ESPECTACULOS
vuelven los Guardianes

Un negocio galáctico

El jueves llega la continuación de la película de Marvel que sorpresivamente se convirtió en éxito de taquilla y le hizo ganar a la Disney más de 1.000 millones de dólares. Habla Vin Diesel, la voz de Groot.

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Rendidores. La primera entrega fue en 2014, y antes de que se estrenara esta secuela la Disney confirmó que el director James Gunn también se pondrá tras las cámaras para encarar el tercer envío de los guardianes. | Gza. Disney
Que Disney se ha convertido en una corporación (todavía más) minuciosa en sus calendarios y sus franquicias y la forma en que ambos activos de la compañía del ratón se ayudan no es ninguna novedad. El reciente suceso global de La Bella y la Bestia (que pocas semanas después de su estreno, en marzo, pasó a ser integrante del club de las películas que facturaron más de mil millones de dólares –club donde Disney tiene la mayoría de las plazas en los últimos años–) lo confirma. Pero, ¿puede un gigante del entretenimiento tener un film de culto y aun así entrar otra vez al club de los billonarios?

Así entra en escena Guardianes de la Galaxia Vol. 2, la ansiada continuación de la película que en 2014, tomando personajes clase C de la historieta, generó un film que alteraba el panorama de los superhéroes: aprovechando la pronta llegada de Star Wars y su nueva trilogía, aquella película logró a partir de su propia personalidad, basada en sus personajes (Groot, el árbol parlante, y Rocket, el mapache boca sucia, entre varios) y su banda de sonido, generar 771 millones de dólares de ganancia. Más importante aún en un universo de películas que tienen planes hasta 2022: le inyectó al barrio cinematográfico de Iron Man, Capitán América y su mezcla de realidad y superpoderosos cancheros una nueva veta, una que generaba desde sus canciones pop que uno escucharía en una radio de clásicos un nexo más fuerte con el pop, la irreverencia amable al género (no hablamos de Deadpool y su guarangada, que rompe la cuarta pared y cráneos) y la autoconciencia. La complicidad como marketing.

Tanto fue el éxito de la franquicia y sus personajes que, semanas antes de su estreno, el próximo jueves, en Argentina, Disney inauguró en California Adventure, la otra mitad de Disneylandia en Los Angeles, la atracción Guardians of the Galaxy: Mission Breakout, y encima lo hizo usándola para reemplazar a un clásico como podría ser Twilight Zone: Tower of Terror, un ícono del parque. Y, claro, Chris Pratt, su protagonista, ha devenido desde aquel primer film (y gracias a él) una estrella de acción a nivel mundial (y uno de los actores mejor pagos del mundo, considerando el éxito de la saga de Jurassic World, que también protagoniza). Las ganancias totales que generó el primer film de los Guardianes…, que costó 170 millones de dólares, llegan, sumando productos derivados de la franquicia, a 1.008 millones de dólares.

Ante la llegada del nuevo “volumen” (título que deja en claro cómo se asume como identidad aquello que era excepción en la primera película), hay pocas dudas sobre el éxito que tendrá. Pero hay dudas del tamaño “¿Romperá Guardianes de la galaxia Vol. 2 el récord mundial de recaudación de un estreno durante su primer fin de semana?” (Screen Rant). O mismo la revista Forbes asegura, sin dudas, que la obra de James Gunn, repitiendo rol, tendrá la segunda apertura más grande de 2017 a la hora del éxito comercial –el primer puesto lo tiene La Bella y la Bestia–. La proyección de varios medios indica que aquellos 773 millones que recaudó en salas el primer film a nivel global pueden llegar, fácilmente, a los 850 millones y, si el público va más allá, incluso a la famosa recaudación de 1.000 millones de dólares, algo que es muy factible que logre considerando que en el peor escenario la película con 300 millones de presupuesto podría generar 450 millones en tres semanas en la cartelera sólo en Estados Unidos. Y no le costaría nada duplicar ese número cuando se incluya al mercado global (sobre todo, por supuesto, China, pieza clave del rompecabezas del cine hoy).

Incluso en el peor escenario la película de Marvel será un éxito de los más grandes de 2017: así de sólida es la inversión de Disney hoy en sus juguetes ultrapop.

Parte de la esperanza que Disney ha depositado en esta franquicia se debe al éxito que ha generado la misma como fenómeno (y cómo explotar ese culto, ese cariño): la banda de sonido de la nueva entrega, rasgo clave del film anterior, fue lanzada con anticipación. ¿Cuántas películas de superhéroes han logrado definir modas culturales de esa forma?
La historia de Guardianes de la galaxia Vol. 2 no le da la espalda a ese fanatismo. Antes que vender escenas, se venden en las piezas de promoción más cariño a los 80, más cosas adorables (el animado Bebé Groot), más chistes impensados en otros films y más vínculos emocionales entre los personajes. No por nada el futuro de Marvel implica actualmente rodar bajo título secreto la tercera Vengadores y donde los mismos Guardianes de la galaxia aparecerían. La futura Thor: Ragnarok (a estrenarse en noviembre, pero cuyo tráiler le debe muchísimo a Guardianes… y su tono) y Black Panther parecen entender que la personalidad antes que la franquicia es, paradójicamente, la mejor franquicia posible.