Podés tipear estas líneas de diálogo pero eso no implica que sean fáciles de decir en voz alta”. Esa frase, mítica, es una anécdota del rodaje de Star Wars, aquella primera La guerra de las galaxias que cambiaría para siempre la historia del cine, de Hollywood como industria, del pop como factoría mercachifle y, con diferentes grados, de eso que hoy es celebrado pero no siempre lo fue: ese ser humano llamado fanático. La frase fue dicha por Harrison Ford a George “Papá SW” Lucas. Ford es hoy leyenda de Hollywood y ayer, ahí, un actor interpretando a un personaje llamado Han Solo, que devendría, por los siglos de los siglos, el personaje favorito de la historia del cine (sin contar, claro, a Indiana Jones, también interpretado por Harrison Ford). Se sabe que Ford generó siempre en su desdén a la saga el arma secreta de Han Solo: era tan cool que parecía no importarle estar ahí. Pero algo cambió en los últimos años: justo a instantes de la vuelta más esperada jamás de un film, el demasiado cercano estreno de El despertar de la fuerza, nueva encarnación de Star Wars que cuenta con los personajes originales y una nueva camada: Harrison Ford no odia más SW.
Bajo la dirección de J.J. Abrams, creador de Lost y número 10 del Hollywood mainstream, sin George Lucas ni siquiera en la platea, Ford declaró en público: “Se sintió muy bien hacer el film. Me sentí muy agradecido de ser convocado otra vez. En su momento no me di cuenta de lo que estaba haciendo. Hoy que puedo verlo, no puedo creerlo. Fue una felicidad leer el guión”. Así es como el salvaje, el hombre leyenda del cine pop, hoy vuelve a ser Han Solo, junto a su eterno Chewbacca, y el cine, el mundo, no puede esperar más. El mismo lo dice: “Creo que han pasado como 25 años desde la última vez que hablé sobre el tema”.
—¿Cuándo te enteraste realmente de que iban a realizar nuevas películas de “Star Wars”?
—Fue ya hace algún tiempo, pero no vi un libreto hasta hace aproximadamente dos años, cuando empecé a involucrarme en el proyecto. Es cierto que yo tenía cierto grado de interés. Me sentí muy satisfecho cuando vi el libreto por primera vez. Me pareció que había algunas ideas muy buenas; cosas interesantes para hacer incluso después de tanto tiempo y con estos personajes. Además, me entusiasmó mucho la oportunidad de trabajar con J.J. Abrams, a quien conozco desde hace mucho.
—A quien conocés desde hace mucho tiempo es a Kathleen Kennedy, productora y cerebro del film por parte de Lucasfilm, compañía dueña de los personajes. ¿Fue su participación una parte de lo que te atrajo del proyecto?
—Honestamente, fue la historia, la película que hicimos. Por supuesto, la gente es una parte muy importante, y las relaciones con determinadas personas son muy importantes. Tengo una relación muy larga y fructífera, de muchos años, con Kathy Kennedy, por lo que estaba contento de poder volver a trabajar con ella. Me pareció que sería divertido. Sabía que al estar ella involucrada la película estaba en buenas manos, pero eso no fue lo único que me atrajo del proyecto.
—¿Qué fue lo que J.J. Abrams, el director de “El despertar de la fuerza”, te contó sobre su visión que te hizo volver a ser Han Solo?
—Hablamos acerca del desarrollo del personaje y su relación con otros personajes de la historia. Fueron conversaciones muy interesantes y alentadoras, que me entusiasmaron. Luego trabajamos sobre las preguntas que yo tenía, o comentarios que le había hecho a J.J. Abrams, eso me complació. Pero yo soy esa clase de persona que cuando se trata de un viaje así se sube en la primera parada y se baja en la última estación, así que no suelo recordar las señales de tránsito que veo en el camino.
—Siendo una parte tan vital del mito, ¿cuál dirías que es el éxito de “Star Wars”?
—La genialidad siempre ha sido que el contexto de ciencia ficción y fantasía está anclado en una historia humana que es emocionalmente reconocible, y con la que nos podemos relacionar en algún nivel. Todos nos identificamos con el poder de estas relaciones, y con las complicaciones en las vidas de las personas, y eso ha hecho a estas películas tan relevantes generación tras generación. Puedes llamarlas películas familiares, pero son representaciones icónicas de lo que conocemos acerca de las complicaciones en nuestras vidas.
—La pregunta que cualquier geek te haría es: ¿cómo fue volver al set del Halcón Milenario, la famosa nave de Han Solo?
—Pasé muchos años allí, así que fue divertido volver a verlo. No lo recordaba tan bien como creía. Me acuerdo de cosas graciosas que pasaron en la cabina. En la cabina original, le pedí a George Lucas que nos dejara entrar para poder probar el tamaño. Finalmente entramos, Chewie y yo, y, por supuesto, él no entraba en el asiento. Fuimos desarrollando la capacidad de pilotearlo entre las iteraciones de las tres primeras películas, así que de a poco lo fui recordando. Fue muy divertido.
—¿Qué esperás que el público viva en esta nueva película?
—El reconocimiento de la humanidad de los personajes, y el saber que todos nos enfrentamos a la misma clase de problemas en nuestras vidas, y que hay esperanza para ello. Suena algo sencillo de lograr pero honestamente no creo que lo sea. En esta saga hay alegría en la celebración del bien y del mal, y en el reconocimiento de la verdad que nos sostiene. Y se divertirán mucho en el camino.
*Las declaraciones de Harrison Ford son gentileza de Disney Argentina.