan.
En el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543), se destaca otra reposición: Un hipo desafinado, títeres de El Nudo Compañía Teatral, especialmente para los más pequeños. El Centro Cultural Konex (Sarmiento 3131) incluye en su menú diverso: una versión del ballet El Cascanueces, Quiroga y la selva iluminada (del Teatro Ciego Argentino) y mucha música: desde La Bomba de Tiempo, pasando por Vuelta Canela y Raviolis. Vale Donati, integrante de esta última, banda de rock que interpela, con inteligencia e ironía, tanto a niños como a madres y padres desbordados, convoca: “Las vacaciones de invierno (o de “infierno” como les decimos) es oportunidad para planes: salidas, juntadas, pijamadas, una agenda más complicada que la de una semana cualquiera. Nuestras presentaciones van a ser a puro pogo, para reírse y hacer catarsis, para que los pibes se lleven una experiencia súper rockera”. Dentro de las 20 opciones del Complejo La Plaza, están Ensueños, espectáculo de La Pipetuá (Diego Reinhold junto a Teresa Duggan), con elementos del circo, juegos sonoros y humor; el Jam de magia, y una decena de piezas basadas en personajes, como la Sirenita, Peter Pan, la Bella y la Bestia, que suelen saludar en la vereda de la Av. Corrientes 1660.
Tres espacios nacionales tienen entrada libre. El Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151) tiene conciertos (la Orquesta Nacional de Música Argentina junto al trío Pim Pau), espectáculos, juegos, espacio con fanzines, un ciclo de cine de terror organizado por Pakapaka, talleres de beatbox, breakdance y freestyle rap. Tecnópolis (Gral. Paz entre Balbín y De los Constituyentes) suma a sus habituales atracciones un parque dedicado a los personajes de Zamba y Nina. En el Centro Cultural Borges (Viamonte 525), hay actividades destinadas a bebés y a adolescentes; del área musical, estarán Mariana Baggio y Con-Ciertos Payasos.
En el circuito independiente, Circo Alboroto gestiona QueTren Club Cultural (Olazábal 1784). Ese club de barrio presenta entre otras opciones, Cuerpo, compañía de Percusión Corporal e improvisación; Vuelta Canela y Koufequin. En zona de La Boca (Benito Pérez Galdós 93), el Grupo de Teatro Catalinas Sur brinda, a la gorra: la varieté Tardes de circo; Con ojos de pájaro, títeres del Grupo Catalinas, y Crianzas, el musical, de Valeria Grossi, sobre la historia de una tía travesti y su pequeño sobrino, escrita por Susy Shock.
Personajes. Las vacaciones de invierno suelen llevar, a los escenarios, personajes de dibujos animados, cine y televisión. La granja de Zenón estará en el Teatro Astral (Corrientes 1639), con el show En busca del arcoíris. La famosa cerdita con su familia y amigos de Discovery Kids harán el suyo: Las aventuras de Peppa Pig en el Ópera Orbis (Av. Corrientes 860), mismo teatro donde Los Mini Beat Power Rockers tendrán su sitio. Miraculous Ladybug. El espectáculo musical es la producción española basada en la serie de Ladybug y Cat Noir, que viene al Movistar Arena (Humboldt 450). Y el dúo ruso de la pícara Masha con el paciente oso se verá en el Metropolitan Sura (Corrientes 1343), en Rescate en el circo. Por su parte, la superproducción de Broadway Shrek. El musical llega al Teatro Maipo (Esmeralda 443), con dirección de Carla Calabrese. Luli Pampín, la joven argentina radicada en España, hace su propio personaje de una bailarina de cajita de música, masificado a través de YouTube, ahora en el teatro Gran Rex (Corrientes 857).
Música. Canticuénticos, conjunto santafesino creador de la cumbia “El monstruo de la laguna” estará en el ND Ateneo (Paraguay 918). El legado de la dupla fundacional de Hugo Midón y Carlos Gianni probará su vigencia en la reposición de El salpicón en Método Kairós (El Salvador 4530). Y novedoso estreno será El secreto de los dragones, de Tatiana D’Agate sobre canciones de Charly García (Metropolitan Sura). Cecilia Rogier y Eduardo “Chacho” Marceillac, autores de las canciones de La granja de Zenón, hacen Un viaje para jugar, con sus propias creaciones, en Auditorio de Belgrano (Virrey Loreto 2348). Cantando con Adriana y Bailando con Julieta se unen en un mismo show, en el Teatro Premier (Corrientes 1565).
Circo y danza. Varios espectáculos se apoyan en la expresividad corporal. “El mundo del movimiento, lenguaje muy primario, expresión de la naturaleza humana, es muy cercano a los niños. Además, está la técnica indiscutida de las intérpretes”, propone Cecilia Gómez, directora del grupo Amor eterno, cuyas cuatro bailarinas y acróbatas interpretan Ovillo de luna, en Club de Trapecistas Estrella del Centenario (Ferrari 252). Dos figuras mediáticas difunden sus producciones: El circo del ánima, de Flavio Mendoza, en el Parque Comercial Avellaneda, y el Cirque XXI, del Bicho Gómez, en dos sedes: una carpa montada en Terrazas de Mayo Shopping, de San Miguel, y en otra, en Colectora Panamericana, Km 50, Ramal Pilar. En Aérea Teatro (Bartolomé Mitre 4272), Brenda Angiel hace Movi, donde los bailarines parecen volar, colgados, con sogas y arneses, a 5 m del piso. “Es original y única, no toma historias conocidas, ni formatos ni personajes televisivos o de cine, es una creación de artistxs argentinos del medio independiente”, dice Angiel.
Teatro. En el Teatro Jufré (Jufré 444) se da El soplador de estrellas, de Ricardo Talento. La compañía Desenchufados (dirección de Ariadna Faerstein y Flor Yadid) hace Atrapad#s en las redes en el Teatro Picadero (E. S. Discépolo 1857). Teatro de títeres es El vuelo de Basilio, versión de Analía Fedra García de un cuento de Haroldo Conti, en Método Kairós. En esta misma sala, Mariana Cumbi Bustinza escribió y dirige La magia de todas las cosas. Allí, con escenas y canciones, se cuenta la historia de Belu, una muchacha de familia humilde. “Hablo sobre lo que conozco, en base a mis experiencias: una niña, luego mujer, poderosa, una heroína de barrio. Es un mensaje esperanzador sobre lo colectivo y popular”, dice Cumbi.
Noticiero puro cuento (en Nün Teatro Bar, Juan Ramírez de Velasco 419) es un texto de Leticia González, que ella interpreta con Jennifer Frank, y dirige Osqui Guzmán, quien resume: “Es una suerte de noticiero que se confronta con la fantasía y la sustancia inamovible de los cuentos clásicos. Aparecen Caperucita y el Lobo, Peter Pan, el Príncipe de la Cenicienta y los Tres Chanchitos, asumiendo tareas, oficios o actividades del mundo de hoy”.
¿Y por qué no los clásicos?
En estas dos semanas, también es posible acercarse a figuras infrecuentes entre las infancias. En el Teatro Roma (Sarmiento 109, Avellaneda), A las 5 de la tarde (Lorca para niñes) es un original compendio de Pablo Bronstein, a partir de imágenes y elementos recurrentes de la obra de Federico García Lorca. Seres imaginarios, sobre el libro homónimo de Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero, es una versión teatral y musical de Fernando Flores Maio, que, en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525), dirige Claudio Gallardou: “Esta obra acerca la literatura de unos de los poetas más importantes de la Argentina. Este catálogo de seres fantásticos y extraños nos muestra cómo el ser humano, de todos los tiempos, les ha dado forma animal a sus miedos, deseos y debilidades. Aquí se mezclan clowns, ángeles y demonios, en una divertida trama”. Por su parte, Jazmín Bitrán recrea las presencias de Charles Chaplin, su hija Geraldine y el famoso personaje del vagabundo Charlot, en la obra Smile (Belisario Club Cultural: Corrientes 1624): “Necesitamos volver a la esencia, a la pureza, apartar lo material y ver cómo podemos ser felices con buenas acciones: estos valores están presentes en el legado de Chaplin. Él vuelve para recordarnos que “un día sin reír, es un día perdido”.
