Videos de empleados del gobierno de Australia realizando actos sexuales en el Parlamento fueron difundidos este martes, en medio de un gran malestar por el sexismo en la política. Uno de ellos implica a un hombre masturbándose en la oficina de una diputada.
Tras su difusión, el primer ministro Scott Morrison calificó los comportamientos como "escandalosos". Sin embargo, el mismo Morrison se encuentra bajo la lupa por la forma en la que gestionó una acusación de violación de una empleada contra un excolega suyo.
El material, que al parecer provenían de un chat grupal entre funcionarios, fue revelado por Channel 10. El denunciante que proveyó con los metrajes al medio de comunicación fue identificado bajo el pseudónimo "Tom".
Detalló que tanto dichos empleados usaban la sala de oración del Parlamento para mantener relaciones sexuales y hasta traían prostitutas al edificio. También admitió que el intercambio de fotos pornográficas de ellos mismos era frecuente.
La ministra de la Mujer, Marise Payne, consideró que las revelaciones refuerzan la necesidad de una investigación sobre la cultura de trabajo en el establecimiento. Su par en Industria, Karen Andrews, dijo estar "completamente harta" del sexismo.
A mediados de marzo , ecenas de miles de personas participaron en una campaña de manifestaciones llamada "#March4Justice" (Marcha por la justicia) para denunciar la violencia sexual y exigir la igualdad de género.
JFG