En la noche del sábado, en el Luna Park se sintió un clima que solo los grandes artistas pueden lograr. Y es que luego de tres años, Ricardo Montaner se subió al escenario y generó una atmósfera que combinaba romanticismo, alegría, optimismo y nostalgia.
El show –que se repetirá por última vez el próximo jueves 14 de febrero, día de los enamorados– revive a lo largo de dos horas los mejores éxitos del cantautor nacido en Valentín Alsina, "a cuadras de donde vivía Sandro", como él mismo se encargó de recordar. El show, que comenzó pasadas las 21.20hs dio inicio en medio de una gran ovación con La chica del ascensor –tema que actualmente cumple 30 años. Ese primer hit ya anticipaba lo que se iba a vivir, una encuentro donde los clásicos convivirían perfectamente con sus trabajos más recientes.
El público, con celulares en mano, no puedo evitar cantar durante toda la velada mientras que el primer bloque romántico llegaba con temas como Corazón fracturado, Será, A donde va el amor y El poder de tu amor. Enseguida llegaron Castillo azul, Sólo con un beso y Resumiendo. Pero como no podía ser de otra manera, el calor latino también se hizo presente con las canciones Conga, Cachita y Soy feliz donde los presentes se pusieron de pie y se animaron a bailar al ritmo de la música .
Fue en Bésame cuando Montaner ofició de Cupido e invitó a dos personas del público que no se conocían para que bailen juntos, y eso también le salió bien. Minutos después, al terminar Un hombre normal un emotivo pedido por una Venezuela libre hizo emocionar a la audiencia y al propio artista, que no puedo contener las lágrimas: "Hago extensivo este aplauso a todo el pueblo de Venezuela y a todos esos venezolanos que fueron, obligados, a irse de su país. Yo se que van a venir muy pero muy buenas noticias, y como dice el presidente (Juan) Guaidó, vamos bien, vamos muy bien."
Ya cerca del final siguió una catarata de hits: Aunque ahora estés con él, Ay Amor, Volver, su más reciente éxito Qué Vas a Hacer, Me va a extrañar y Tan enamorados. “Estaba pensando que el ensayo estaba muy bueno y que ahora es hora de comenzar el concierto, ¿les parece? ¿empezamos?” bromeo al volver el escenario para finalizar su show con una de sus baladas más reconocidos Déjame Llorar. Con papel picado, aplausos de pie y todo el Luna Park ovacionándolo, Montaner se despidió con sus clásicos La Gloria de Dios y La Cima del Cielo.
Sin lugar a dudas, uno de los recitales que vale la pena ver y dejarse llevar por la buena energía y el talento volcado desde el escenario.