Después de 31 años, muchos habrán de recordar la mañana en que Alberto Orlando Olmedo, nacido en Rosario un 24 de agosto de 1933, caía desde el balcón del piso 11 del Maral 39 de Mar del Plata. Fue un verano fatídico el de 1988, que había empezado con el asesinato de Alicia Muñiz y la cárcel de Batán para Carlos Monzón, y terminó aquella mañana del 5 de marzo de 1988 cuando “El rey de la risa”, el gran Alberto Olmedo, aparecía muerto en el jardín del edificio de la calle Boulevard Marítimo al 3600 a las 8.30 AM. En ese exacto momento nació la leyenda del gran actor que revolucionó la actuación, a sus 54 años.
En esos tiempos Olmedo no la estaba pasando bien, pese al éxito en teatro, televisión y cine. Venía del golpe que había significado su ruptura con Nancy Herrera, un año atrás, luego de la foto en que aparecía con su amigo “Cacho”Fontana, pero seguía trabajando a un ritmo febril. Viajaba a Buenos Aires para terminar de filmar lo que sería su última película y que no llegó a ver: Atracción peculiar, dirigida por Enrique Carreras con Jorge Porcel, Tincho Zabala, Beatriz Taibo, Silvia Perez y Beatriz Salomón.
Una de las veces que volvió en avión ese verano a Mar del Plata, en su camarín del teatro Tronador, estaba leyendo “A sus pies rendido un león” de Osvaldo Soriano, y no se reía. Cumplía con las funciones de Eramos tan pobres donde estaban Javier Portales, César Bertrand, y “las chicas Olmedo”, Beatriz Salomon, Silvia Perez, Susana Romero , Divina Gloria, y Romina Gay, y su amigo Adrián “Facha”Martel. El asistente de dirección era uno de sus hijos, Fernando (quien murió en el accidente de Rodrigo). En esos días, se sabía que Silvia Perez compartía el escenario y las noches; pero ella no fue a esa última comida con el elenco en Hamburgo, ya que según declaró “habíamos terminado”.Y es que Nancy Herrera, su pareja de muchos años, viaja a Mar del Plata para reconciliarse y para darle una noticia importante: estaba embarazada e iba a llamar al hijo de ambos como él, Alberto.
La historia detrás de las fotos de Alberto Olmedo muerto
Mientras el “Negro” comía cochinillo con su hijo Javier y parte de sus compañeros, Herrera, que esa noche había cumplido 28, lo esperó en el departamento de Olmedo en el Maral 39 con champagne, y según dijo Herrera estaba feliz con el encuentro; algo que todos coinciden ya que no bien supo que estaba Nancy esperándolo, dejó el restaurante y se fue en su Mercedes Benz rumbo al departamento.
Bien entrada la madrugada, los vecinos del piso 12 escucharon los gritos cuando Olmedo se había subido al balcón “a caballito”, y le pedía a Nancy que lo retuviera. En ese momento muchos atribuyeron esa locura a excesos y al encontrarse el cuerpo del actor con el torso desnudo y boca arriba, todo se volvió oscuro. Las fotos de Olmedo muerto en el piso fueron tremendas, hasta que lo cubrieron con una sábana blanca. En aquel verano eran muchas las dudas, desde ¿suicido?, a ¿juego mortal?, pero el juez que intervino en la causa determinó que fue accidente.
Algo más de tres décadas de ese final trágico, para muchos Alberto Olmedo fue el gran cómico argentino de mediados del Siglo XX. Más allá de sus éxitos en cine y teatro, descubrió una nueva forma de comunicar en televisión. Desde que debutó como swicher gracias a su amigo el director Pancho Guerrero supo que la cuarta pared, o sea, la televisión, no tenía secretos para él. Ese don fue elogiado por el gran dramaturgo Alberto Ure que dijo que Olmedo era el mejor actor en cualquier género. La intelectualidad comenzó a respetarlo hasta convertirlo en la figura mítica que es hoy.