El futuro de Waze tras el millón de usuarios porteños

Gire a la derecha. Manténganse a la izquierda y tome la primera salida. Gire a la izquierda.
Hay ya en la Ciudad de Buenos Aires y en los barrios del Gran Buenos Aires un millón de personas que viajan todos los días en auto y que tienen estas expresiones incorporadas a su rutina de manejo a tal punto que no se imaginan moverse sin su ayuda. Se trata de las expresiones popularizadas por la plataforma colaborativa de guía en el tránsito Waze, que crece en la Argentina al 30% interanual en cantidad de usuarios y apuesta a una serie de novedades para un doble objetivo: conquistar nuevos automovilistas y conseguir que se fidelicen con la aplicación, cuyo negocio es vender publicidad hiperprecisa en el camino de los conductores.
Waze nació en 2008 en Israel  y en 2013 fue adquirida por Google, y hoy forma parte del entramado de empresas de ese holding llamado Alphabeth. A diferencia de otras aplicaciones o mapas, se trata de una plataforma nutrida de información que proveen sus propios usuarios, llamados wazers, que van actualizando en tiempo real cuáles son los eventos que pueden congestionar la circulación vehicular, desde una manifestación hasta un accidente o una obra. Se estima que hay unos 500 mil editores de Waze en todo el mundo que van nutriendo de material el sistema. “Cuando empezó, no había nada en los mapas, los va escribiendo la gente”, explica Ariadna Travini, directora de Waze para Sudamérica.
“Lo que buscamos es conseguir que haya nuevos usuarios que hagan la prueba”, explica. Y además, fidelizar a los que ya la tienen. Para los primeros, tienen una estrategia de publicidad digital, en vía pública y con acuerdos específicos con partners en medios, como puede ser auspiciar el segmento de tránsito en señales de TV. Para los que ya tienen la aplicación, el objetivo está puesto en volverse además de útil, familiar y cercana.
Conscientes de que era chocante escuchar algunas pronunciaciones de calles en la Ciudad como cuando nombraban “Yoan B Yusto”, han eliminado esas denominaciones, y además ahora dan la opción al usuario de que hasta regrabe los cerca de treinta comandos básicos con su propia voz o con voces de sus seres queridos, como sus hijos. En otras oportunidades, en tanto, se hacen acuerdos específicos con figuras del deporte o el espectáculo en caso de un evento como un Mundial. O, atentos a los avatares de los viajes largos en familia con chicos, están sumando también personajes infantiles.
“El carácter al volante de los argentinos es un fenómeno muy local”, añade Travini, que adelanta que trabajan también en propuestas zen para combinar con la experiencia en ruta, siempre atendiendo a no generar distracciones.
A propósito, según Waze, el usuario argentino utiliza la aplicación 1 hora y 38 minutos al día, lo que da un promedio de viajes de ida y vuelta al trabajo de unos 45 minutos, aunque obviamente puede haber más viajes en otros momentos del día.
Waze tiene acuerdos con entes gubernamentales para mejorar la circulación en las ciudades, dado el volumen de información que procesa que le permite conocer al dedillo las costumbres de los automovilistas: por ejemplo, en Buenos Aires marzo es el mes pico en congestión.