Imaginate que si hasta tenemos un papa de San Lorenzo, Marcelo no se va a ir a jugar a la B”, se escuchó decir en Ideas del Sur. Por el “papa de San Lorenzo” se referían, por supuesto, a Jorge Bergoglio, flamante Francisco nacional y popular. Por “jugar en la B”, a desembarcar con ShowMatch en América o Canal 9, que van tercero y cuarto en el rating respectivamente.
La última fue una semana inusual en la telenovela que se acerca, con gran incógnita, a su desenlace. Primero, Adrián Suar realizó una declaración dual: por un lado dijo que creía que Tinelli podía tomarse un año sabático, pero por el otro que, si no se lo tomaba, le gustaría contar con él en El Trece. Pero en la vereda de enfrente regresaron con fuerza, desde sectores empresariales, rumores que se creían sepultados: que Telefónica –a la que la Afsca aún no le aprobó los pliegos de la propuesta de adecuación a la Ley de Medios– estaría dispuesta a vender Telefe.
Si del terreno de Marcelo Tinelli se trata, fueron siete días que dejaron en claro que lo del año sabático era sólo una presión para las negociaciones que se desarrollaban. El último miércoles recibió en su departamento –en el piso 38 de un lujoso edificio sobre Avenida del Libertador– a sus colaboradores habituales y, como suele decirse, les “puso fichas” para que trabajen con fuerza para salir al aire en abril. Definió una serie de elementos, como que la edición 2013 será doble: estará el clásico concurso de baile con parejas de famosos, pero también habrá una fuerte presencia de humor a partir de imitaciones que abarcarán a políticos, personajes de la farándula y, si finalmente se atreven, a un Francisco ataviado con ropas papales y la remera de San Lorenzo. En el staff estarán Freddy Villarreal –su as de espadas en cada temporada que cobra relevancia el humor con imitaciones– y Martín Bossi –que tendrá algunos problemas de agenda, ya que tiene por delante un año sobrecargado de trabajo, incluyendo el film en el que interpretará a Alberto Olmedo–. La apertura del ciclo, que suele parodiar alguna película, se dedicará a Kill Bill, donde Tinelli será en masculino Uma Thurman y Dady Brieva el maestro zen que lo capacita para la lucha sanguinolenta.
Esta semana, también, Fabián Scoltore –mano derecha de Tinelli a la hora de los negocios– se reunió con directivos del grupo Indalo –léase Cristóbal López– para acordar una renovación de dos años del contrato por el cual el conductor es el rostro de la petrolera Oil, que se firmará a fin de mes por una suma que ronda los US$ 3 millones. Semanas atrás se había reunido en la Casa Rosada con el jefe de gabinete Juan Manuel Abal Medina, no para hablar del pase sino en verdad para comenzar las negociaciones por las pautas publicitarias anuales.
En este cuadro de situación, la posibilidad de que ShowMatch vaya a América o Canal 9 resulta remota, salvo que se materialice una de las versiones que circulan como murmullos por lo bajo en el ambiente televisivo: que el mexicano Remigio González –luego de que Sabbatella descubra de repente que el abogado que figura como dueño legal es al menos sospechoso y deberían contrastarse con la realidad los papeles presentados– venda la señal y sea adquirida por alguien cercano al conductor, entregándole por entero el canal a Ideas del Sur. En ese caso, por más que el 9 esté cuarto en rating, no significaría un “descenso a la B” sino inaugurar un hogar casi propio, que podría construir a su imagen y semejanza. Y trabajar a lo loco.
Hace unos días Tinelli le dijo a PERFIL “vamos tranqui” cuando se le preguntó si resolvería la telenovela esta semana. Se entiende: le resta recomprar el 30% de Ideas del Sur en posesión del Grupo Clarín, firmar el contrato con el canal que lo reciba y ultimar los detalles antes de regresar al aire.