Desde el 11 de marzo estará disponible en Prime Video la nueva serie creada, escrita, interpretada y dirigida por Martín Piroyansky que cuenta con la participación especial de Susana Giménez, quien vuelve a la ficción. Porno y helado fue filmada casi íntegramente en Montevideo a principios del 2021, cuando todavía en Argentina era difícil poder grabar. Es por eso que la mitad del elenco es uruguayo, en papeles muy importantes. Piroyansky no descarta la posibilidad de hacer una segunda temporada: “todo dependerá del éxito de esta primera”, como aclaró Susana Giménez.
—¿Cómo surgió «Porno y helado» y de quién fue la idea de convocar a Susana Giménez?
MARTIN PIROYANSKY: El guión lo empecé en el 2007. Originariamente era una película que nació de mi frustración por no ser músico y de una adolescencia de mucha timidez. La idea de invitarla a Susana fue de Amazon Prime Video, quienes le dieron a leer los guiones, para que eligiera el personaje que quería interpretar. Cuando hablé me dijo que le gustaba Roxana por ser más desafiante y distinto para ella. Fue una sabia decisión, ya que en la serie lo hace perfecto y es muy novedoso verla haciendo este papel. Me consultaron si trabajaría con Susana y lo haría mil veces más.
—¿Suelen acercarte ficciones para actuar?
SUSANA GIMENEZ: La realidad es que me llegan muchas ofertas. Hace bastante que con Amazon Video queríamos hacer algo juntos, pero no encontraba el guión, o no me gustaban o pasaba algo. Cuando me acercaron Porno y helado y lo empecé a leer, me encantó. Me pareció divertido y estoy en un capítulo y medio. Es algo diferente, nunca se me hubiera ocurrido algo así. Hace tanta falta este tipo de comedias en la televisión y en el cine argentinos. En series hay menos comedias, se ven más crímenes y asesinatos: no hay mucho para reírse. Aparte estaba aburrida y hacía mucho tiempo que no filmaba. Leo mucho, estoy con mis siete perros y me dio ganas de filmar. Me hablaron maravillas de Piroyansky y la verdad es nuestro Woody Allen joven. Tiene una imaginación increíble.
—¿Qué otro personaje podrías hacer hecho a parte de Roxana?
G: No, ninguno, son todos muy adolescentes. Me gustó hacer la mujer de este senador que se propone como candidato a presidente. Me pareció que me podía divertir, conocer a un director nuevo y que también es actor, de hecho es el protagonista de la serie.
—Filmaste con Daniel Tinayre, Juan José Jusid, Hugo Sofovich…¿cómo ves al cine actual?
G: También con Luis Saslavsky…veo películas fabulosas como La odisea de los giles. La gente se ríe y va al cine. Es lo que necesitamos en este momento, reírnos porque no hay muchos motivos de alegría. La pandemia ha sido espantosa y lo sigue siendo, aunque esta nueva cepa parece que no mata tanto, pero es más contagiosa.
—La manera de componer a esta Roxana, con este peinado y vestuario: ¿de quién fue?
P: Fue un tema delicado: el peinado de Roxana. (Se ríe)
G: (Interrumpe) Lo odié. Tengo rodete en toda la serie. Tener el pelo recogido para mí es como estar desnuda. Pero una actriz tiene que hacer de todo.
P: Sí, ese fue el único momento en que no nos poníamos de acuerdo. Cuando la vi peinada noté que le quedaba hermoso, por lo cual no entiendo porque tiene tanta idea en contra del pelo recogido, ya que le queda increíble.
G: Son muchos años, el pelo suelto me da seguridad. Pero acepté todo, él sabe y todo lo que marcaba era para bien. Fue muy fácil obedecer y me sentí muy segura. Las actrices, en realidad todos los intérpretes, necesitan ser dirigidos.
—¿Sugeriste algo para encarnar a esta Roxana con esta extraña adicción por los tornillos y otros elementos de la construcción?
G: No sé cómo se le ocurrió. No tengo ninguna experiencia sobre este tema.
P: Eso habla de tu humildad, aceptaste estos fetiches y fuiste para adelante, asentiste a todo. Tal vez otra actriz lo hubiera cuestionado, el verse ridícula mientras que vos tenés un gran nivel de entrega y profesionalismo.
G: Siempre hice comedias, salvo La Mary…una debe aceptar las indicaciones. Me gustó mucho hacer ese drama…
P: No entiendo cómo no te convocaron para otras películas como esa.
G: Me hubiera encantado, pero no hay muchos libros así. Cuando leí la novela quise hacerla, al día siguiente la llamé a Mirtha Legrand para que le pidiera a Daniel (Tinayre) que viera el guión e hice yo la producción. Hace muy poco me llamó Gino Bogani que recién ahora vio La Mary (1974). Después de tantos años me sigue dando satisfacciones. Espero que también me la de Porno y Helado.
—Hay una escena en la que se te ve bailando: ¿cómo fue?
G: Fue la escena que más me costó. Es un tango, era un poco complicado, tuvimos un coreógrafo pero fue la que más me costó que salga perfecta, lo pisaba. Eso que parecía tan fácil bailar la sentí la más complicada, las otras no, nada. Me fui a vivir a Montevideo para filmarla. En ese momento había varias compañías grabando para Amazon.
—¿No te tienta producir alguna comedia?
G: Si me gusta, sí, me encantaría. Me perdí La odisea de los giles. Pasó, pero me hubiera encantado, se lo dije a Ricardo (Darín). Muestra lo que nos pasa a los ciudadanos comunes. Me fascina la comedia y es lo que hice toda la vida.
—¿Cuál es el secreto para no tentarte?
G: No me tiento, salvo con Guillermo Francella, él me hace reír de una manera que no puedo parar. Él es ideal para la comedia.
—En el 2012 filmaste «Abril en Nueva York» en los Estados Unidos. Es ésta tu segunda experiencia de trabajar en el exterior: ¿Cómo fue?
P: Es muy bueno filmar fuera de tu ciudad, te obliga a estar todo el tiempo concentrado en lo que estás haciendo y no hay distracciones posibles. Filmamos un poco en Buenos Aires, pero estaba muy complicado y fuimos a Uruguay, por lo cual casi el 95% del equipo fue uruguayo y también el elenco. La mayoría de los actores son de allí, sólo nueve intérpretes son argentinos. Con el tema del Covid era muy necesario armar una sola burbuja y me servía mucho volver al hotel, para seguir trabajando en las escenas del día siguiente. No paré en todo el rodaje.
—¿Qué te hace reír?
G: Soy buenísima como público. En Punta del Este vi el último espectáculo de Roberto Moldavsky, ya que le veo todo lo que estrena. Me dolía el estómago de la risa. Me gusta gozar de una buena comedia o de una estrella como él. Llena todos los teatros y habla de la realidad de lo que nos pasa a los seres humanos. En este momento tiene muchos temas para hacernos reír, por ejemplo, ahora todos nos preguntamos qué marca de vacunas tenemos y las mezclas. Es raro ver teatro con barbijo, pero hay que cuidarse, no hay otra.
La diva y el genio en acción
Susana Giménez no necesita presentación. La televisión la tiene casi siempre como conductora y lo último que hizo en el teatro fue la exitosa comedia Piel de Judas, con dirección de Arturo Puig. Pero tal vez haya que recordar que los inicios de Piroyansky fueron en el teatro, más precisamente con el grupo Sanguíneo que dirigía Gustavo Tarrío. Luego fue secuestrado por el cine y las series, tanto como intérprete como director y guionista. Aún se lo puede ver en Movistar Play en Manual de supervivencia de Victoria Galardi donde interpreta a un director de teatro alternativo. O en Maradona, sueño bendito como Ricardo Suárez joven.
El elenco además de ellos está integrado por otros argentinos: Nacho Saralegui, Sofía Morandi, Santiago Korovsky, Javier Niklison, Jimena Anganuzzi, Favio Posca y Eliseo Barionuevo. La historia refleja la vida de dos amigos “treintañeros perdedores” que su suman a una joven estafadora armando una banda de rock. “La música - aclara Piroyansky- la compusieron especialmente Diego Rodríguez de Los Babasónicos y Martín Bosa de Juana La Loca y Ataque 77”.
En el año 2015 filmó Voley, donde también la amistad entre jóvenes era el eje. Afirma: “El contacto que tiene es que ambas son comedias disparatadas, pero Porno y helado lo es aún más. Se parece a La pistola desnuda, donde puede pasar cualquier cosa. Voley se ligaba al amor, era una comedia romántica, una película, mientras que ésta es una serie muchísimo más irruptora, loca y libre”.