El inglés Ross Edgley acostumbra a realizar hazañas de una magnitud sobrehumana, o al menos muy por encima del humano promedio, y este fin de semana marcó otro récord que tardará en ser igualado, si es que se puede: empleó 157 días en dar la vuelta a nado a Gran Bretaña. Se trata de una proeza en aguas abiertas por etapas que se estima en 2.882 kilómetros, una hazaña que nadie había realizado hasta ahora, y que debe analizarse desde la complejidad de las aguas que rodean a la isla británica, con temperaturas extremas, tormentas y condiciones severas incluso para la navegación.
Edgley arrancó el viernes 1 de junio desde la ciudad costera de Margate, en el condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, y terminó su largo periplo en el mismo lugar este domingo, ante la ovación de centenares de personas que se habían reunido para recibirlo.
"Con cada persona que hablaba de esto me decía que no se podía hacer, que pondría en peligro mi vida con semejante esfuerzo, pero cada vez que me lo decían me daban más ganas de intentarlo", dijo el atleta inglés a su llegada, rodeado de los carteles de su principal sponsor, una reconocida bebida energética. "Espero que ahora que he demostrado que se puede dar aGran Bretaña la vuelta a nado, haya más gente que cambie su barómetro personal sobre lo que creen que es posible", señaló a la AFP.
Según cuentan los diarios ingleses, Edgley nadaba en etapas de hasta 12 horas diarias, muchas veces por la noche si juzgaba que las condiciones del mar eran mejores, pero en su largo periplo de más de 5 meses debió enfrentarse a aguas heladas, fuertes tormentas, picaduras de medusas, dolores musculares que cuesta imaginar en condiciones comunes, y hasta la compañía en alguna parte del viaje de un tiburón. "Es cierto, un tiburón me vigiló una parte del viaje", contó con una sonrisa Edgley, cuya presencia es habitual en los concursos de deportes de fuerza extremos.
En el día 74 de su travesía alrededor de Gran Bretaña, Edgley ya había batido el récord de natación en mar por etapas.
En la conferencia de prensa posterior a su hazaña, Edglay contó a la prensa que durante el recorrido marino comió más de 640 plátanos y se levantaba la moral cantando. El deportista, acostumbrado a las pruebas de resistencia insólitas, ya contaba entre sus proezas la de haber escalado el Monte Everest en 19 horas y corrido un maratón tirando de un automóvil de 1,4 toneladas de peso. En sus hazañas de aguas abiertas incluye haber nadado 100 kilómetros habiendo cargado un tronco de 45 kilos...