La serie, que cuenta vida y obra de Escobar, sigue subiendo. Los números de Escobar. El patrón del mal casi duplican el promedio mensual de Canal 9 y llegan a ganarle al prime time de El Trece. El secreto del éxito del programa, basado en el libro La parábola de Pablo, está en una historia repleta de elementos reales y destacadas actuaciones que despertaron interés donde se puso al aire y polémica en su país. Mientras triunfaba, algunos críticos y allegados a las víctimas del narco opinaban que la tira parecía una apología al fundador del Cartel de Medellín y a sus laderos. El carácter del hombre más temido de Colombia queda expuesto por primera vez. Ya no sólo es el criminal sangriento de las noticias, sino que además aparece el tipo querido por los sectores bajos de Antioquia y protector de su familia. Tan es así, que una sobrina suya le dejó un mensaje a Andrés Parra para que intentara retratar “al ser humano generoso” que fue su tío.
Pero para desmentir a los que rechazaban el proyecto de Caracol TV, salió una de sus productoras, Juana Uribe, hija de la secuestrada por el capo Maruja Pachón y sobrina del asesinado Luis Galán, candidato a presidente por el Partido Liberal. Su socio en la generación del contenido fue Camilo Cano, descendiente de Guillermo, el director del diario El Espectador, que cayó ante los sicarios de Escobar. Fueron ellos quienes asesoraron al equipo de guionistas y los que más defendieron la novela. Querían contar desde el punto de vista de las víctimas y retratar también de manera verosímil a los mártires de la ambición de Escobar. “Es hora de que el país deje tantas series de fantasía narcótica y pase a analizar ese fenómeno histórico desde una perspectiva de ficción cargada de realidad”, contestó el productor en una entrevista al matutino que dirigía su padre.
Aunque algunos personajes cambian sus nombres, respetan el valor histórico. Por ejemplo, Marcos Herber es el mismo Carlos Lehder capturado en la selva, entre la locura y la adicción. Ese que sigue entre los criminales más ricos del mundo y que redujo su pena por colaborar con la detención del dictador panameño Manuel Noriega. Su hija, que hoy pide por su libertad, colaboró con Alejandro Martínez en la creación del personaje. Para Juana Uribe, la conjunción entre ficción y realidad es lo que genera el encanto. Dijo que cuando presentó la propuesta pretendía que los actores fueran muy verosímiles, y lo ejemplificó con la madre de Pablo Escobar. “Yo quisiera que la gente lo viera y entendiera lo que una mamá puede hacer en un hijo. No me cabe la menor duda de que hay amor, pero con una equivocación infinita y profunda”, declaró.