El expresidente de Bolivia Evo Morales, exiliado en México, ya sabe lo que quiere hacer cuando se retire de la política: poner un restaurante de pescado, servir a los clientes y, ya que está, cobrar por la foto. "Mi gran deseo cuando termine mi gestión como presidente es ir a mi región y hacer un restaurante de tambaquí, que es un pescado. Yo los sirvo. Cobro el plato y, de paso, la foto te cobro", dijo en entrevista con la agencia dpa en Ciudad de México.
Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, renunció al cargo el 10 de noviembre después de casi 14 años en el poder bajo presión ciudadana y a pedido del Ejército por acusaciones de fraude electoral para perpetuarse en el poder. Su tercer mandato debía terminar el 22 de enero de 2020 y pretendía la reelección pese a que, en 2016, un referéndum nacional le negó la posibilidad. "Tengo todo el derecho de participar en las elecciones, pero dicen no Evo, no Evo; ¿por qué tienen miedo a Evo?", se preguntó en una entrevista con la BBC.
Aún no piensa retirarse de la lucha política, pero cuando llegue la hora su idea es instalar su restaurante de tambaquí, un pescado de agua dulce que se cría en granjas, en la región del Trópico de Cochabamba. Ahí fue líder de los campesinos cultivadores de hoja de coca en sus orígenes políticos. "Ese es otro resultado que hemos demostrado: sin base militar norteamericana, sin la DEA (agencia antidrogas de Estados Unidos), hemos nacionalizado la lucha contra el narcotráfico", declaró.
Para Evo Morales, una senadora de su partido es la presidenta legítima de Bolivia
"En tiempos neoliberales o de dictaduras militares había más de 50.000 hectáreas de coca. A nosotros nos dejaron con 30.000 hectáreas. Ahora tenemos 20.000, pero sin muertos ni heridos. Concertando, reduciendo". No obstante, de acuerdo con el informe más reciente de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), si bien hubo una reducción de un 35 por ciento entre 2010 y 2015 hasta llegar a 20.200 hectáreas, la tendencia empezó a cambiar en 2016. Hace dos años el cultivo de hoja de coca se ubicaba en 24.500 hectáreas.
Morales dijo que gracias a sus políticas se implementaron nuevos programas productivos, entre ellos la crianza de peces. "El tambaquí está de moda. Un compañero que llena con piscinas de crianza de pescado una hectárea al año tiene 20.000 dólares de utilidad. Yo dije: voy a ir allá, dos hectáreas llenaré". En su restaurante, no se ve como cocinero. "Tengo que aprender, pero más prefiero de mesero que cocinero. Estar con la gente". Y se imagina la reacción de sus clientes: "Ah, ex presidente: ¿una fotito? Te cobro la foto más que el pescado".
“Me siento expresidente de Bolivia, he cumplido con mi gestión”, había dicho Morales días atrás en una entrevista con Carmen Aristegui en CNN en Español. “Yo me siento Evo, yo me siento ex presidente desde que he presentado mi renuncia... He cumplido con mi gestión, he cumplido con mi tarea”. En otra entrevista, concedida a la cadena árabe Al Jazeera, Morales dijo: "No sé por qué están asustados con Evo, no quieren que participe; está bien, todo por la vida, por la democracia; retiro mi candidatura, pero deberían dejarme terminar mi mandato”.
D.S.