Las fuerzas policiales de Rusia detuvo Alexéi Navalni a su llegada al aeropuerto moscovita de Sheremétievo, cuando se disponía a pasar el control de pasaportes.
El avión en el que viaja el opositor ruso aterrizó este domingo a las 20 (hora de Rusia). Sin embargo, el destino inicial no era dicho aeropuerto si no, más bien, otro aeródromo en la capital denominado Vnukovo.
Los servicios penitenciarios rusos habían advertido que detendrían a Navalni, de 44 años, a su llegada desde Berlín, donde se recuperó de un presunto envenenamiento, por violar las condiciones de una condena con suspensión de pena de 2014.
Varios aliados del Navalni fueron detenidos el domingo por la policía de Moscú cuando fueron recibirlo. "Liubov Sobol, Ruslan Shavedinov, el jurista Alexéi Molokoyedov, el asistente de Navalni Ilia Pajomov, la directora de campaña Anastasia Kadetova y Konstantin Kotov fueron detenidos" precisó en Twitter Ivan Jdanov, uno de los más allegados colaboradores del opositor.
Entre las otras personas detenidas figura Ruslan Shavedinov, un colaborador de Navalni que las autoridades enviaron a la fuerza al Ártico en 2019 para cumplir su servicio militar obligatorio, tras un registro de la organización opositora.
Konstantin Kotov también es un conocido opositor ruso, que fue liberado en diciembre tras cumplir una pena de año y medio de prisión por una "violación reiterada" de las reglas sobre la organización de manifestaciones.
Las autoridades rusas habían advertido de los riesgos de participar en un "acontecimiento público" no autorizado en el aeropuerto de Vnukovo, donde se encuentran unos 200 partidarios de Navalni y unidades antidisturbios.
Antes del despegue de la aeronave, el político ruso había confiado a la prensa que temer a ser detenido. "¿Seré detenido? Es imposible, soy inocente", agregó después de reiterar su agradecimiento a Alemania por organizar su recuperación.
"Chico, tráenos un poco de vodka. Vámonos a casa", dijo la esposa de Navalni, Yulia Navalnaya en un video, mirando fijamente a la cámara mientras está sentada a bordo del vuelo, junto a su esposo, de regreso a Rusia.
Un posible envenenamiento
La principal figura de la oposición rusa cayó súbitamente en coma en agosto del 2020, cuando regresaba de un viaje a Siberia. Inicialmente fue hospitalizado en Omsk, una gran ciudad de la región, pero fue evacuado unos días después a un hospital de Berlín.
Tres laboratorios europeos concluyeron que fue envenenado con un agente nervioso del tipo Novichok, desarrollado en la época soviética, una conclusión que confirmó la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) pese a que Moscú lo ha negado.
El opositor acusa a los servicios especiales rusos (FSB) de haber tratado de asesinarle por orden directa de Putin. Sin embargo, las autoridades rusas acusaron a los servicios secretos occidentales y hasta la higiene de vida de Navalny.
Hasta ahora, Moscú se ha negado a abrir una investigación para descubrir lo que le ocurrió, debido al supuesto rechazo de Alemania a compartir sus informaciones con Rusia.