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Opinión

Sex Education, una serie escrita en clave Centennial

La producción original de Netflix es una clase de educación sexual convertida en una comedia británica young adult.

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Sex Education es una serie de televisión web británica de comedia dramática, creada por Laurie Nunn, que se estrenó el 11 de enero de 2019 en Netflix. | capturas

Sex Education es una de las grandes apuestas teen del 2019 en Netflix y se podría configurar como el futuro gran éxito del año para la plataforma de streaming, tal como sucedió con el lanzamiento de "13 Reasons Why".

Lejos de quedarse en la premisa de ser una serie que ahonda en la vida de un grupo de adolescentes y de cómo resuelven sus problemas en la intimidad, Sex Education trae consigo un argumento contemporáneo, una narrativa sólida y un sinfín de líneas argumentales que permiten poner ciertos temas sobre la mesa bajo un mismo eje: la educación sexual.

Otis Milburn (Asa Butterfield) es un joven tímido y virgen que vive con su madre Jean (Gillian Anderson), quien se desenvuelve como una reconocida sexóloga. Este contexto familiar le permitió adquirir conocimientos de sobra acerca del sexo, de la sexualidad y de los órganos reproductores en sí mismos. Con este status quo planteado conoce a Maeve Wiley (Emma Mackey), una chica de apariencia libre y rebelde con numerosas carencias afectivas. Juntos deciden emprender el mismo camino “laboral” que la madre del protagonista y es así como Otis se convierte en el terapeuta sexual del instituto mientras su reciente amiga le lleva la agenda y lo ayuda a conseguir clientes.

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Llegamos al futuro y llegamos al momento de la historia mundial que se escribe con aroma juvenil y cada vez más, con aroma de mujer. Sex Education rompe los esquemas y conquista espectadores día tras día. Según cifras oficiales, esta historia británica fue vista por 40 millones de espectadores en sus primeras cuatro semanas y debido al éxito rotundo, ya confirmaron la segunda temporada con ocho episodios.

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Otis Milburn (Asa Butterfield) y Eric Effiong (Ncuti Gatwa)

Probablemente, muchos padres no quieran que sus hijos vean esta serie por el tono que maneja, que se sostiene con altura a lo largo de todos los capítulos. Sin embargo, se trata de uno de los mejores contenidos juveniles en cuanto a sexo y sexualidad se refiere. 

El primer capítulo inicia con Adam (Connor Swindells), un alumno del Instituto Moordale teniendo sexo con su novia y fingiendo un orgasmo. Adam es el hijo del director de la escuela y en sus espaldas carga con el rumor de ser un joven "bien dotado". Lejos de significar un halago, para él significa una gran presión. Y si a eso le sumamos su alto consumo de cannabis, este combo se traduce en una incapacidad de eyacular, tal como explica Jean. Sin duda estamos al frente de una serie que en sus primeros minutos ya te anticipa que es revolucionaria. Venimos con un largo historial de series, películas y telenovelas que nos muestran mujeres fingiendo orgasmos pero Sex Education tira el tablero y nos muestra a un joven de 16 años en ese papel eternamente ligado a la mujer en el imaginario colectivo. Además, es necesario recalcar la naturalidad con la cual se plantea una situación que de fondo no hace otra cosa más que decirle a todos los jóvenes  “tranquilos, lo que les pasa es normal y se puede hablar”.

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Explorar la sexualidad adolescente sin tabúes es la base de este producto que presenta numerosos y variados personajes. De la mano de todo protagonista, hay un secuaz. Este lugar le tocó a Eric Effiong (Ncuti Gatwa), quien se encuentra explorando su identidad queer mientras le hace frente al bullying que sufre en la escuela y al rechazo de su familia. Este papel se inscribe en la historia para hablar de la identidad de género y de la discriminación sin tapujos. En una de sus escenas más fuertes lo vemos esperando el colectivo vestido con prendas socialmente identificadas como “de mujer”, maquillado y con peluca. En ese contexto termina golpeado por unos hombres en el medio de la ruta. De esta forma se destapa uno de los problemas que también sufre Argentina por culpa de la discriminación: los travesticidios.

“La homofobia pasó de moda” dice uno de los personajes y le da una cachetada a la sociedad mientras su autora muestra a los jóvenes del siglo XXI que conocen sobre métodos anticonceptivos, que están familiarizados con el sexting y que “salen del closet” desde temprana edad sin ser señalados por sus pares.

La serie busca dar a conocer que si bien los centennials tienen mayor acceso a la información que otras generaciones y saben más tecnicismos sobre el sexo que casi todas sus predecesoras, la madurez sexual debe ir de la mano de la madurez emocional. Para ello, es de vital importancia no sólo conocer cómo funcionan los órganos reproductores o cómo masturbarse sino también cómo se sienten ellos con todos estos cambios.

Solo dos de cada diez alumnos reciben educación sexual en el colegio

Maeve Wiley no se ubica simplemente como la chica linda con el pelo rosa del cartel publicitario. Su personaje le pone el cuerpo a uno de los temas que caldeó el clima en Argentina durante el 2018 (y que promete seguir siendo debate durante el 2019) y es el aborto legal, seguro y gratuito. Con la compañía de Otis, asiste a una clínica para realizarse un aborto y lo hace con total naturalidad. No lo hace simplemente porque tiene el acceso, lo hace porque analizó todas sus posibilidades y sabe que su realidad no es la ideal para traer un hijo al mundo: tiene 16 años, no terminó el colegio, su madre es drogadicta y vive en una casa rodante alquilada. Pero Maeve sabe que ella es mucho más que eso; el aborto es parte de su historia pero no será lo que la defina. Su sabiduría y su conocimiento la ubican como una feminista con todas las letras y practica la sororidad en todos los capítulos al dejar en evidencia que las mujeres debemos ser compañeras entre nosotras, aunque no seamos amigas o tengamos diferencias.

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Otis Milburn (Asa Butterfield) y Eric Effiong (Ncuti Gatwa) en la serie Sex Education

“No puedes elegir quién te atrae ni diseñar una relación” le dice Otis a Ruthie (Lily Newmark), una adolescente lesbiana que tiene algunos inconvenientes a la hora de tener sexo con su novia. De esta forma, la serie sigue rompiendo esquemas y muestra no sólo escenas casi pornográficas entre dos jóvenes sino que además plantea que el sexo no siempre es perfecto y que aprender a tener relaciones puede ser todo un desafío.

Otro consejo que brinda Otis en sus terapias está destinado a Aimee (Aimee Lou Wood) “Tú también debes disfrutar en el sexo y para ello es necesario que sepas qué es lo que te gusta. Sí, estoy diciendo que deberías masturbarte” . De esta forma, la plataforma de streaming nos presenta una escena en la que la joven descubre exactamente cómo llegar a un orgasmo y se lo cuenta a su novio.

Reclaman más educación sexual en las escuelas

Podríamos decir que como en toda comedia adolescente encontramos a los típicos personajes estereotipados de todos los tiempos: el agresor, el deportista, la chica rebelde, las chicas populares, los nerds y más. Y en este sentido, esta serie británica no cuenta nada que no se haya dicho antes. Sin embargo, todos estos personajes están dotados de humanidad y a medida que los minutos y las horas avanzan, se van desnudando las aristas que los integran.

Creada y producida por Laurie Nunn, Sex Education se convirtió en un éxito por múltiples motivos pero el principal es que se configura como una magistral clase de educación sexual integral para adolescentes en ocho capítulos. Masturbación femenina, aborto, identidad de género, madurez sexual, madurez emocional, sexo oral, drogas, discriminación, bullying y todos esos temas que atraviesan a todas las generaciones pero que ésta, la de los centennials, comprende perfectamente cómo vivir. ¿Por qué? porque es una generación libre, feminista y empoderada.

(*) Centennials: También conocidos como "La Generación Z", son los niños nacidos entre 1994 y 2010. Sin embargo, todavía no existe un consenso definitivo que enmarque el inicio y el final de esta generación.