A cuatro meses y medio de las elecciones presidenciales, Donald Trump mira las encuestas con preocupación. Con el lastre de una pandemia que dejó más de 2,2 millones de infectados y 118 mil muertos; una economía golpeada por la cuarentena; y un rival, Joe Biden, que cuestiona su gestión de la crisis, el republicano intenta revitalizar su campaña con el primer acto proselitista, que se celebrará hoy en Tulsa, Oklahoma.
Urgido por energizar a su electorado antes de los comicios del 3 de noviembre y arriesgándose a un rebrote de coronavirus, el republicano reunirá a 19 mil seguidores en un recinto cerrado. Los sondeos, una foto de este momento de la campaña, como suelen repetir los encuestadores, vaticinan que Trump está abajo en el voto popular y en los Estados que serán determinantes para inclinar la balanza en el Colegio Electoral.
Según el sitio Five Thirty Eight, el mandatario tiene una desaprobación de 55,3%, cinco puntos más que en marzo, cuando la pandemia paralizó la economía de Estados Unidos. Su aprobación, en tanto, cayó de 45,3% a 40,7%. Además, Biden le lleva casi nueve puntos de intención de voto a nivel nacional, una cifra superior a las que Barack Obama les sacó a John McCain y Mitt Romney y a la de Hillary Clinton sobre Trump en 2016.
Trump tiene una desaprobación de 55,3%, cinco puntos más que en marzo. Su aprobación, en tanto, cayó de 45,3% a 40,7%
“Si las elecciones fueran hoy, Biden probablemente ganaría. En 2016, Trump perdió el voto popular por 2% pero aún así ganó en el Colegio Electoral. Ciertamente podría ser reelegido si pierde por 2 o 3% de nuevo, pero una desventaja de 8 o 9% sería difícil de superar”, explicó a PERFIL John Miles Coleman, editor del Sabato´s Cristal Ball.
Para ser electo presidente, el postulante debe obtener una mayoría de 270 delegados en el Colegio Electoral, que se repartirán de acuerdo a los resultados en cada Estado. Por eso, es crucial el escrutinio en los llamados “swing states”, aquellos donde hay paridad entre los dos candidatos y pueden cambiar de color entre una elección y otra. Según The Cook Political Report, Michigan, Wisconsin, Penssylvania, Carolina del Norte, Arizona y Florida serán los distritos en disputa. Allí, los sondeos también vaticinan una ventaja de Biden.
Anabella Busso, investigadora del Conicet y profesora de la Universidad Nacional de Rosario, asegura que Trump “transita actualmente por una etapa compleja para lograr su reelección”, pero advierte que eso podría cambiar. “Si hay recuperación económica y si sus efectos llegan rápido a la gente de a pie las posibilidades de Trump van a mejorar”, afirmó.
Si las elecciones fueran hoy, Biden probablemente ganaría. dijo John Miles Coleman
Coleman también es cauto: “Tendemos a pensar que las encuestas de Biden tienen un “alto nivel de azúcar” en este momento. Él estuvo fuera de las noticias y muchos de los titulares fueron sobre el mal manejo de Trump de la pandemia. Esperamos que la brecha se reduzca a medida que se acerque el día de las elecciones”.
Antes del brote de coronavirus, el jefe de Estado parecía desfilar cómodamente hacia la reelección. Hoy, el escenario es abierto e incierto. Con decenas de errores en la gestión de la crisis, repetidas hasta el hartazgo por los spots de Biden, Trump luce como un candidato a la deriva. Su discurso de “Ley y Orden” que buscaba reprimir con las Fuerzas Armadas las protestas por el asesinato de George Floyd fue duramente criticado por militares retirados vinculados al Partido Republicano, como el general James Mattis, su ex secretario de Defensa.
Para Busso, la pandemia y las protestas desnudaron “un deterioro del contrato social” en Estados Unidos. “Tendrá que ser abordado en esta o en otra elección hasta encontrar un camino que achique la grieta social que no es sólo económica, sino que tiene fuertes componentes de racismo”, sostiene.
Para Busso, la pandemia y las protestas desnudaron “un deterioro del contrato social” en Estados Unidos
Tras 1.245 días en la presidencia, Trump sólo tiene mejor aprobación que los ex presidente George H. W. Bush y Jimmy Carter, que no lograron un segundo mandato. Su gestión es peor evaluada que la de Barack Obama, George W. Bush, Bill Clinton, Ronald Reagan y Richard Nixon, que obtuvieron la reelección.
Coleman afirma que Trump está en un peor escenario que en 2016. “Está tratando de organizar más debates con Biden. El y los republicanos necesitan convertir las elecciones en una elección entre dos candidatos, en lugar de un referéndum sobre el presidente”, asegura. Biden, que pasó meses recluido en el sótano de su casa, capitaliza con su silencio los errores no forzados del jefe de Estado, mientras deshoja la margarita de su regreso a la Casa Blanca. Pero con Trump, la pelea no se acaba hasta que se acaba.
Sin toque de queda
AFP
Donald Trump anuló ayer el toque de queda impuesto en Tulsa, Oklahoma, sede de su mitin de campaña. Ante el temor de choques entre los seguidores del republicano y opositores, el alcalde de esa ciudad, G. T. Bynum, había decretado esa medida.
El presidente amenazó por Twitter a sus detractores: “Los manifestantes, anarquistas, saqueadores y delincuentes que van a Oklahoma, deben entender que no se los tratará como en Nueva York, Seattle o Minneapolis. ¡Será muy diferente!”.
Joe Biden’s rally. ZERO enthusiasm! pic.twitter.com/IB2BrrmTPH
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 19, 2020
Trump había elegido el 19 de junio, una fecha simbólica en la que se conmemora el final de la esclavitud en Estados Unidos, para celebrar su mitin, pero lo aplazó un día, tras ser duramente criticado.
