En septiembre de 1966, décadas antes del atentado a las Torres Gemelas, un grupo de jóvenes desvió un avión comercial que iba a Río Gallegos para hacerlo aterrizar en las islas Malvinas, con la intención de llamar la atención sobre los derechos argentinos sobre su soberanía. Y lo hizo al plantar la bandera celeste y blanca por primera vez en más de 100 años. A esta acción llevada a cabo en completo secreto se la conoció como Operativo Cóndor y esta semana se convertirá en una serie que se estrenará el jueves 4 de mayo en la TV Pública, a las 22.30, con el título de Cóndor Uno Cero Cinco.
La serie de ocho episodios fue creada por Agustín Ortíz Byrne, a quien le quedó latente una efeméride que escuchó en televisión sobre este hecho ("Me pareció increíble", explica en charla vía Zoom) y, con el tiempo, les encargó a Nati Holland y Paula Marotta el guión que, según revela la primera, cuando les contó la idea "", cuando claramente esta situación no era considerada terrorismo como hoy.empezamos a buscar material y estuvimos un año leyendo todo lo que había y a investigar para armar un guión que reflejara los preparativos, los tres días que estuvieron en Malvinas y la situación posterior
En la trama final, decididos a llevar a cabo el operativo que habían preparado minuciosamente durante meses, y aprovechando la visita del duque de Edimburgo a la Argentina, Inés Beret (María Abadi) y Juan Branco (Nicolás Mateo), ideólogos del plan, se embarcan junto a sus compañeros y el periodista Jorge Horacio Galtung (Diego Gentile), que fue convocado para ser testigo y relator de la iniciativa, en un vuelo nocturno hacia San Cruz. “Íbamos camuflados entre los pasajeros: estudiantes y trabajadores unidos por un mismo sentimiento patriótico”, relata el personajes de Inés en el primer capítulo. Estaban equipados con siete banderas nacionales y las armas necesarias para llevar a cabo la misión, junto al Chato (Julián Tello), Funes (Julián Larquier) y Russo (Fernando Contigiani). La producción de Labhouse muestra justamente esas tres jornadas en las que estuvieron en territorio kelper y qué fue lo que ocurrió allí.
"Recrear los '60 (u otra época pasada) siempre es difícil, pero trabajamos con un equipo que tiene muchísima experiencia en arte, dirección de fotografía y búsqueda de locaciones. La verdad es que su trabajo fue impecable: todos los días el equipo de arte nos sorprendía con un detalle que refería a la época. En cuanto a la estética final, la fotografía tuvo un trabajo minucioso que se extendió a la post producción, ya que buscamos un retoque de color que brindara referencias a esa década, para darle una estética particular e identificatoria", agrega Agustín. Este esquipo que menciona está integrado por los directores Federico Suárez y Nano Garay Santaló, la producción de Nicolás Abelovich y Flora Fernández Marengo (Ejecutiva), la dirección de fotografía de Iván Gierasinchuk, la dirección de arte de Charly Carnota, el vestuario de Ariel Gurruchaga, la dirección de sonido de Hernán Severino y el montaje de Emiliano Fardaus, junto a la coordinación de postproducción de Julieta Fernández Castagnino.
El resultado
Habiendo visto los tres primeros episodios, se rescata justamente este trabajo estético del que hablábamos con el showrunner, tanto en la realización de las escenas en sí, con un avión y un aeropuerto muy similar a como habrá sido en los años '60, lo mismo que los detalles de vestuario o hasta los bigotes mínimos que se estilaban en ese tiempo. También la selección de los actores (a cargo de Pablo Cura) y sus interpretaciones están ajustadas a lo marcado y en la mayoría resultan muy creíbles.
Lamentablemente la trama se vuelve lenta y perezosa en los dos primeros capítulos, dejando entrever apenas qué es lo que va a pasar (cuando el espectador ya lo sabe de antemano: van a secuestrar un avión), y pierde tiempo en mostrar las caras y el pretendido nerviosismo de los involucrados dilatando la trama sin aportar demasiado.
Ni que hablar de la aparición de un gaucho de otros tiempos, que resulta ser Antonio Rivero, el responsable del alzamiento de Malvinas en 1833. Pero como no tiene diálogos (hasta el tercer episodio) tendremos que agudizar los sentidos para descubrir que se trata de él cuando lo nombra la protagonista.
Esperemos que con el correr de las semanas se aclare todo para llegar a buen puerto. Vale la pena recordar que los episodios también estarán disponibles tal como en la televisión abierta en la plataforma gratuita Cont.Ar.
