INTERNACIONAL
máxima tensión

EE.UU. insiste en el riesgo de inva sión de Ucrania

Moscú asegura que comenzó a retirar tropas, pero Washington lo niega. Ahora el foco está puesto en el este ucraniano.

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Bombas. En Stanytsia Luganska, en la región de Donbás, donde son fuertes los separatistas prorrusos. Moscú divulgó fotos para demostrar que está retirando tanques y soldados de la región fronteriza. | cedoc

Los choques entre separatistas prorrusos y tropas ucranianas se multiplicaron ayer en el este de Ucrania, y la decisión de las milicias filo Moscú de evacuar a los civiles hizo crecer los temores de que Vladimir Putín esté definiendo los preparativos para invadir el país. 

El mandatario ruso admitió un “agravamiento de la situación” en Donbás, región donde el ejército ucraniano se enfrenta desde hace ocho años a las fuerzas separatistas apoyadas por Moscú. 

El retumbar de las bombas se percibía en Stanytsia Luganska, una localidad ucraniana bajo control de las fuerzas gubernamentales cerca de la línea del frente. El jueves, esta ciudad ya fue blanco de bombardeos, que alcanzaron una guardería, en un ataque que por milagro no dejo ningún muerto.

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Los dirigentes de las autoproclamadas repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk (ambas en el Donbás) ordenaron la evacuación de la región. Denis Pushilin, el líder de Donetsk, anunció en un video “una salida masiva y centralizada de la población” hacia Rusia. Leonid Passetshnik, al frente de Lugansk, pidió que la población abandonara el territorio “para evitar víctimas civiles”.

Por su parte, Putin ordenó al ministro de Emergencias en funciones, Alexander Chuprian, crear todas las condiciones necesarias para acoger a los refugiados procedentes de la región de Donbás, en el este de Ucrania, ante el recrudecimiento de los enfrentamientos.

Así lo confirmó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, que detalló que Putin mantuvo una conversación telefónica con Chuprian, al que encomendó salir de inmediato hacia Rostov, en el sur del país, con el fin de organizar la llegada de refugiados. Está previsto que las autoridades rusas hagan entrega de alimentos y productos básicos, además de asistencia médica.

La decisión ha sido tomada horas después de que las Fuerzas Armadas de Ucrania y los rebeldes que controlan gran parte de la región del Donbás denunciaran decenas de violaciones del alto el fuego que teóricamente está en vigor.

Las autoridades ucranianas señalaron 45 violaciones al alto el fuego por parte de los separatistas prorrusos ayer. Estos, a su vez, informaron de 27 disparos por parte del ejército ucraniano en las últimas horas.

Escalada. Este aumento de los combates tiene lugar en plena escalada de tensiones entre Rusia y los países occidentales, que acusan a Moscú de haber desplegado decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania con miras a invadirla.

Rusia niega estos planes y desde el martes anunció una serie de retiradas de sus tropas en la frontera, aunque segun Kiev, sigue habiendo allí 149.000 efectivos rusos.

Los disparos de obuses en el este de Ucrania en las últimas 48 horas forman parte de los esfuerzos de Rusia para crear “falsas provocaciones” que justifiquen una “agresión” a la ex república soviética, dijo ayer el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

Lo que ha ocurrido “en las últimas 24/48 horas es parte de un escenario que ya está instalado para crear falsas provocaciones, para luego tener que responder a esas provocaciones y al final iniciar una nueva agresión contra Ucrania”, advirtió Blinken en la conferencia sobre seguridad que se celebra en Munich.

“Nosotros hacemos todo lo que está en nuestro poder para indicar claramente que hay una vía diplomática” a esta crisis entre Occidente y Rusia, pero “nos preocupa profundamente que no sea esa la vía por la que opta Rusia” deploró Blinken, que ya había formulado acusaciones similares ante el Consejo de Seguridad. 

“Más tropas desplazadas”. Los países occidentales dudan del repliegue parcial ruso, ilustrado con imágenes de tanques cargados en trenes. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que sigue viendo “más tropas rusas desplazándose” hacia la frontera ucraniana.

En una conversación telefónica con su homólogo ruso, Serguéi Shoigú, Austin instó a “una desescalada, al regreso a sus bases de las fuerzas rusas que rodean Ucrania y a una solución diplomática”, indicó el Pentágono.

Con el mundo tratando de desentrañar las intenciones de Putin, Rusia anunció que el hoy realizaría maniobras de sus “fuerzas estratégicas”, incluyendo disparos de misiles balísticos y de crucero.

Según el ministerio ruso de Defensa, los ejercicios están destinados a “probar el nivel de preparación” de las fuerzas involucradas y la “fiabilidad de las armas estratégicas nucleares y no nucleares”. 

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, garantizó que se trata de “un entrenamiento regular” que ha sido “notificado a diversos países por varias vías”.

Putin, que supervisará las maniobras, recibió ayer a su aliado bielorruso Alexander Lukashenko, con quien lleva a cabo maniobras militares conjuntas.

Desde Múnich, Alemania, donde se celebra una conferencia anual sobre seguridad y defensa, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que una guerra entre Rusia y Ucrania sería “catastrófica” y subrayó que no debería haber “alternativa a la diplomacia”. Moscú participa habitualmente de esta conferencia, pero este año no lo hizo.

Pretexto para una invasión. Las violaciones del alto el fuego en el este de Ucrania aumentaron el temor de Occidente a que Rusia esté buscando un “pretexto” para invadir la exr epública soviética.

Desde 2014, más de 14.000 personas han muerto en este conflicto y más de 1,5 millones han tenido que abandonar sus hogares.

Los acuerdos de paz firmados en 2015 en Minsk permitieron instaurar un alto el fuego y reducir considerablemente los enfrentamientos. Pero con esta nueva escalada, se teme que Ucrania reaccione violentamente y de a a Putin una justificación para pasar al ataque.

“Lo que ocurre en el Donbás es muy preocupante y potencialmente muy peligroso”, declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Ucrania insistió en que descartaba una ofensiva en los territorios separatistas. “Reforzamos nuestra defensa. Pero no tenemos la intención de efectuar ninguna ofensiva”, declaró el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov. “Nuestra misión es no hacer ninguna de las cosas que los rusos están intentado provocar”, agregó. “Tenemos que frenarlos pero mantener la sangre fría”, agregó Reznikov.