Un testigo en el juicio al "Chapo" Guzmán en Nueva York contó al gobierno estadounidense que el legendario capo mexicano drogaba y violaba a niñas, a las que consideraba sus “vitaminas” para mantenerse joven, según documentos de la acusación difundidos el sábado. Alex Cifuentes, uno de los exsecretarios del Chapo y durante años su proveedor de cocaína, contó al gobierno estadounidense que una mujer enviaba al legendario capo mexicano fotos de niñas a partir de 13 años, y que este luego elegía cuáles quería para tener sexo, pagando 5.000 dólares por cada una.
Alex Cifuentes, un narco de 50 años que es traficante desde los 10, fue arrestado en México en 2013 y luego deportado de Colombia a Estados Unidos. Preso en este país, colabora con el gobierno a cambio de una eventual reducción de su sentencia. Él mismo usó estos "servicios" en tres o cuatro ocasiones para tener sexo con adolescentes que a veces tenían apenas 15 años, dijo el gobierno en los documentos archivados ante la corte.
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Cifuentes "vio al acusado hacer lo mismo en múltiples ocasiones con niñas que a veces tenían solo 13 años”. El exjefe del cártel de Sinaloa Joaquín “Chapo” Guzmán, de 61 años, a veces las drogaba con “una sustancia en polvo” antes de violarlas, con la ayuda de Cifuentes, contó el testigo, un adepto de la brujería que cree en los ovnis y estaba convencido de que el apocalipsis llegaría en 2012, según los documentos de la fiscalía.
Sin embargo, Cifuentes, que vivió en 2007 y 2008 con el Chapo en las montañas de Sinaloa, no mencionó nada de esto durante sus cuatro días de testimonios en el juicio del Chapo, que culminó el jueves luego de tres meses de audiencias. Los jurados, a quienes no se permite leer nada relativo al juicio en la prensa o redes sociales, no podrán tener en cuenta esta información a partir del lunes, cuando comenzarán a discutir si el capo es culpable o no de traficar cientos de toneladas de drogas a Estados Unidos.
"Joaquín niega las acusaciones, que no han sido corroboradas y fueron consideradas demasiado perjudiciales y no confiables como para ser admitidas en el juicio”, dijo el abogado del Chapo Eduardo Balarezo, en un comunicado difundido por AFP. "Es desafortunado que el material haya sido difundido públicamente justo antes de las deliberaciones del jurado”, añadió. Si el Chapo es hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.
La publicación de estos documentos antes mantenidos en secreto obedece a un reclamo legal de medios estadounidense, que durante todo el juicio lucharon contra el secreto que rodeó el caso. Otro de los documentos difundido el sábado señala que el Chapo violó a una testigo en el juicio, antes de comenzar una relación romántica con ella. La única mujer de los 14 testigos cooperantes fue Lucero Sánchez, amante del Chapo y exsocia del capo, que hoy tiene 29 años.
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En otro sorprendente relato, el exjefe de comunicaciones de Guzmán, el exestudiante de ingeniería colombiano Christian Rodríguez, de 32 años, contó al jurado cómo desde 2008 le ayudó a montar un gran sistema seguro de comunicaciones y también un software espía en unos 50 teléfonos que el capo narco entregó a sus allegados. Gracias a esto, el Chapo leía a diario en su propia computadora los correos electrónicos y mensajes de texto de estas personas, escuchaba sus llamadas, sabía dónde estaban.
También “llamaba a una persona a su extensión, hablaban, colgaba y luego llamaba por otra línea para abrir el micrófono (del teléfono espiado) y escuchar lo que decían de él”, contó el técnico, a quien el Chapo llamaba a Colombia “casi todos los días” para hablar del espionaje. En mensajes de texto interceptados por el FBI en estos teléfonos, leídos al jurado, el Chapo habla de sus negocios de droga con Coronel y con su amante y socia Agustina Cabanillas Acosta, alias la “Fiera”.
La mujer, una exreina de belleza mexicana que tiene 29 años en la actualidad, se casó con el Chapo cuando aún era adolescente. Estuvo presente en el tribunal, y escuchó todo seria, sin hacer contacto visual con nadie, salvo con su marido, que la saludó con la mano varias veces. “Nuestra Kiki no tiene miedo de nada. Le voy a dar un AK-47 para que pueda acompañarme”, escribió el Chapo en enero de 2012 a su esposa, refiriéndose a una de sus hijas mellizas con Emma, entonces una bebé de meses, y hoy de siete años. El Chapo y su amante, que fue arrestada en Los Cabos, se llaman de “amor”en los mensajes. “Te adoro”, le escribe el capo. “Eres la persona más importante para mí”. Pero al escribirle a una amiga, la Fiera dice que el Chapo es un “idiota”.
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D.S.