Ciudad del Vaticano | Los conservadores de la Iglesia Católica que desafiaron públicamente al papa Francisco antes y durante el reciente Sínodo sobre la familia, saben ahora que su desafío tendrá un costo. El Vaticano anunció el sábado que el cardenal norteamericano Raymond Leo Burke, uno de los líderes del sector que se opone a toda apertura hacia divorciados u homosexuales, fue apartado de la Curia Romana, eje del poder vaticano, y nombrado al frente de la Orden de Malta, un puesto honorífico.
Burke dejará su cargo de prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, el más alto de la Santa Sede, que ocupaba desde 2009. Su lugar lo ocupará monseñor Dominique Mamberti, hasta ahora secretario para las Relaciones con los Estados, el canciller vaticano.
Ayer, el cardenal estadounidense mantuvo su actitud desafiante. “No he recibido aún la notificación oficial de traslado. Mientras no tenga la carta en mano, me resulta difícil hablar de esto”, dijo. Sin embargo, ya el mes pasado le había dicho a un medio estadounidense que sabía que iba a ser apartado de su cargo por haber criticado la forma en que Francisco había gestionado el Sínodo sobre la familia de octubre.
En diciembre de 2013, el cardenal Burke ya había sentido el rigor de Francisco, cuando no se le renovó su mandato como miembro de la Congregación para los Obispos en el Vaticano después de criticar al Papa por no condenar más explícitamente cuestiones como el aborto o los casamientos homosexuales.
Coautor de un libro que asegura que “Cristo prohíbe sin ambigüedad el divorcio y las segundas nupcias”, Burke había denunciado durante el Sínodo las afirmaciones “inaceptables sobre las relaciones sexuales fuera del matrimonio y entre personas del mismo sexo”.
El documento final del Sínodo fue aprobado por los cardenales, pero sin alcanzar un acuerdo sobre el acceso a la comunión de los divorciados, que defendía Francisco, o una mayor tolerancia hacia los homosexuales.
El nuevo canciller. Para ocupar la Secretaría de Relaciones con los Estados que deja vacante monseñor Mamberti después de ocho años, Francisco nombró al británico Paul Richard Gallagher, de 60 años, que hasta ahora era el nuncio apostólico en Australia. Nacido en Liverpool en 1954, Gallagher ha ocupado puestos en la Iglesia en los cinco continentes, lo que le da el suficiente perfil para un cargo que se ocupa de impulsar las relaciones del Vaticano con todos los países del mundo. Entre otros destinos, ha estado en las nunciaturas de Uruguay, Tanzania y Filipinas.
Este cambio en el organigrama de la Secretaría de Estado vaticano se produce un año después de que el Papa nombrara “primer ministro” (secretario de Estado) a Pietro Parolín, en sustitución de Tarcisio Bertone, salpicado por el escándalo de las filtraciones de los documentos vaticanos.
afp / ansa