El presidente de Colombia, Iván Duque, ordenó a los militares salir a las calles de las principales ciudades como Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, para controlar las manifestaciones en rechazo a su reforma tributaria, lo que derivó en denuncias por el uso excesivo de la fuerza tras contabilizarse la cifra de al menos 19 muertos y más de 800 heridos por la violenta represión.
Según la Defensoría del Pueblo, los disturbios y manifestaciones dejan al menos 19 muertos. El ministerio de Defensa, por su parte, contabiliza más de 800 heridos y cientos de establecimientos destruidos.
Tras una semana de represión, las protestas no cesaron en Colombia con manifestaciones en diferentes puntos del país, y hay una gran convocatoria para este miércoles 5 de mayo a movilizarse en todo el territorio.
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Al respecto, ONGs, organismos internacionales y la oposición denunciaron los atropellos cometidos durante las jornadas de protesta. Según la ONG Temblores, hubo 940 casos de abuso policial en los últimos días y se investiga "la muerte de ocho manifestantes presuntamente atacados por policías".
Este martes, el portavoz del servicio diplomático de la Unión Europea, Peter Stano, se dijo a su vez preocupado por la situación en Colombia y aseguró que "es realmente una prioridad contener la escalada de violencia y evitar el uso desproporcionado de la fuerza".
Por su parte, la ONU denunció "amenazas y agresiones", así como "disparos realizados por la policía" contra una comisión humanitaria, en una publicación en redes sociales.
"Estamos profundamente alarmados por los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Cali en Colombia la pasada noche, cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes que protestaban contra la reforma tributaria, matando e hiriendo a varias personas, según la información recibida", declaró en Ginebra Marta Hurtado, vocera de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
"Resaltamos también que los agentes encargados de hacer cumplir la ley deben respetar los principios de legalidad, precaución, necesidad y proporcionalidad a la hora de vigilar las manifestaciones", dijo Hurtado y agregó que "las armas de fuego sólo pueden utilizarse como último recurso ante una amenaza inminente de muerte o de lesiones graves".
Asimismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exhortó al Estado a esclarecer su participación en ataques que incluyen abusos sexuales.
Presentó la renuncia el Ministro de Hacienda de Colombia
El sábado pasado, junto al comandante del ejército, Duque había anunciado que usaría la figura de "asistencia militar" para combatir "a quienes por la vía de la violencia, el vandalismo y el terrorismo pretenden amedrentar a la sociedad".
El ministro de Defensa, Diego Molano, anunció el despliegue de 700 soldados en la capital del Valle del Cauca (suroeste) para enfrentar "organizaciones criminales" en los disturbios. En Bogotá y Medellín, los alcaldes de oposición rechazaron militarizar sus ciudades, pero aún así, soldados patrullan la capital por orden presidencial
La militarización se instaló mientras la policía está en el centro de las miradas por la manera en cómo reprimió las protestas contra el gobierno. En 2020, la fuerza pública enfrentó con balas las movilizaciones contra la brutalidad policial, y dejó una docena de muertos y más de 500 heridos.
Mientras tanto, el gobierno guarda silencio y reconoció sólo a un civil y un policía fallecidos relacionados con las protestas.
Tras las protestas, renunció el ministro de Hacienda
Duque anunció el domingo que el Gobierno renunció a algunas de las ideas más impopulares, como extender el impuesto al valor agregado a más bienes y servicios y ampliar la base de contribuyentes al impuesto sobre la renta. Asimismo, pidió a los legisladores que lleguen de manera urgente a un consenso en torno a una nueva propuesta para ayudar al país a salir de un déficit fiscal cada vez más grave.
El ministro de Hacienda colombiano, Alberto Carrasquilla, renunció el lunes después de que su plan para aumentar los impuestos fuera retirado tras días de sangrientos enfrentamientos en las calles y una crisis política. Carrasquilla y el viceministro, Juan Alberto Londoño, presentaron la renuncia al inicio de esta semana.
AG / DS