La presidenta Dilma Rousseff adelantó su retorno de Chile, donde participaba en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), para visitar la ciudad de Santa María, donde el incendio de un club nocturno dejó un saldo de 233 muertos y 106 heridos.
"Estamos juntos en este momento de tristeza y necesariamente lo vamos a superar", expresó Rousseff, notoriamente conmocionada por la tragedia, poco antes de la reunión que mantuvo con familiares de las víctimas del siniestro. Asimismo, el expresidente Luiz Inacio da Silva expresó su "solidaridad a los amigos y familiares de las víctimas y a toda la población de la ciudad". "Todo Brasil está triste y de luto", añadió.
Mientras tanto, la ciudad de Santa María decretó 30 días de duelo e instaló un equipo de ayuda psicológica para los familiares de las víctimas.
Otro Cromañón. La tragedia del Club Kiss recuerda, inevitablemente, al incendio de República Cromañón, el boliche de Once en el que murieron 194 personas luego de que el lugar se prendiera fuego con una bengala.
De acuerdo con las primeras pesquisas, la mayoría de las víctimas del club brasileño murieron asfixiados en un tumulto por el pánico y una nube de humo negro.
En medio del caos, decenas de personas quedaron tiradas en la calle fuera de la discoteca, para desesperación de sobrevivientes y bomberos que intentaban reanimarlas y abrir agujeros en las paredes con pesados martillos para rescatar más gente, ya que el personal de seguridad del local había trabado las puertas.
Las personas "entraron en pánico y acabaron pisoteándose unos a otros. La principal causa de muerte fue la asfixia", explicó el jefe de bomberos Guido de Melo.
"La seguridad trancó la salida de las personas que estaban en el local y eso causó un gran pánico y un tumulto", añadió.
Según relató el jefe de bomberos, el incendio en la discoteca Kiss se desató por una luz de bengala lanzada por un miembro de la banda de música que se presentaba en el establecimiento. "Usaron una fuente de fuego, de calor, y eso acabó generando la tragedia", dijo.
El permiso de la discoteca otorgado por los bomberos para operar "está vencido desde agosto", indicó el comandante del cuerpo de bomberos de Rio Grande do Sul, Moisés da Silva Fuchs, a la prensa local.
Este es el segundo incendio con más muertos en la historia de Brasil, luego del fuego en un circo que dejó 533 muertos en Niterói, frente a Rio de Janeiro, en 1961, recordaron las autoridades.