Cuando una comedia tiene todos los condimentos que necesita el espectador, se convierte en un espectáculo que nos permite transitar por diferentes sentimientos, emociones y logra desconectarnos por un rato de lo que sucede fuera del teatro.
En esta oportunidad “Para mí, para vos” tiene un elenco que ya garantiza la calidad actoral arriba del escenario, pero que además cuenta con un buen guión probado y aprobado en Broadway. La historia de estos tres hermanos nos regala momentos muy divertidos provocados por situaciones absurdas, ninguna alejada de la realidad que cualquier espectador puede vivir. Pero también nos permite reflexionar sobre diversos temas de la vida.
La monotonía de la rutina, las postergaciones de los sueños, el mundo ficticio y superficial que te regala el estrellato, las parejas no “convencionales”, las represiones, los miedos, la traición, son algunos de puntos que toca este libro de Christopher Durang.
Aclamada en Estados Unidos y con un premio Tony a la mejor comedia, esta propuesta, hoy instalada en Buenos Aires, goza de buena aceptación por parte del público que despide cada función con una ovación de pie.
Hablamos con Boy Olmi, uno de los protagonistas de la obra y hermano, en la ficción, de la gran Laura Oliva. El actor expresó: “Placer arriba del escenario y placer abajo. En el teatro debe darse esa comunión, que los que están arriba como los que están abajo compartan esa ceremonia mágica que es meterse en un viaje transformador. En esta caso ‘Para mí, para vos’, es muy divertida pero al mismo tiempo es muy emotiva, tiene una especie de buena leche que hace que todo el mundo se sienta muy contento de participar”.
Boy junto a Laura abren la historia mostrando cómo la vida le pasó por encima, dejando muchas cosas postergadas o no realizadas. Será la presencia del personaje de Soledad Villamil quien llega a la casa para romper, para bien o para mal, ese estancamiento. Pero la gran actriz no lo hará sola, es acompañada de su nueva pareja, un joven musculoso y superficial que terminará dándole más disgustos que satisfacciones. Este papel está muy bien encarnado por Tupac Larriera, el mismo que en el 2011 nos regaló una excelente dupla con Guillermo Francella en “El Hombre de tu vida”.
Paula Ransenberg se “come” el escenario. La actriz provoca carcajadas en el público con un personaje que necesariamente tiene que ser bien interpretado para no caer en lo ridículo. Y aquí se logra a la perfección. Paula es la empleada doméstica de la casa con poderes que le permiten ver el más allá.
También participa Ailin Zaninovich, la encargada de idolatrar a Villamil pero antes dejará a la vista sus inseguridades que no demostró tener desde el primer momento. Todos se lucen en una comedia divertida y reflexiva.
JFJ / ED
