El destino de Dilma Roussef como presidenta de Brasil, tumultuoso desde el estallido de los escándalos de corrupción, comienza a definirse hoy. Los más de 500 diputados del país vecino ya se encuentran en el Congreso para decidir si otorgan media sanción al pedido de juicio político contra la mandataria.
Eduardo Cunha, titular de la Cámara de Diputados por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y exsocio de Dilma, abrió la sesión hoy a las 14 horas. En el recinto, se cruzan los gritos "Fuera PT" con los que levantan carteles con la consigna "No al golpe".
"Hoy vamos a hacer historia. Cincuenta y cuatro millones de votos no autorizan a atentar contra las finanzas públicas", declaró Jovair Arantes, relator de la comisión especial de juicio político.
Brasil tiene un total de 513 diputados. Cada uno tendrá 10 segundos para decir si está a favor o en contra de abrirle un juicio político a Rousseff, acusada de haber incurrido en maniobras fiscales para maquillar el déficit durante la campaña para su reelección, en 2014.
Para llevar a la presidenta brasileña a juicio político, 342 parlamentarios deben votar a favor del "impeachment". Fuera del Congreso, se vive un clima tenso.
