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L'Osservatore Romano

"En la hora más oscura": el papa Francisco habló sobre una "guerra mundial"

"La guerra es un fracaso de la política, un fracaso de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal", aseguró Francisco.

Papa Francisco
Papa Francisco | Agencia Afp

Oponernos a la guerra, a la violencia y a la injusticia” son las palabras del papa Francisco que encabezan esta nueva edición semanal del L´Osservatore Romano en lengua española. Las mismas fueron pronunciadas en la basílica de San Pablo extramuros, con ocasión de las vísperas de la conversión del apóstol de las gentes, celebradas en miércoles por la tarde, 25 de enero, al concluir la Semana de Oración por la unidad de los cristianos. 

El texto completo y oficial de este mensaje se incluye en esta edición del periódico vaticano. En el mismo, el papa Bergoglio también expresó: “Quisiera reiterar que «hoy, con el desarrollo de la espiritualidad y de la teología, no tenemos excusas. Sin embargo, todavía hay quienes parecen sentirse alentados o al menos autorizados por su fe para sostener diversas formas de nacionalismos cerrados y violentos, actitudes xenófobas, desprecios e incluso maltratos hacia los que son diferentes. La fe, con el humanismo que encierra, debe mantener vivo un sentido crítico frente a estas tendencias, y ayudar a reaccionar rápidamente cuando comienzan a insinuarse» (Carta enc. Fratelli tutti, 86)”.

Francisco desarrolló un nuevo llamamiento pacifista y antibelicista. Esta vez, en su discurso durante la audiencia al Instituto Europeo de Estudios Internacionales de Salamanca. Durante su alocución, el Papa manifestó: “Por desgracia, la situación actual nos trae a la memoria algo que está en Fratelli tutti, ‘Toda guerra deja al mundo peor de como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política, un fracaso de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal’ (cf. n. 261). Si pensamos que en este siglo último hubo tres guerras mundiales, 14 al 18, 39 al 45 y ésta actual que es una guerra mundial”. 

Papa Francisco
El papa Francisco.

¿Cómo entendemos esto? Si pensamos que el budget más importante es la fabricación de armas, y con un año que no se fabriquen armas se resuelve el problema del hambre en todo el mundo. O sea, tenemos ya una orientación belicista de destrucción, y si pensamos que hoy día la técnica de las armas llega a un punto que con una sola bomba se puede destruir una ciudad entera como ésta, ¿qué esperamos? Parece que no se entiende hacia dónde estamos caminando. Por eso la lucha por el entendimiento humano y por la paz tiene que ser incansable, no podemos permitirnos tomarnos vacaciones de esto”, aseguró. 

«Sólo juntos podremos afrontar las diversas crisis morales, sociales, políticas y económicas que padecemos y que están todas interconectadas». Lo escribe el Papa en el mensaje enviado a los participantes de la quinta Conferencia internacional «Por el equilibrio del mundo» que se celebra en La Habana del 24 al 28 de enero. 

En estas palabras que se publican en la segunda página de esta edición, Francisco también escribió: “Me ha impactado releer unas palabras de José Martí ante la tumba del venerable Félix Varela, que pueden ser significativas en este contexto. Martí admira de Varela ciertamente su amor por su tierra y su gallardía en el denunciar lo que considera incompatible con el bien social —«dijo sin miedo lo que vio»—, pero, al mismo tiempo, resalta su mansedumbre, virtud esencial del gobernante, que debe guiar el diálogo social y político: «sin alocarse o apresurarse», teniendo el «justo respeto» a nuestro interlocutor para poder llegar a una solución concordada (cf. Ante la tumba del Padre Varela, en Patria, 6 agosto 1892). Se trata, entonces, de mirar al pasado, de no renegar de nuestras raíces, que nos llevan a aprender de nuestros mayores, de la fe que los movió, de la coherencia de vida que esta fe les impuso, de esa entrega al pueblo que no es otra cosa que el mandato del Señor de amarnos como Él nos ha amado (cf. Jn 13,34-35)”.

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«Hablar con el corazón, “en la verdad y en el amor”»: es el tema del mensaje del Papa Francisco para la 57a Jornada mundial de las comunicaciones sociales, que en Italia y en otros países se celebra el domingo 21 de mayo. Se incluye en esta edición, el texto del documento pontificio, que como es habitual se publicó el martes 24 de enero, memoria litúrgica de san Francisco de Sales, patrono de la prensa católica. 

Francisco afirmó, entre otras consideraciones, que “en un periodo histórico marcado por polarizaciones y contraposiciones —de las que, lamentablemente, la comunidad eclesial no es inmune—, el compromiso por una comunicación ‘con el corazón y con los brazos abiertos’ no concierne exclusivamente a los profesionales de la información, sino que es responsabilidad de cada uno”. 

Todos estamos llamados a buscar y a decir la verdad, y a hacerlo con caridad…La necesitamos en el ámbito de los medios para que la comunicación no fomente el rencor que exaspera, genera rabia y lleva al enfrentamiento, sino que ayude a las personas a reflexionar con calma, a descifrar, con espíritu crítico y siempre respetuoso, la realidad en la que viven…En el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es urgente afirmar una comunicación no hostil. Es necesario vencer «la costumbre de desacreditar rápidamente al adversario aplicándole epítetos humillantes, en lugar de enfrentar un diálogo abierto y respetuoso». Necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones; como exhortaba proféticamente san Juan XXIII en la Encíclica Pacem in terris, la paz «verdadera [...] puede apoyarse [...] únicamente en la confianza recíproca» (n. 113). Una confianza que necesita comunicadores no ensimismados, sino audaces y creativos, dispuestos a arriesgarse para hallar un terreno común donde encontrarse”, agregó.

Como hace sesenta años, vivimos una hora oscura en la que la humanidad teme una escalada bélica que se ha de frenar cuanto antes, también a nivel comunicativo. Uno se queda horrorizado al escuchar con qué facilidad se pronuncian palabras que claman por la destrucción de pueblos y territorios. Palabras que, desgraciadamente, se convierten a menudo en acciones bélicas de cruel violencia. He aquí por qué se ha de rechazar toda retórica belicista, así como cualquier forma de propaganda que manipule la verdad, desfigurándola por razones ideológicas. Se debe promover, en cambio, en todos los niveles, una comunicación que ayude a crear las condiciones para resolver las controversias entre los pueblos”, cerró.