ESPECTACULOS
emmy 2013

Y un día la industria cambió

Con sus nueve nominaciones por House of Cards, Netflix demuestra que el futuro de la industria audiovisual ya llegó. Y se puede premiar.

Ganador. Luego de un tiempo en Londres dirigiendo el teatro shakespeareano, Spacey volvió a Estados Unidos y apostó por un formato nuevo. Le salió muy bien.
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El jueves se anunciaron las nominaciones a la entrega de los premios Emmy a la industria televisiva, y ya nada volverá a ser lo que era hasta ese día. Si bien el programa que más nominaciones recibió fue American Horror Story (17), seguido de Game of Thrones (16), los ojos de los especialistas se posaron en Breaking Bad (13 nominaciones) y en House of Cards (9 nominaciones) por dos motivos muy distintos. En el caso de Breaking..., es una de las dos grandes favoritas porque se trata de su última temporada y se premiaría el esfuerzo de que una serie que comenzó por Fox y fue cancelada luego la adoptó una señal premium como AMC y la transformó en ícono de la década. Su gran contendiente es House of Cards, la miniserie protagonizada por el genial Kevin Spacey, y lo es porque, si bien sus nominaciones no son las más numerosas, están distribuidas en rubros clave y, sobre todo, dan cuenta de que la Academia de Artes y Ciencias Televisivas de los Estados Unidos reconoce –como cuando aceptó que el negocio de la pantalla chica había cambiado con el surgimiento del cable con producciones propias– que ha surgido un nuevo actor de peso en la industria. Netflix, productora de House of Cards, es una plataforma para internet que uno puede adquirir sin estar abonado al cable y sin siquiera precisar una antena: alcanza con tener conexión wi-fi a internet y una tarjeta de crédito –tampoco la revolución iba a ser marxista, no nos ilusionemos en vano–. Si hace 15 años HBO pateó el tablero y estableció el nuevo requerimiento de calidad en ficción televisiva con Los Soprano, lo que la Academia acaba de reconocer con las nominaciones es que, para hacer televisión, ni siquiera hace falta tener un canal de televisión –pequeño detalle: de ser esto así, casi toda la flamante Ley de Medios argentina queda automáticamente obsoleta–. Así como en serie de drama la mayor contienda será entre Breaking Bad y House of Cards, en el rubro de actor protagónico el duelo lo encararán los geniales Brian Cranston –por Breaking Bad, el mejor trabajo de su vida– y Kevin Spacey –en una labor perfecta aumentada por haberse atrevido a apostar por el nuevo hueco de la industria cuando nadie de peso lo hacía–. Habrá que ver qué suerte le depara la ceremonia de septiembre a la británica Downton Abbey, que logró que la platea femenina se sintiera un poco más inteligente al ver una simple telenovela rosa –lo cual es todo un mérito–. La serie favorita del año pasado, Homeland, quedó relegada. Y Mad Men, que fue considerada en su momento “obra maestra”, parece que su rol será aburrido. Como la serie.