El opositor ruso, Alexei Navalny, afirmó el pasado lunes 21 de diciembre haber obtenido una prueba innegable de la responsabilidad del Kremlin y sus servicios secretos en el envenenamiento que lo mantuvo largo tiempo entre la vida y la muerte.
La clave del misterioso ataque habría sido evidenciada a través de un oficial del Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB). El mismo precisó detalles en una trampa telefónica tendida por el enemigo número uno de Vladimir Putin.
El agente no solo confesó la existencia de una operación para eliminar a Navalny si no que, además, sugirió que la toxina fue suministrada a través de su en la ropa interior.
Por su parte, El FSB contraatacó remarcando que la llamada telefónica es "falsa" y la investigación una "provocación planificada", que "no habría podido tener lugar sin el soporte organizativo y técnico de la inteligencia extranjera".
Luego del supuesto descubrimiento, Navalny publicó en Internet un video mediante el cual confirma haber llamado a algunos agentes del Servicio Federal.
Una llamada telefónica disidente
Para llevar a cabo los engaños, el político opositor personificó a Maxim Ustinov: un inexistente ayudante del secretario del Consejo de Seguridad Nikolai Patrushev, aliado de Putin y, sin duda alguna, una de las personas más poderosas de Rusia.
Konstantin Kudryavtsev sería el individuo oficialista que habría mordido el anzuelo Tanto la grabación del audio como el video con la transcripción de la llamada fueron difundidos por Navalny. Sin embargo, es imposible verificar la identidad de la persona que responde del otro lado del teléfono durante 49 minutos.
Durante la conversación, el presunto Kudryavtsev remarca que si ese día los pilotos del avión no hubieran aterrizado tan rápido, "el resultado habría sido distinto". Sobre el envenenamiento, sugiere que el lugar donde se podía lograr mayor concentración de residuos de la toxina era en las costuras interiores de la ropa interior del opositor.
Luego de difundirse la información, la opositora Liubov Sobol fue detenida en las inmediaciones de la que sería la casa de Kudryavtsev, dándole cierta verosimilitud al relato del político disidente.
El 20 de agosto del presente año, Navalny empezó a sentirse mal cuando estaba volando desde Tomsk, en Siberia, hacia Moscú, el comandante del vuelo decidió aterrizar de emergencia para que fuera atendido médicamente. Allí comenzaron los rumores sobre su envenenamiento.
jfg / ds
