La canciller alemana, Angela Merkel, se prepara para decir adiós a sus 18 años al frente de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en el congreso federal del partido, que votará este viernes a su sucesor. Los 1.001 delegados del partido deberán elegir entre la actual secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, el ex líder de la facción conservadora Friedrich Merz y el ministro de Sanidad, Jens Spahn.
Los delegados "tendrán, por supuesto, una tarea importante para fijar el rumbo del futuro equipo directivo", declaró Merkel en el palacio de congresos de Hamburgo, donde tendrá lugar el congreso de su partido conservador, que se extenderá hasta el sábado. La canciller dijo estar "naturalmente emocionada" con la votación: "Esto es democracia pura", afirmó.
Por su parte, Kramp-Karrenbauer, que actualmente encabeza los sondeos para reemplazar a Merkel como jefa de los conservadores, dijo el jueves que el partido debe "permanecer unido" sin importar quién gane la votación. "Lo más importante -y creo que los tres candidatos lo saben- es que la CDU permanezca unida después de la votación", declaró en la cadena pública alemana ZDF.
Merkel, canciller de Alemania desde 2005, decidió a finales de octubre ceder las riendas del partido que ha liderado desde el año 2000 tras los malos resultados obtenidos por su bloque conservador en las últimas elecciones regionales y la caída en picado de los índices de las encuestas de opinión. Sin embargo, planea cumplir su mandato como canciller hasta 2021 dentro del Gobierno de coalición con los socialdemócratas.
Los candidatos que aspiran a suceder a Merkel en Alemania
Annegret Kramp-Karrenbauer
Conocida como "AKK" por sus iniciales, es una política de estilo sobrio y poco propensa a los grandes gestos. La conservadora de 56 años comenzó su carrera en la política hace más de tres décadas como concejal en su pueblo natal, Püttlingen, en el suroeste de Alemania, cerca de la frontera con Francia.
Desde entonces, cada vez que fue llamada a ocupar un puesto lo hizo de manera tan eficiente que no tardaba mucho en llegar la siguiente promoción. En febrero, la primera ministra del diminuto estado del Sarre fue convocada por Merkel para ocupar el puesto de secretaria general y, por tanto, convertirse en "número dos" de la CDU.
Trabaja desde hace años de forma estrecha con la canciller, con la que suele ser comparada por su estilo mesurado y analítico, así como por su tenacidad y capacidad para imponer sus ideas.
Desde 2010 forma parte de la Ejecutiva de la CDU y formó parte de la delegación democristiana que negoció el acuerdo para la formación de una nueva coalición con los socialdemócratas del SPD.
Friedrich Merz
Fue presidente del grupo parlamentario conservador entre los años 2000 y 2002. El político y empresario de 63 años lidera desde 2009 un centro de análisis centrado en estrechar lazos entre Alemania y Estados Unidos.
Abogado y experto financiero, encabezó el grupo parlamentario hasta que Merkel lo destituyó de su cargo en 2002, tras lo cual pasó a ser vicepresidente de la facción hasta el 2004. A día de hoy todavía sigue teniendo peso en las filas de los conservadores.
Originario de una región montañosa que ocupa parte del sureste de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania, Merz está casado y es padre de tres hijos. Ha dedicado gran parte de su vida al ámbito empresarial y forma parte de numerosos consejos de administración, entre otros de la inmobiliaria IVG Immobilien, el banco Commerzbank, el club de fútbol Borussia Dortmund y el aeropuerto Colonia/Bonn.
Jens Spahn
El ministro de Sanidad alemán, de 38 años, fue uno de los nombramientos más destacados en el nuevo Gobierno alemán, dado que es uno de los mayores críticos de Merkel. Es el candidato que, a priori, cuenta con menos apoyos para sucederla.
Representante del ala más conservadora de la CDU, Spahn causó revuelo al exigir el año pasado una ley para regular la actividad de las mezquitas y los imanes musulmanes y se dejó ver en Austria junto con el joven canciller conservador del país vecino, Sebastian Kurz, defensor de una política migratoria restrictiva que contrasta con la de Merkel.
Oriundo de Ahaus, en Renania del Norte-Westfalia, está casado desde el pasado mes de diciembre con su pareja, Daniel Funke, periodista de la revista de farándula "Bunte", una de las más conocidas de Alemania. Spahn no ve ninguna contradicción entre ser gay y ser católico.